Las clases sociales están representadas por el conjunto de personas con los mismos intereses económicos como consecuencia de relacionarse del mismo modo con los medios de producción.
En la sociedad capitalista las dos más importantes son la burguesía y el proletariado.
El marxismo considera que las clases sociales aparecen en la sociedad con la división social del trabajo.
No todo el mundo trabaja de la misma manera, ni se relaciona del mismo modo con las fuerzas productivas.
Con la aparición de la propiedad privada la sociedad se dividió en dos grandes grupos o clases: la de las personas que poseen propiedad privada, que son dueñas de los medios de producción (tierras, fábricas, etc.) y las personas que no son dueñas de dichos medios y sólo disponen de la fuerza de su trabajo para sobrevivir.
Son básicamente dos las clases sociales en toda sociedad, que admite la propiedad privada de los medios de producción: la clase explotadora o el opresor y la clase trabajadora o el oprimido.
Según la filosofía marxista, en la sociedad capitalista la explotación es un dato objetivo.
Los trabajadores no tienen conciencia de la explotación que son sometidos que los convierte es esclavos asalariados, por lo que con frecuencia es necesaria una actividad de propaganda y de concienciación dirigida hacía la clase trabajadora.
La conciencia de clase consiste precisamente en darse cuenta de la existencia de la alienación económica, política, social, cultural y hasta religiosa en la que vive el trabajador impuesta por la sociedad capitalista.
Esa concienciación de la clase trabajadora desenmascara las explicaciones que los propios capitalistas dan para justificar la explotación del hombre por el hombre, mostrando el carácter social –no natural– de la propiedad privada, o la esencial dimensión que tiene la vida productiva para la autorrealización, o la esencia y mecanismo de la alienación económica.
La conciencia de clase es un requisito indispensable para la revolución y la liberación de la explotación del hombre por el hombre.
Luego encontramos la enajenación que viene a ser la circunstancia en la que vive toda persona que no es dueña de sí misma, ni es la responsable última de sus acciones y pensamientos.
Para Carlos Marx la enajenación es la condición en la que vive la clase oprimida en los régimenes de explotación del hombre por el hombre.
Según Marx este concepto (la enajenación) describe la siguiente situación que le puede sobrevenir a un sujeto: cuando no se posee a sí mismo, cuando la actividad que realiza lo anula, lo hace salir de sí mismo y convertirse en otra cosa distinta a la que él mismo es, entonces también decimos que ese sujeto está alienado; la alienación describe la existencia de una escisión dentro de un sujeto, de un no poseerse totalmente y como consecuencia de ello comportarse de un modo contrario a su propio ser.
El individuo está encadenado sin saberlo, por eso, debemos romper las cadenas que oprimen al pueblo y asuma su propia historia, su propio destino, con el disfrute de libertades plenas.