¿Qué carajo es el socialismo?

Proliferan los "youtuber" que exponen el fracaso del socialismo en todos los países que lo han asumido, y hasta se atreven a igualar conceptualmente al socialismo con dictaduras, entre otras barrabasadas. Sin duda esta enconada crítica no es más que la duda que acompaña a la etapa de acción, previa a la etapa de mantenimiento del cambio.

Para quienes no lo saben, en psicología, el proceso de cambio tiene 6 etapas: pre-contemplación, contemplación, preparación, acción y mantenimiento. Si el cambio se revierte, sucede la etapa denominada recaída.

En la etapa de acción el cambio se ejecuta, y se sienten los primeros efectos, básicamente efectos de transitoriedad, razón por la cual esta etapa es muy delicada, pues si los efectos del cambio son dolorosos y difíciles de soportar, el proceso de cambio puede ser abortado.

En política, el cambio es social, por lo tanto el cambio puede ser soportado y hasta impulsado por unos, pero también es rechazado por otros, de manera que surgen amores y odios. Los amantes ven en cada avance un triunfo y en cada revés una experiencia mientras que los rabiosos menosprecian los triunfos y aprovechan cada revés para, tumultuosamente, pisar el botón de reset.

Creo que en Venezuela nosotros superamos las etapas de pre-contemplación y contemplación, pues ya para las elecciones de 2006 la oferta electoral de Chávez era el socialismo.

La etapa de preparación no se dio. Para demostrarlo basta con preguntarle a cualquier persona la diferencia entre comunismo y socialismo o entre democracia y socialismo o entre capitalismo y socialismo, pueden incluir universitarios, estudiantes o graduados en ciencias políticas, y se darán cuenta que no pueden responder de manera simple, consistente y precisa.

¿Porque no pueden enumerar y responder cuales son las diferencias? La respuesta es matemática: Antes de plantear operaciones hay que definir los elementos y para obtener una diferencia los elementos deben ser del mismo conjunto, pues cuando son de conjuntos diferentes el resultado es multidimensional, es decir, el resultado adquiere propiedades de cada conjunto interviniente.

El socialismo radica en la participación del estado nacional en la planificación y la producción mientras que el comunismo apunta hacia una forma de convivencia. Puede haber socialistas comunistas y socialistas no comunistas. ¿Ven lo multidimensional?

No es pertinente enfrentar al socialismo con la democracia, pues el socialismo puede interpretarse como una forma de desarrollar la democracia. Hay quien afirma que el socialismo es la democracia real, y yo creo que es así, pues lo verdaderamente contario a la democracia es la aristocracia. Recordemos que la aristocracia es un sector de la población que no acepta el calificativo de pueblo, pues lo domina.

El capitalismo es algo bien difícil de explicar. Etimológicamente la palabra capitalismo viene de cabeza, pena capital es cortar la cabeza, la capital es la ciudad donde están los gobernantes y el capitán es el líder. El término capitalista surgió del dinero y patrimonio que poseía una persona, producto de la acumulación de riqueza, por lo tanto el capitalismo tiene una acepción de riqueza y poder individual. Hay quien dice que no debería hablarse de capitalismo sino de sistema financiero pues, en cualquier caso, el capitalista invierte dinero, básicamente mediante el préstamo, para acumular dinero cobrando intereses.

Evidentemente el interés del capitalista es recobrar su dinero más sus intereses, razón por la cual el financiamiento que hace debe tener garantías, tal vez por eso lo de pena capital al que no pague (es un chiste). Distinto es el caso de la subvención, donde la garantía de retorno es muy relativa, por ejemplo, Los Reyes Católicos subvencionaron la expedición de Cristóbal Colon.

Es tan interesante la reflexión sobre el capitalismo, que cualquiera, de manera acomodaticia por supuesto, pero sobre bases ciertas, puede llegar a concluir que el capitalismo fue el artífice de las revoluciones sociales pues, los reinos y monarquías terminaron sometidos al interés de los comerciantes muy ricos de los siglos 18 y 19 propagándose con muchísima auge la conformación de repúblicas. En términos más simples, no fue el pueblo pobre quien se reveló en primera instancia contra reyes, zares y señores feudales, fue el comercio.

El socialismo es menos difícil de explicar. Se trata de controlar la producción, los medios de producción y la fuerza de trabajo para garantizar el bienestar de la población en general. Si usted sustituye a socialismo por gobierno, se dará cuenta que es el gobierno, sea cual sea, de derecha o de izquierda, quien aplica el socialismo, pues una cosa es controlar o regular y otra es ser propietario empleador o trabajador. Al final de todo es el gobierno quien debe garantizar la propiedad privada y la justicia social, a dos manos y una cara. Si no hay gobierno es imposible el socialismo, y me perdonan los anarquistas.

Los gobiernos pueden otorgar préstamos y cobrar intereses, por lo tanto los gobiernos son capitalistas, tienen capital para financiar e invertir, pero también deben controlar la producción, para que se produzca lo que se necesite y no lo que sea considerado como perjudicial, superfluo o ilegal.

El capitalismo y socialismo no son ni antónimos, ni divergentes, ni mutuamente excluyentes. El sistema financiero requiere garantías, y por eso en ocasiones es salvaje; la subvención estatal requiere resultados, y en ocasiones el estado es demasiado bobo. En ambos casos se necesita producir riqueza, en ambos casos se arriesga capital, en ambos casos se necesita justicia social.

Así como las religiones necesitan ajustes y cambios, así como en la física, ciencia básica, se establecen nuevos postulados, así como en la química se descubren y sintetizan nuevas sustancias, la teoría socialista y la prédica comunista, que no son dogmas ni credos, necesitan revisar sus mecanismos de aplicación y comunicación, sin complejos ni traumas, pues el estado de bienestar, el bien común y el régimen democrático, es decir, lo colectivo, lo impondrá.

Es inevitable el socialismo, pues hasta youtube es socialista. Sin duda esta plataforma comunicacional tiene un dueño, y necesita sostenerse generando ingresos, pero la comunidad mundial "sube" contenidos bajo normas y regulaciones sociales, de manera tal que llegará en momento en que la prédica de ideas anticomunistas serán limitadas por los dueños capitalistas de youtube, en atención a la paz social y el interés común necesario, sin que esto deba interpretarse como una restricción a la libertad.



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Manuel Gragirena

Profesor Universitario. Ingeniero Electricista. Especialista en Telecomunicaciones. Diploma de Estudios Avanzados en Educación. Ex Sidorista

 manuelgragirena1@gmail.com

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