28 de julio de 2024: otra victoria del pueblo bolivariano

El pueblo de Venezuela hoy se encuentra oficialmente en plena campaña para los comicios generales de este 2024, con la convicción del triunfo, pero como siempre cercado por una maquinaria política y mediática perversa y cargada de odio encabezada por la oposición venezolana y los tentáculos fascistas que se mueven en América Latina y en Europa. Razón tiene el expresidente Samper cuando advierte de un “avance peligroso del fascismo latinoamericano”, pero también el mundo ve con algo de optimismo la victoria de los laboristas en el Reino Unido porque se presume que viene una oportunidad para poner fin al interminable caos conservador y   el líder de La France Nisiuses (Nuevo Frente Popular) ha expresado que el pueblo francés “ha rechazado claramente el peor escenario posible”. Todo esto, bajo procesos electorales donde no cabe la intimidación, el miedo y el terror. Pero, ya hay una prueba de fuego y es la siguiente: el Reino Unido pretende extraer 500 millones de barriles de petróleo de las Islas Malvinas y estas son argentinas por sucesión de España de acuerdo a la regla de Uti possidetis (por derecho propio).

 En Venezuela se escuchan voces que alertan sobre un posible fraude electoral, pero los que agitan estas banderas son los mismos que hace unos años impusieron la política del terror, antes y después de los procesos electorales. Y expresaban cosas como estas: “Vamos a prender las calles de Venezuela, todos los rincones, los mercados, las escuelas, las universidades y las plazas” (María Corina Machado y Leopoldo López) y el argumento de este llamado inhumano era que Nicolas Maduro no había obtenido la mayoría electoral y que su mandato era ilegítimo (EFE)

Hoy como ayer, Leopoldo López anuncia voz en cuello, que “no podemos hablar de unas elecciones libres y justas, porque no lo son”, y de ñapa deslegitima posibles eventos democráticos, como la de una Asamblea Constituyente en Colombia: “Alerta a los hermanos colombianos: hace 25 años la constituyente en Venezuela fue el principio de la destrucción de la democracia y de la economía…Cuiden su democracia”, cuenta X.

Se le pide al gobierno de Maduro transparencia y este responde realizando algo que no es común en las democracias latinoamericanas, y es el simulacro electoral convocado por el Consejo Nacional   Electoral.

 Se intentan desde poderosos medios de comunicación intimidar al bravo pueblo venezolano con el discurso de María Corina Machado: “Si gana Maduro, veremos la migración más grande en la historia de Venezuela” y advierte de tres, cuatro, cinco millones de venezolanos huyendo en uno o dos años (Bloomberg Línea). Lo que se oculta en este discurso es una realidad dolorosa: el sistema capitalista, convierte el dolor del pueblo en fructíferas ganancias, la migración mueve millones y millones de dólares y los migrantes de cualquier nacionalidad sufren de manera infinita, muy a pesar del discurso hipócrita de los gobiernos de Estados Unidos y Europa con relación a las ayudas económicas. En este año EEUU destinará 83 millones de dólares de nuevo fondo humanitario para atender a migrantes venezolanos. ¿Cuántos de estos recursos llegan a esos millones de migrantes?

Pero, la solución real a este problema de la migración es suspender las sanciones económicas que martirizan a la sociedad venezolana y a muchos los obliga a transitar por el tapón del Darién que hoy se encuentra sellado con alambres de púas y la Casa Blanca calladita y la Unión Europea no dice absolutamente nada. El otro paso que tiene que darse es la suspensión de las medidas coercitivas que le han generado a la República Bolivariana de Venezuela pérdidas cercanas al billón de dólares, según Jorge Arreaza, Secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP).

A este panorama hay que sumarle el hecho de que, los Estados Unidos deben suspender sus hostilidades contra el gobierno de Nicolas Maduro y evitar las operaciones encubiertas como la llamada “Operación Tejón del Dinero”, que podría a mi juicio no ser otra cosa que la utilización del narcotráfico como un arma de guerra para desprestigiar un gobierno, detener importantes miembros de ese gobierno, condenarlos a largas condenas y después motivar un golpe de estado o propiciar una invasión bajo el pretexto de la defensa de la democracia.

 Las fuerzas del fascismo deben entender que el proceso bolivariano está bastante afincado en la sociedad venezolana con sus aciertos y desaciertos, toda vez que los gobiernos son dirigidos por seres humanos, por lo tanto, será en las urnas donde tendrán que vencerlo, pero jamás con amenazas de guerra siniestra llevada a cabo por grupos paramilitares o mercenarios. Precisamente, el grupo paramilitar colombiano que se autodenomina Autodefensas Conquistadores de la Sierra-ACSN- expresaron a través de un comunicado dirigido a los presidentes Nicolas Maduro y Gustavo Petro, que sectores de la derecha venezolana los contactaron para atentar contra Maduro para crear el caos en la República Bolivariana.

Finalizamos, esperando que la derecha venezolana (María Corina Machado, Leopoldo López y otros) sepa reconocer su derrota en el próximo proceso electoral y no les pase lo de Gregorio Samsa que, se despertó tras un sueño intranquilo convertido en un monstruoso insecto. Para este caso en particular, con deseos de impregnar de odio y rabia al pueblo venezolano. 

 


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José Camargo

Lic. en Ciencias Sociales - UniAtlantico. Docente en Riohacha-La Guajira. Colombia

 joseeduardocamargo24@gmail.com

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