¡Cómo es eso, que nadie puede estar por encima de las capacidades de Maduro!
El periodista Eligio Rojas, un profesional en su oficio trata de justificar con un artículo de investigación los encarcelamientos recientes de adolescentes, dando entender que algunos de ellos pueden estar implicados en atentados “terroristas” para asesinar altos funcionarios del gobierno.
Su jefe, el filósofo Pérez Pirela, no se atreve a criticar al alto gobierno, a maduro, Diosdado, los hermanos Rodríguez, le lava la cara al fiscal, a los magistrados del TSJ o a Amoroso.
Pasa con Jorge Rodríguez, un petulante que siempre se creyó por encima de Chávez, no puede estar por encima de maduro. Con Diosdado, que dice que lo controla todo sin embargo no puede estar por encima de él.
No obstante, por encima de todos ello parece estar Alex Saab, el árabe colombiano, que hoy decide todo lo relacionado con la economía, dueño del comercio de alimentos en el gobierno madurista, “a precio del mercado capitalista”, fue encomendado para privatizar las pocas empresas públicas importantes en el sector productivo del país. Es así como por encima de las capacidades de maduro está el lucro, el billete; uno, maduro, tiene el poder de decidir el rumbo promoviendo leyes como la de las zonas económicas especiales, de inversiones extranjeras, la ley antibloqueo y similares, facilitando espacios al capitalismo, y el otro las lleva a cabo, usando su experiencia como mercachifle y administrador, para explotar al máximo los abastos populares que alguna vez fueron hechos para la gente de menos recursos. Ahora no existe Mercal ni Pdval sino las tiendas Fórum, que compiten como un bodegón de lujo capitalista más, con la ventaja de ser apoyado por el gobierno, perfectos para la clase media que tiene dólares y para el madurismo bien colocado,
Los cuatro hacen de cómplices facilitadores, y el quinto –que ahora sustituye a El Aissami en el trabajo sucio de acabar de desmontar el chavismo –, a cambio el gobierno le permite sacar ventajas en sus negocios pero de forma oficial, a la vista de todos, sin misterios, más allá de los que carga desde hace tiempo ese personaje llamado Alex Saab.
Alex Saab eliminó las tiendas pdval y mercal y convirtió todo en un mercado capitalista, para la clase media. El pdval de la zona rental ahora se llama Fórum, como también la antigua proveeduría de los militares en los “próceres”, todo el mundo dice que su dueño es Alex Saab. Como esa tienda hay en Caracas otras al mismo estilo. En un país “bloqueado” estas tiendas venden de todo, productos importados, y de empresas privatizadas y financiadas por el gobierno. Crece la economía hacia el bolsillo de los más ricos y más vivos, o sea, de los nuevos oligarcas.
Esa es la idea madurista de la prosperidad y el progreso. Alex Saab como ministro ordenó privatizar 350 empresas en Guayana. El gobierno de maduro luego de abandonarlas (financiando a la empresa privada nacional y trasnacional), ahora las venden por cuatro lochas, silenciando las denuncias históricas de sus trabajadores sobre cómo esas empresas fueron quebradas por los administradores del gobierno. Todavía hoy hay presos por denunciar irregularidades administrativas en esas empresas, tal y como pasó en PDVSA.
Maduro se viste diferente para cada ocasión (sería interesante ver el escaparate del presidente, lleno de uniformes y cachuchas y sombreros), mientras Saab privatiza “todo lo que deba ser privatizado”, maduro se viste de miliciano frente a los campesinos y pescadores y dice: …“Hombres y tierras libres, elección popular y horror a la oligarquía”… “Les juro que ésta casa, que es del pueblo, jamás caerá en manos de un títere de la oligarquía ni del imperialismo. ¡Por ahora y para siempre, será la casa del pueblo! ”, ¡Sentenció Maduro!, remata el periodista.
¡Qué cinismo! No hay mejor forma de poner la cabeza del pueblo en las manos de sus verdugos que jurando hacer lo contrario. El estilo madurista es el del vendedor, buscando ventajas y provecho personal. Pero no se puede gobernar un país como un mercachifle estafa a sus clientes en el mercado, engañando y mintiendo.
Muchos no creen en la desigualdad, inclusive aquellos que se acostumbran a pasar penalidades, a no comer o comer mal, a que sus hijos no estudien, a no tener dientes y las enfermedades digestivas, arteriales, a la diabetes. La verdad de la desigualdad se constata en estas tiendas de nuevoricos, no se ve en las promesas que nunca se cumplen, o en los deseos de algunos que tampoco se cumplen. La desigualdad está en la calle y en los hogares pobres, en el sistema de educación y de salud pública, en la vida que llevan los viejos pensionados y jubilados. Un pobre no tiene oportunidades cuando se enferma porque le exigen pagar por todo, en la escuela sus hijos reciben la peor de las enseñanzas por falta de maestro y profesores, toda la riqueza se va hacia el bolsillo de los más ricos, que “crece y crece” con las políticas económicas de maduro. El crecimiento económico actual es inversamente proporcional al de los trabajadores, ¡de no ser así la economía capitalista no crece! La gente pobre se acostumbra a la desigualdad, lo que equivale decir que se resigna a ser un paria.
NO PODEMOS RETROCEDER MÁS, HAY QUE AVANZAR CON CHÁVEZ Y EL SOCIALISMO