Se va disipando la oscuridad, ahora es más claro el fondo del asunto, para el madurismo el tema del Esequibo, sólo les sirve para llevar a cabo una irresponsable maniobra electoralista y nunca fue una actitud sincera y responsable de un gobierno que tiene la obligación constitucional sin necesidad de acudir a un referéndum para defender la soberanía y los intereses nacionales porque el pueblo les otorga esa obligación en la carta magna. Lo que va quedando suficiente- mente claro, es que está minoría en su desespero ha decidido arrastrar a la nación entera a sufrir una catástrofe mayor con tal de mantenerse en el poder. Por lo tanto, afirmamos que el referéndum no es más que una desesperada maniobra electoral de esta minoría que se sabe repudiada por el pueblo venezolano y que además ha entrado en una lucha interna dentro del propio Psuv por definir quién será el próximo candidato en el 2024, porque maduro no consigue superar el 8%.
La irresponsabilidad del gobierno madurista llega hasta tal grado, que ha lo largo de los últimos diez años lo que hecho es negociar en secreto con distintas transnacionales capitalistas, la riqueza de la nación, ofreciéndole incluso a estas corporaciones, la fuerza laboral del pueblo venezolano como mano de obra esclava para ser usada en las zonas económicas especiales. El saldo de endeudamiento de la República es inmenso, la desindustrialización forma parte del panorama económico, los sistemas públicos de salud y educación y la producción agropecuaria nos colocan en la lista de los países más atrasados del mundo, en resumen, somos un pueblo sometido a un proceso de miserialización y empobrecimiento brutal para que el madurismo y la oposición progringa puedan vivr en la opulencia delincuencial.
El pueblo venezolano hoy constata que atraviesa por una catastrófica desgracia y que hasta tanto no se libere políticamente del madurismo como de la misma oposición progringa, su bienestar colectivo, relacionado con la riqueza nacional que le pertenece por derecho, será presa del saqueo por los imperialismos, y por consiguiente, sólo se enriquecerán las clases dominantes delictivas que tienen secuestrado al país. El pueblo solo recuerda un periodo muy corto en que pudo disfrutar de su riqueza, la de Venezuela, la que pudo distribuirse con cierta igualdad, y fue con Chávez, lo cual es un referente importante que demuestra que si es posible construir una República para el beneficio de todos.
Los empobrecidos del chavismo y los empobrecidos de la oposición que son el mismo pueblo empobrecido de Venezuela, están hoy conscientes que entretanto no resuelvan el problema de su unidad orgánica y por ende se transformen en una fuerza política alternativa, simple y llanamente, seguirán condenados, como Sísifo, a arrastrar cuesta arriba, una y otra vez, la desgracia del empobrecimiento y la desigualdad en el cual los sumergieron las políticas neoliberales del madurismo en complicidad con la oposición progringa. Y aquí queremos hacer una breve acotación que ampliaremos en otro trabajo, cuando hablamos de unidad no estamos refiriéndonos a la unidad de las izquierdas integradas hoy al sistema de dominación capitalista y tampoco a la unidad de un montón de siglas vacías desconectadas de las luchas populares, no, estamos hablando de una unidad efectiva, de una unidad distinta, de la unidad de los desposeídos, de la construcción de un movimiento social poderoso y verdaderamente antisistémico y contrahegemónico, que incluya a todos los sectores de la sociedad que se sientan victimas del actual sistema de opresión y que estén dispuestos a contribuir con sus esfuerzos para construir una República donde se pueda ser libre y se pueda tener lo suficiente. Es decir, estamos hablando de una unidad referida exclusivamente a la unidad del empobrecido pueblo venezolano para forjar su propio instrumento político, su propia dirección colectiva. Por qué nos vemos en la necesidad de aclarar el concepto de unidad, por que no se puede depositar el destino de la liberación del pueblo venezolano en las manos de franquicias que están nada más para cazar las dadivas que el sistema les lance.
Entonces, queda claro que el referéndum no es, sino, una maniobra politiquera de un gobierno que se siente derrotado, y es inútil recurrir a una herramienta como el referéndum, para preguntar al pueblo venezolano un asunto de interés nacional que está ya establecido en la constitución y es obligación del estado cumplir con la defensa del territorio nacional. Incluso hasta peligrosa es esa maniobra porque con el rechazo que tienen tanto el madurismo y la oposición progringa en el seno de la población, de un pueblo tan maltratado y empobrecido, que ya supera el 80%, ese malestar pudiera verse también reflejado en los resultados del referéndum. No deja uno de tener la impresión, de que este referéndum haya sido metido también por las transnacionales como un Caballo de Troya para debilitar nuestra soberanía.
En resumen, sea quien sea el candidato del Psuv solo tiene el 8% de la votación más el 12% de la oposición, es decir, la tercera opción popular cuenta un amplio 80%. Y el gobierno del pueblo que surgirá de esa nueva mayoría republicana será quien defienda, como se debe hacer, la defensa del territorio nacional.