El pensamiento socialista del siglo XX coincide en que la competencia y la concentración de la riqueza fraccionan a la sociedad, aísla al individuo compitiendo por resolver su propia economía, por resolver la base de su sustento. Están de acuerdo en que la sociedad humana debe satisfacer plenamente las necesidades materiales de sus miembros, del individuo, para que éste desarrolle plenamente su fuerza individual, su capacidad productiva, creativa, y creadora de cultura. Una parte del individuo debe cooperar con el resto fortaleciendo el tejido social mientras la otra amplía su desarrollo individual.
Hay una forma en la cual el individuo no se siente defraudado por la sociedad, peleando solo, desamparado, hambriento; esta es luchando por el socialismo. El socialismo es un sueño de esperanzas para la soledad del hombre moderno. El sencillo hecho de resistirse a la fatalidad del capitalismo y luchar por cambiar el mundo vale una vida digna, no se diga vencer. Rehaciendo a la sociedad, con valores de cooperación y solidaridad que dominen la mezquindad y la codicia del hombre, que cambie el modelo de producción, consumo y concentración de la riqueza del capitalismo, a un tipo más humano y racional.
¿Por qué el socialismo es la esperanza de la humanidad?
Porque su lucha redentora se sustenta en una manera de percibir la verdad, en la conciencia dentro de cada individuo, y afuera, en la conducta renovada del individuo. Porque lo más importante y lo más urgente para el socialismo es la vida humana y la vida de la naturaleza que la hace posible (que es toda la vida); su conservación, su permanencia en la tierra. Porque el socialismo emancipa al individuo de la tiranía gregaria y esclava del capitalismo y lo hace libre de crear, lo afirma, lo empodera con conocimiento, libre del hechizo del dinero y de posesiones inútiles.
En tanto que es una realización personal de sus principios, de solidaridad y respeto humanos, está lejos de tiranizar a otros. El socialismo no puede ser una excusa para condenar a muerte o encarcelar a nadie, es una lucha que se da, ante todo, en la consciencia, debe defender sus conquistas sin abandonar sus principios. El socialismo es autocontrol.
Albert Camus expresa la idea del socialismo como una hazaña de la humanidad. Dicho con otras palabras: que el liberalismo filosófico es una forma de idealizar (o justificar) la realidad del capitalismo de forma analítica, mientras que el socialismo es un ideal racional que intenta imponerse por encima de la realidad anárquica del capitalismo. Esto último equivaldría al: "tener en sí el decoro de muchos hombres" – como escribe Martí – "cuando hay muchos hombres sin decoro", como pasa en el capitalismo; la humanidad puede con eso y más, ahora, necesita de hombres y mujeres con altos ideales
Albert Einstein: … "el socialismo está guiado hacia un fin ético-social. La ciencia –las pretensiones racionales del capitalismo –, sin embargo, no puede establecer fines e, incluso menos, inculcarlos en los seres humanos: la ciencia puede proveer los medios con los que lograr ciertos fines. Pero los fines por sí mismos son concebidos por personas con altos ideales éticos y –si estos fines no son endebles, sino vitales y vigorosos- son adoptados y llevados adelante por muchos seres humanos… determinan la lenta evolución de la sociedad… Por estas razones, debemos estar en guardia para no sobrestimar la ciencia y los métodos científicos cuando se trata de problemas humanos; y no debemos asumir que los expertos son los únicos que tienen derecho a expresarse en las cuestiones que afectan a la organización de la sociedad."
Oscar Wilde piensa que "las emociones del hombre son más fáciles de excitar que la inteligencia del hombre", el socialismo es una proeza de la voluntad y de la inteligencia humana, por eso resulta complicado hacer una revolución socialista, más sencillo es justificar el capitalismo, "idealizarlo" que sembrar el socialismo en la conciencia del trabajador. "el socialismo, el comunismo, cualquiera que sea el nombre que quiera dársele, convirtiendo la propiedad privada en propiedad pública, y reemplazando la competencia por la cooperación, restablecerá la sociedad a su genuina condición de organismo sano y asegurará el bienestar material de todos los miembros de la comunidad. Dará, en suma, a la vida su base adecuada y su debido contorno" – nos dice Wilde –…"no tendrá otro valor que el conducir derechamente hacia el individualismo", se entiende que en el sentido más humano de hacer crecer a la persona, su fuerza creadora.
"¿Por qué se opone usted tan profundamente a la desaparición de la raza humana?" –le pregunta alguien a Einstein –… "… Es la declaración de un hombre que se ha esforzado en vano por lograr un equilibrio interior (individuo y sociedad) y que ha perdido más o menos la esperanza de conseguirlo. Es la expresión de una soledad dolorosa y del aislamiento que tanta gente está sufriendo en estos días. ¿Cuál es la causa? ¿Existe una salida?"…La de Einstein apunta a la propiedad social, es la economía planificada del socialismo frente a la propiedad privada, la competencia, la acumulación de la riqueza y la anarquía económica capitalistas. Por supuesto que no es suficiente contar con una economía planificada, hay que fundar nuevas relaciones sociales y hacer que el individuo recobre su vigor individual, se supere emocionalmente y desarrolle su inteligencia, que sea consciente de su valor como ser social y como individuo.
La guerra, y la estupidez que la alienta, no la sufren en carne propia los ricos y los estúpidos, la miran de lejos como algo que nunca les pasará a ellos. Si queremos superar la guerra debemos dar el salto hacia el socialismo, hacer la guerra pero al capitalismo y la estupidez que mantiene a la sociedad fragmentada y atontada por la competencia inútil, servil a la promesa del éxito vano de los más ricos. Si queremos superar esta crisis debemos volver al humanismo, a la lucha por el socialismo, a Chávez.
