Camarada María Alejandra, acabo de leer un hilo de mensajes que publicaste en tu cuenta de twitter, donde señalas que el Manual de Carreño es un GRAN LIBRO que no debió haber desaparecido de nuestra sociedad. Y agregaste: "Es un escrito que enseña y adiestra al individuo en el manejo de las buenas costumbres. (…) Claro, Está escrito para otra época. Debemos adaptarlo pero no desaparecerlo con el cuento de la modernidad. La ética, la moral, las buenas costumbres, la educación y el respeto no son modas".
https://twitter.com/MariaesPueblo/status/1581985513191272448
Sin embargo, debo recordarte que ese manual fue elaborado por la burguesía, y por tanto, es machista y racista. Recientemente Ernesto Villegas y el presidente Nicolás Maduro lo recomendaron leer, y hasta lo escogieron para formar parte de la Colección Bicentenario Carabobo que edita el CENAL. En esa oportunidad, me vi en la necesidad de responderles a través de Aporrea.
https://www.aporrea.org/actualidad/a308930.html
María Alejandra, no existe una moral universal. La moral cristiana es una, la moral de las mafias es otra, la moral burguesa es otra, la moral proletaria es otra, y muchas otras morales que varían con cada época y con cada grupo social. De modo que cuando uno va a hablar de moral, debe especificar a cuál moral se refiere.
El Manual de Carreño fue elaborado con la moral burguesa y las buenas costumbres burguesas. De modo que, haríamos un flaco favor a la revolución si promocionamos ese libro, o lo adaptamos para la formación de la mujer y el hombre nuevo.
Ese libro es contrarrevolucionario, porque es un manual de disciplina que forma parte de la ideología de la clase dominante para someter y domesticar a la clase trabajadora, y para educar a la mujer sumisa dedicada a las tareas del hogar, sin alzar la voz.
Si alguien no debería recomendar ese libro, esa eres tú, María Alejandra, una mujer valiente entre las valientes. Toda una cimarrona. Un personaje público que levanta la voz para defender el legado de Chávez frente a la nueva burguesía, cuando ni su propia familia lo está haciendo.
El Manual de Carreño habla de la decencia de mediados del siglo XIX, cuya idea y experiencias sobre qué es eso de "gente decente" se han transmitido de generación en generación en las familias más conservadoras. Como la familia de María Corina Machado, por ejemplo, que divide a los venezolanos entre gente decente y gente indecente.
María Alejandra, las clases dominantes de la Venezuela del siglo XIX aspiraban a convertirse en ciudadanos modernos. Tenían que parecerse a los europeos. Este manual fue muy útil en la domesticación de los trabajadores de las capas medias para emplearlos al servicio de los intereses de la burguesía.
Se requería domesticar la "barbarie" del campo para dar paso a la "civilización" que exigía la vida urbana. Es decir, se requería formar ciudadanos útiles y dóciles al liberalismo económico, y prestos a colaborar en la reorganización del nuevo orden jerárquico de la sociedad. Orden necesario para continuar la explotación y la exclusión de los de siempre. Esto no tiene nada que ver con el socialismo chavista.
Camarada, de ninguna manera este manual puede ser un referente moral para los revolucionarios, porque habla de gente decente y de gente vulgar, habla de personas superiores y de personas inferiores. Podemos leer pequeños detalles ideológicos como estos:
"La urbanidad estima en mucho las categorías establecidas por la naturaleza, la sociedad y el mismo Dios: así es que obliga a dar preferencia a unas personas sobre otras, según (…) el rango que ocupan, la autoridad que ejercen y el carácter de que están investidas".
"Cuando una persona ha de pasar por delante de otra, el inferior cederá siempre el paso al superior…".
Para entonces, al igual que ahora, en la cima de la pirámide estaban quienes imponen la ideología y las normas, es decir, los propietarios de los medios de producción, que por supuesto son los de piel blanca, la gente más "decente", y quienes les interesaba que se difundiera este manual por toda Latinoamérica.
Y en la base de la pirámide estaba la población racialmente más cercana al indígena y al africano en sus fenotipos originales. Es decir, la gente más "vulgar", los excluidos. No es casualidad que la pirámide social coincida con la pirámide racial. Es una ideología que se puso en práctica desde la colonia y que la burguesía pretende mantener para no perder sus privilegios.
Al igual como les escribí a Ernesto y a Nicolás, también te copio la excelente respuesta que dio al Presidente la investigadora y profesora Betty Mendoza de UNEARTE, a través de su cuenta en twitter:
En respuesta a @NicolasMaduro y @conadecafrove
Este Manual establecía los parámetros de la disciplina a la que la Colonialidad del poder sometió a las personas que consideraban inferiores y subalternas. Ha sido un ejercicio de descolonización dejarlo atrás...olvidarlo.
1:51 p. m. · 6 ene. 2022·Twitter for Android
Con la mejor intención, termino este llamado de atención con otra excelente respuesta que da Victoria Chávez @Vistacha a tus mensajes:
"(…) Este texto es profundamente clasista, racista y machista. Ya no debe asumirse como un manual de normas de urbanidad sino como un tratado antropológico y sociológico para analizar una sociedad de castas y de clases".
Saludos, camarada María Alejandra Díaz Marín.