La profunda gravedad de la crisis política que afecta a Venezuela, requiere de una terapia intensiva de emergencia. El país vive en una permanente confrontación que se extiende más allá de sus fronteras. La polarización, sus consecuentes tensiones y conflictos ha resurgido con fuerza, mientras el Estado arremete en contra del sector opositor encarnado en María Corina Machado. Maduro, sin el menor decoro recientemente afirmó públicamente que se quedan gobernando - por las buenas o por las malas- ¡ Vaya descaro !
En este año 2024, deben realizarse las elecciones presidenciales, tal como establece la Constitución de la República de Venezuela. Un número importante de aspirantes a la primera magistratura del país, han manifestado su voluntad de participar en el venidero evento y se han reunido con los representantes del gobierno de Maduro para concretar un calendario para las elecciones.
Sin embargo, los discursos y cuestionamientos de estos candidatos, tienen el mismo lineamiento del PSUV y por eso los aceptaron. Pareciera que Maduro decide quiénes van a ser sus "contrincantes". Por lo que no se vislumbra competencia electoral, sino, un juego calculado y consciente para permitirle al chavismo continuar en Miraflores.
La candidata María Corina Machado, quien en las encuestas supera de manera evidente y abrumadora al candidato del gobierno, ha sido inhabilitada y criminalizada. Parte de su equipo de campaña está en prisión o desaparecidos por los cuerpos represivos del Estado.
De tal forma, que en las venideras elecciones, la abstención, en caso de no habilitar a María Corina, tendrá un alto porcentaje y esto favorecerá la continuidad de un modelo político y económico realmente fracasado y muy dañino para Venezuela.
Las estrategias de Nicaragua y Cuba, son aplicadas al calco contra la disidencia y la oposición a Maduro.
Espero equivocarme, pero no veo luz al final del túnel. La salida de este desprestigiado y autoritario modelo implantado en nuestro país desde hace 25 años, parece poco probable. La intención de quedarse por seis años más, es inocultable.