Desde Enero 1958, hasta Enero 2025, habrán trascurrido 67 años, exactamente ese tiempo tiene la democracia liberal venezolana, cuyo inicio lo marcó el derrocamiento de la Dictadura del General Marcos Evangelista Pérez Jiménez, en cada uno de los periodos quinquenales de gobierno durante la etapa democrática, desde Rómulo Betancourt hasta Nicolás Maduro (2018), se respetaron de manera rigurosa los resultados electorales expresados en los escrutinios de las mesas electorales, amén del ventajismo, lo cual es otra cosa, pero ahora en las elecciones del 28-j, ocurrió un hecho inesperado, sorpresivo, y es que después de 67 años, apareció un "cisne negro", estadísticamente hablando, lo cual es una anomalía de la ciencia estadística, pero más allá de dicha anomalía, lo que ocurrió ese día, constituye un quiebre, algo asincrónico en el acontecer político venezolano en materia de elecciones presidenciales; pues en este caso el supuesto ganador no surge como resultado de la votación, (la mayor votación), sino como decisión arbitraria del CNE, y de la Sala electoral del TSJ, pero peor aún cuando contraviene el artículo quinto de nuestra carta Magna, que dice literalmente "que la soberanía nacional reside reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución, e indirectamente mediante el sufragio, y el artículo séptimo de la misma, dice a la letra "la constitución es la norma suprema y el fundamento jurídico, y los órganos que ejercen el poder público, están sujetos a la Constitución". Más claro no canta un gallo.
De tal manera que estamos en presencia de una situación inédita, al cual el pueblo venezolano no está acostumbrado, el gobierno madurista saltó a la torera las reglas del juego democrático, y la gran incógnita ahora es que hacemos?, y como dice una conocida canción del intérprete español Rafhael, que pasará, que misterio habrá, puede ser mi gran noche.
Los venezolanos demócratas vemos como única salida para el próximo 10 de Enero 2025, el día de la juramentación presidencial, el rescate de la Constitución Nacional, obviamente saltada por el gobierno madurista en estás elecciones, y en la perspectiva política consideramos necesario la búsqueda de un gran acuerdo nacional, no debemos seguir alimentando la confrontación, está comprobado que está vía nos lleva por un despeñadero de destrucción del país, la situación de los sueldo miserable que devengamos los trabajadores, y el estado deplorable de la salud y la educación venezolana no debe continuar, ya es hora de ponerle freno, y el 10 de Enero próximo es una fecha clave, para el inicio de la reconstrucción nacional.
(*) Miembro de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución.
