Antes de que se avive el fuego de la protesta en contra del método fascista del gobierno de Maduro, el presidente convoca un “congreso mundial contra el fascismo”. Típico de maduro y sus asesores (y Jorge Rodríguez), huir hacia delante – igual lo hicieron con el amparo constitucional ante el TSJ, cuando se les enredó en papagayo de las actas –. Hablamos de medidas de “seguridad” como lo de las “denuncias anónimas”, el despido de trabajadores por opinar contrario al gobierno, alcaldes llamando a denunciar a aquellos que hablen mal del gobierno, y el famoso  tun tun de Diosdado Cabello, amedrentando cualquier tipo de oposición al gobierno, manteniendo a la población paralizada de miedo; eso es fascismo, y deviene en medidas policiales más violentas; la delación y la impunidad se enseñorean en la sociedad; cualquier pendejo medio enchufado: si hablan mal del gobierno amenaza a sus vecinos con la operación tun tun por los grupos de WhatsApp. A los beneficiarios de viviendas y del clap los chantajean acusándolos de “desagradecidos”, porque están obligados por los beneficios recibidos  a defender al gobierno, “campeón histórico” de la desigualdad social… no ha habido gobierno tan destructor en nuestra historia… Y no hay peor ciego que el que no quiere ver ésto.

Si la oposición mayamera no fuera tan resentida, racista, fascistas;  ignorante y ridícula podría tratar este tema del fascismo con equilibrio, pero siempre se ve obligada a mentir, insultar,  jalarse los pelos para gritar su odio fascista. Lo que está pasando en el país con el gobierno de maduro a causa de las protestas es una caída hacia una tiranía fascista, precaviéndose de que no haya más manifestaciones. No obstante las protestas que convoca el bicéfalo “marimundo” se llenan de gente de clase baja, en su mayoría en contra del gobierno de maduro, no tanto  a favor de mariacorina y menos del desconocido viejito Edmundo. Gente en los barrios no quiere a Maduro pero tampoco quiere que una histérica como Mariacorina gobierne sus vidas (quizás en Mayami, en Santa Fe, o en Madrid, pero en Petare o en Catia no). Si este conflicto no estuviera tan empantanado con líderes tan taimados podríamos evitar, en bloque, esta deriva hacia el fascismo;  precaución necesaria para que otro gobierno, uno de Mariacorina, devenga en algo peor, en un fascismo violento cargado de venganza, donde ser pobre sería de sí un delito. No podemos permitir la persecución por pensar diferente, por protestar por nuestros derechos, ¡desde ahora!, porque más adelante el terror será visto como algo natural, para que sirvamos al capital y a los ricos “en paz”.

¿Por qué tenemos que vivir bajo terror en cualquiera de estos dos casos? No podemos sustituir un fascismo por otro, debemos liberarnos de esta “peste emocional” desde ahora, hay que volver a Chávez, a la política de altura, hablar con la verdad, a debatir sobre la sociedad que queremos para una paz duradera, en igualdad y justicia. La desigualdad genera injusticia; la injusticia genera malestar y protestas, y éstas, represión, control social por un Estado sordo y  tiránico, la tiranía del fascismo o la tiranía de la democracia, ¡capitalistas! Hay que volver a la revolución socialista verdadera, ya contamos con un plan, el Plan de la Patria que falsificó,  adulteró, mutiló  maduro, a pocos días de su muerte (o antes de de su  muerte).

Educar desde el poder.

El contrapeso del egoísmo “materialista” es la educación, pero el  de la represión también es la educación, para eso se necesitan líderes revolucionarios verdaderos,  que crean en lo que declaran y promulgan, que hagan de sus vidas un ejemplo de honestidad, que sean esclavos de la verdad, que no se mientan a sí mismos y por lo tanto no le mienta al otro. En vez de reprimir, ¡educa!, con tus palabras y con tu ejemplo. Cuando se llega al punto de la desesperación de tener que reprimir desde una posición de poder, ha fallado la comunicación, se está actuando mal, y si el diablo no está afuera, está dentro de ti. Sí tanta gente no te quiere es porque has hecho las cosas mal, y tienes que rectificar. Pero si no  rectificas, el diablo lo llevas dentro, y ese diablo se llama “egoísmo materialista”, ¡capitalismo!, codicia, indiferencia, ¡ponle el nombre que prefieras!, es eso que te incita a la soberbia y a cultivar odio  y enemigos, no tienes por qué buscar “espíritus malignos” afuera, enemigos afuera, tú eres tu propio enemigo.

Revolución  es equilibrio humano, pero  también es debate público,  crítica, lucha ideológica sostenida, vencer al enemigo en el terreno de la consciencia, más que en el terreno de la fuerza. Vencer a las redes sociales con el escudo y la espada de la verdad, sea mala o buena, sea humana y no fantasiosa como el  “súper bigote” de plástico, el héroe que no existe sino en el mundo de los deseos, del autoengaño. Si  el capitalismo ha producido tanto malestar en la masa, rectifica. Si la mentira no es redituable, habla con la verdad y reconoce tus errores, es mejor que lo recuerden a uno como un ser humano que rectifica a ser despreciado por la historia, la vida es un día.

Volver a Chávez y al  socialismo, al Plan de la Patria original,  es vencer al fascismo.