¿Sexismo del siglo XXI en otro planeta?

 

 “No quiero ver sobre mi cabeza un bosque de cuernos”

 “La Mandrágora” de Nicolás de Maquiavelo


Ante la honorable invitación que me hizo un grupo de muchachos y muchachas de la universidad para hablarles del denominado socialismo del Siglo XXI, esa noche me paré frente al micrófono y de  mi inteligente público y con mucha humildad comencé solicitándoles me excusaran, pues había introducido una pequeña variante en el título de la exposición, no porque yo sea sexólogo o algo parecido, sino porque a pesar de mi ignorancia, tal vez, cuando se trata de hablar de las cosas que ocurren en otro planeta, me siento como mejor  informado para contarles algunas anécdotas que  mis corresponsales extraterrestres me susurran en mi mundano y  sensible oído.

 

Comencemos por admitir que el sexo es bello, natural, hermoso, sublime, fantástico,  creador de generaciones de seres vivos y de humanos, de lazos afectivos, de encendidas pasiones, de sublimes sentimientos, de eróticos pensamientos, de encuentros y desencuentros, no sólo aquí en la tierra sino en cualquier planeta donde haya vi.... No había terminado la frase, cuando una bella y elegante  jóven, de mejillas inferiores atractivas y generosos senos,  me preguntó con una cautivadora voz: ¿Profe, porque Ud. nos quiere hablar de esas cosas que les parecen deliciosas pero sólo que sólo son referidas exterior de este hermoso y curioso planeta  donde vivimos..?    

 

Por un instante me puse “chiquitico” como dijo nuestro Presidente cuando lo fueron a retratar al lado de una exuberante garota en Brasil. Luego volví en mí, y me limité a responder a mi interlocutora: linda, le dije, es que el sexo es tan de otro mundo que me cuesta creer que en realidad aquí en la tierra, verdaderamente lo apreciamos en su justa dimensión... de tal manera que así como a ti te gustaría sentirte libre al hacer el amor, así mismo me agradaría  sentirme libre al hablar del sexo y sus aliños...

 

Bueno,  amigos y amigas, ahora si entraré en materia: cuentan que una vez un ángel vino de un planeta muy lejano y en un lenguaje extraño pero amigable,  narró  a unos niños y jóvenes que jugaban en una  playa de ensueños, sus travesuras y vivencias de lo que había visto y escuchado en ese infinito océano galaxial del más allá....

 

Dijo el angel: en mi planeta, la mayoría de la gente quería ser socialista en el S-XXI, los gobernantes de muy arriba se esforzaban por imaginar y hacer un gran paraíso de justicia y felicidad. Realmente luchaban por eso, pero otros confundían socialismo del S-XXI, con sexualismo del S-XXI ¿Cómo eso angelito? Preguntaron los niños confundidos. Muy sencillo, respondió el querubín...ahora paso a contarles...

 

Caso A: Una profesional amante de la isla de lesbos, que por cierto trabajaba en otra isla que también estaba ubicada en su planeta en una zona  tropical, fue nombrada por un ser Superior como gerente o director, bajo el supuesto que haría un buen trabajo, combatiría los diversos ilícitos que asolaban el país donde vivía. Dicen otros ángeles, que lo primero que pensó fue en su preferencia sexual, razón por la cual incorporó a su amiga íntima a su entorno laboral, de tal manera que esta última se convirtió en la dueña y señora de las decisiones gerenciales. No importa que fuese o no preparada para su trabajo, bastaba que era la consentida de la gerente. Cuentan que poco a poco, sus arbitrariedades llegaron al extremo que el personal se cansó de tantas torpezas y la protestó. El superior ser, como siempre muy cuidadoso de su puesto, decidió remover a la complaciente gerente. Otro angel relató una noche, que la citada señora, invitó a su esposa a pasar vacaciones en un hotel de su región ¿un gesto de infidelidad entre amigas? ¿Qué es lo que Ud. quiere criticar, preguntó uno de los niños? ¿Es que acaso la vida privada o las preferencias sexuales  no deben respetarse? Otro integrrogó: ¿Es que su preocupación se debe a que esta licenciada  utilice los dineros de la colectividad para satisfacer caprichos sexuales sin importarle el respeto que merecen sus demás compañeros y su institución? ¿Eso que llaman poder debe estar al servicio del sexo o viceversa? El ángel no respondió y continuó  relatando...

 

Caso B: Otro funcionario, nacido en la playa de los mariscos del sol, también fue nombrado gerente de una gran nave oficial. Con gran habilidad se rodeó de flores, inciensos y machos que lo adoraban. Para estos últimos besos y ascensos a la luz del día, no importa si tenían  méritos o no, lo esencial, era utilizar esa institución extra terrestre en función de sus apetencias sexuales..  y..¿El ser superior que firmó su nombramiento?  Bien gracias, al fin y al cabo su jefe andaba demasiado ocupado, para distraerse con los centenares  omisiones e irregularidades que corroen la institución  bajo el dominio de este  pequeño y ególatra reyesuelo. ¿Es cierto que lo importante para él era realizar operativos  efectistas y estar muy cerca de sus superiores (lobby) y esconder con su prepotencia la deteriorada situación interna, imperante en su institución?

 

Caso C: En el mismo planeta y en el mismo sitio, inmediatamente después que de ser nombrado en un cargo casi igual al más superior de los puestos disponibles para el momento,  colocó a su amante en un cargo intermedio de la institución, pero no contento con esto, y con la complicidad del superior jefe (no tiene que ver con el presidente de ese planeta, este si sabe ocupar su puesto), decidió nombrarla Gerente en la Capital, dependiendo directamente de su comando. Ahora esta señora es la protagonista de la novela “sexialista”” del S-XXI que comenzó a desarrollarse en la lejanía de las nebulosas envueltas en húmedas sábanas de la complacencia burocrática... ¿Sabían Uds. que esta pareja ni siquiera se tomó la molestia en aclarar a los funcionarios que ellos adversaban al Presidente y su idelogía? Amigo angel, preguntó otro joven ¿Qué tiene de malo que la gente se quiera tanto que hasta llegue a utilizar los dineros y posiciones del Estado para premiar a sus amantes, inclusive sin merecerlos profesionalmente hablando? ¿Esto no es acaso lo que se llama amor libre? O ¿solo es amor libre lo que popularmente  se practica en los burdeles de este planeta? ¿Por qué no colocar a su cuchi cuchi en otro puesto o institución donde no dependa de él? ¿Cómo evaluar el desempeño de la amante o del amante, por parte de su propio jefe? ¿Cómo separar los sentimientos amorosos y sexuales de la medición de la  conducta laboral?  El ángel no respondió, y  de inmediato continúo con sus relatos.

 

Caso 4: Una señora insatisfecha de su marido, pero no decidida a su abandono, decidió ser amante del mejor amigo de su esposo. Este buen amigo, le agradó la idea, la incorporó a la institución, la lleva en sus viajes para todas partes y en menos de un año la colocó en una jefatura importante bajo su mando. Casi todos sus compañeros de trabajo conocen el “buen funcionamiento” del cuarteto sentimental, no por cierto de origen civil. Ahora la bella, que por cierto dice simpatizar con el socialismo, formalizó el mandato burocrático que ya venía ejerciendo. Dígame querido angelito, interrogó otro de los oyentes: ¿Es que la ética que nos enseñan en el colegio sólo le sirve a un grupo de revolucionarios, pero cuando se trata de sexo, otro grupo, presuntamente también socialista y  revolucionario,  es capaz de limpiarse las orejas con tal categoría de la conducta humana? Es decir, como dicen los paisas “A palabras necias, oídos anticonceptivos”. Dígame por favor, es que la infidelidad sexual por el amancebamiento es malo per se? ¿Es que ese planeta de donde vienen esos presuntos cuentos, es de reciente data,  que han conocido estos “secretos” placeres? ¿Es que a los revolucionarios de esos mundos tan lejanos les preocupa que se confunda la vida privada personal con el ejercicio del gobierno y/o del poder?

¿Qué tiene de malo el sexo? ¿Qué es, en esencia lo que Ud. nos quiere transmitir?

 

He podido continuar con el relato del quinto caso, hasta al menos llegar a parodiar “Las Mil y unas noches”, pero ya era tarde, no debía cansar al generoso público, de tal manera que me dispuse a cerrar esta confusa perorata: Bueno, mis queridos amigos y amigas, espero que hayan disfrutado de una milésima parte de las anécdotas traídas de otros planetas, típicos de la IV República que una vez hubo, especialmente en uno de esos mundos. Aspiro que nadie llegue a pensar que estos hechos pudiesen estar ocurriendo en nuestro planeta y mucho menos en Venezuela. Aquí por cierto, todos los que nos decimos socialistas, escuchamos y practicamos las orientaciones de moral y ética revolucionaria que nos trasmite nuestro presidente, y creo que nadie pensará que todavía muchos tenemos doble discurso o algo parecido. Pero si esto sucediese aquí, es decir, que se hace uso de las posiciones burocráticas para dar y recibir favores sexuales, pecuniarios y de poder, condecorar lo impremiable e imponer a sus favoritos o favoritas por encima del talento y la experiencia técnica y revolucionaria, estén seguros que esta agresión generalizada, pudiese ser más fuerte que la invasión desestabilizadora de los enemigos imperialistas  del socialismo del siglo XXI. Recordemos que hay muchas maneras de corrupción y de injusticia o es que ¿Acaso queremos traer al protagonismo del siglo XXI la sodoma y gomorra de antiguos lares?

 

Por último, mis queridos y queridas camaradas, permitanme, confesarles aquí entre nos, que amo infinitamente las mujeres por ser bellas y sensibles al sexo y al amor, de tal manera que si en el camino me encontrase con la muchacha que me hizo la primera pregunta de esta noche, no vacilaría en piropearla  e  invitarla a tomar un café, siempre con “mucho respeto por Ud” como dice aquel Villano de la T.V., cargado de mucha sensibilidad y amor, y si hubiese mutuo acuerdo afectivo, les juro, que el mismo deberá estar  libre de interés por el dinero, libre de influencias burocráticas  y libre de manipulación vinculada a la ambición  material y comercial de  cualquier origen, donde se evite, en lo posible, lesionar a la institución donde  prestamos servicio.  Estos valores, con o sin matrimonio formal,  aunque no son estrictamente celestiales o moralistas,  mis queridos amigos y amigas, es lo que muy humildemente entiendo, pudiesen ayudar a construir con éxito,  la ética del sexualismo y del amor, dentro del  socialismo del siglo XXI, no sólo en otros mundos, sino también aquí en la tierra...realmente el sexo es divino, fantástico, genial, enriquecedor y alimento sublime del cuerpo y del espíritu. En consecuencia, no lo ahoguemos en los vapores de sucias y nefastas políticas personales, que en nada enaltecen el poder del colectivo, el cual debe estar impregnado de justicia, equidad e igualdad, valores supremos que todos debemos estar empeñados en alcanzar en los años venideros donde el sol debe brillar siempre en el infinito... (yovic01@cantv.net)



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Yolí J. Núñez O.


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