El día que el pueblo no irá

Ese día nadie irá. Los centros de la mentira quedaran solos. El 28 de julio el pueblo lo transformará en el día de la desobediencia popular y lar restitución constitucional. La abstención consiente y organizada viene cobrando fuerza como la manera que usarán los empobrecidos para votar el 28 de julio contra este sistema de explotación. Esta estrategia de votar cobra día a día más centralidad en el tejido emocional del pueblo venezolano. Es que los de arriba no pueden seguir gobernando engañando y los de abajo no quieren seguir siendo gobernados engañados como hasta ahora. Y en Venezuela los de arriba son el madurismo y la derecha progringa y los de abajo son la mayoría de los empobrecidos del chavismo y de la oposición.

Una abstención de todo el pueblo venezolano que se torne en un poderoso movimiento popular nacional de fe en sus propias fuerzas, ejercería tanta presión política que obligaría a dejar sin efecto las farsa  montada del 28 de julio, obligando a los de arriba la inmediata restitución de los derechos constitucionales, y empezaría por convocar la realización de unas elecciones libres, para que el pueblo transformado ya en sujeto político y siendo al mismo tiempo su propio partido pueda participar con un candidato único para asumir las riendas del nuevo estado democrático y edifique bajo el imperativo de la constitución y el rescate del Plan de la Patria, la sociedad de productores libremente asociados.

El de arriba, el escenario de la abstención, es sobre el que cual deberían estar trabajando en construir las mujeres y hombres que militan en las filas de cualquier movimiento popular revolucionario para confrontarlo con la farsa del 28 de julio que las dos burguesías han acordado, la madurista y la machadista. Porque cuando maduro sea proclamado por su CNE, sea tanta la fuerza de la abstención que el fraude quede al desnudo y no pueda consolidarse.

A estas alturas de la lucha todos los luchadores sociales, militantes de la esperanza y la justicia social tendrían que tener suficientemente claro, que ambas minorías burguesas responsables del empobrecimiento del pueblo venezolano y de la destrucción del país, no existen sino para defender la permanencia del sistema de explotación capitalista que es la fuente original del empobrecimiento y la desigualdad del pueblo pero también donde se origina la criminal opulencia del modo de vida de estas dos minorías. Y que además gobiernan en Venezuela, porque los empobrecidos no cuentan aun con una organización política que los oriente, y es en esto último donde debe estar centrada la agenda de las fuerzas populares, en construir un frente unitario, y la abstención es un escenario estratégico para iniciarlo.

Entretanto hay que denunciar la tesis del CUALQUIERISMO por entreguista. Asimismo la tibieza de la otra tesis del VOTO NULO por legitimadora de la farsa.  Ambas tesis se mueven al vaivén de las lógicas del sistema, no rompen con este, por lo tanto, no hacen sino reforzar la trampa montada para el 28 de julio.

Pero, además, hay otra que plantea con desparpajo el ESPEREMOS A VER QUE PASA, bueno, esta tesis no es más que la expresión de una masiva parálisis motora que acaba con toda función del cuerpo. Porque  qué puede pasar si nada se hace que contrarreste la farsa, que esta se impondrá.

Lo que el pueblo venezolano necesita en este momento es una propuesta que ayude a que emerja la emoción por cambiar todo lo que haya que cambiar, a movilizar su quehacer político, a sentir la necesidad de unificar todas sus energías en función de un mismo sentido de liberación, y eso en esta coyuntura sólo puede propiciarlo la abstención, no hay otro camino.

 


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Arnaldo Aguilar Dorta


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