Parafraseando a Dickens, <<Venezuela vive el mejor de los tiempos porque es el peor de los tiempos>>. Es decir, estamos a las puertas donde podemos vivir un posible desmoronamiento de una realidad indeseable, por consiguiente, cabe asimismo la posibilidad de que emerja un mundo mejor. Todo depende de un chispaso popular y unitario
El actual régimen madurista de explotación, esclavitud asalariada y destructor capitalista de la V República, sabiéndose en una crisis de hegemonía sin remedio alguno, está a un tilín de apelar a un recurso extremo; convertirse en una vulgar tiranía para poder seguir sosteniéndose en el poder. Es decir, esto colocaría a Venezuela en el umbral desde donde sería lanzada en regresion histórica al siglo XIX. Nos dirigimos hacia un vacío de poder.
El madurismo - corriente contrarrevolucionaria que se enquistó astutamente en el cuerpo del chavismo con la misión de destruirlo - concretó su mandado de traicionar el proyecto de emancipacion, que comenzaba a dar sus primeros pasos pero que a pesar de todos los errores - ¿que lance la primera piedra quién no los tiene? se pudieron lograr importantes y significativos derechos y desarrollos sociales y politicos para el pueblo.
La realidad que tenemos ahora, es que el resultado de la traicion del madurismo, es el hundimiento de la vida del pueblo venezolano a niveles de derrumbamiento de lo publico socavando las bases del bienestar del pueblo. El madurismo destruyó los bienes y la moral pública ( la conducta malandra rige las instituciones ) y el grado de bienestar social que se había alcanzado con la revolucion bolivariana, lo revirtió privatizándolos y entregandolos al disfrute exclusivo de las clases parásitas capitalistas.
Pero, esa puñalada trapera que el madurismo le asestó al pueblo venezolano, le sirvió para ganarse el más amplio desprecio político del pueblo, los traidores terminan por ser repudiados. Ahora, lo que más desea el pueblo venezolano, lo unico que quiere es que el madurismo ya no esté más en el poder. Hay cosas, como Gould dice, que convienen que cambien por difícil que sea en una situación de equilibrio puntuado.
Sintiéndose entonces repudiado por la gente, el madurismo hubo de jugarse la carta de la trampa electoral del 28J contra la voluntad de cambio del empobrecido pueblo venezolano. Dicha trampa consistió en conculcarle a este último todos sus derechos civiles y políticos para inhabilitarlo de participar con su propia opción candidatural. Los nuevos capitalistas del madurismo, los viejos amos del valle ( los maricorinos) y el sindicato de los explotadores fedecámaras, sabían que si dejaban a las corrientes populares participar tal como está establecido en la constitución, esa inmensa población donde predomina el chavismo auténtico sin lugar a dudas hubiese arrasado en las elecciones, retomando así el camino iniciado por Chavez, pero sobre todo de aquel Chávez que se define más claramente al servicio del pueblo en el plan poscapitalista de la patria 2013-2019.
Tales indudables resultados eran la mayor angustia que mortificaban al madurocorinismo por ser los administradores y pilares que sostienen al capitalismo desastroso hoy en Venezuela. Este sistema a duras penas puede sostenerse, y por lo tanto se ve obligado recurrir al miedo para neutralizar a su sepulturero, el pueblo venezolano. Este sistema presenta profundas grietas por donde brota el magma de su propia destrucción, que amenazan su existencia. De allí, que se vieron obligados a escoger montar la trampa contra el pueblo, porque no podía permitir que emergiera una fuerza material popular anticapitalista ya que con toda seguridad se produciría la tan esperada y necesaria transformación revolucionaria.
De tal manera, que el madurismo y los maricorinos, se vieron obligados a ponerse de acuerdo, aún por encima de sus aparentes contradicciones de forma, de sus trifulcas por el poder, para montar contra el pueblo venezolano la trampa, y asi lo hicieron. Y como el show debía de seguir, mariegu ahora, haciéndose los inocentes, exigen al cne unas actas que no existen porque en la trampa por supuesto nunca se contempló que hubiera actas. Eso nada más se le ocurre a la izquierda idmundista.
Tampoco, puede desestimarse el gran aporte de alcahuetería que añadieron los demás partiditos de maletín, que hicieron parte del elenco que decoró el teatrillo electoral para que la trampa contra el pueblo se lograra tal cual había sido diseñada por el madurismo. Todos desde siempre sabían que el madurismo se quedaría con el triunfo, y que la función que jugarían cada uno de ellos era el de ser un pote de humo -por cierto, muy bien pagados - para ocultar la trampa contra el pueblo.
Nos parece necesario revisar el pasado reciente, volver la vista atrás infringiendo el mandato de Lot ( esperando mejor fortuna), ya que esa revaluación arroja en la presente situación multiples interrogantes que interpelan directamente a los destacamentos y grupos de avanzada y de resistecia del movimiento popular: ¿a qué se debe que desde el lado popular las respuestas políticas- orgánicas han sido tan insuficientes. ¿cuáles son las dificultades que impiden que no surja en el campo popular una alternativa unitaria que derrote el binomio madurocorinista como los principales enemigos del pueblo y la nación venezolana? ¿por qué no se ha encontrado todavía una solución de unidad? ¿no estará acaso haciendo falta el componente FAN en la construcción de la unidad necesaria, porque también son pueblo y sufren las injusticias y tienen deseos de que todo cambie? ¿ a que se debe que haya sectores honestos y progresistas que estén exigiendo que aparezcan una actas y que se le entregue el poder a la ultraderecha, cuando está suficiente demostrado que el 28J fue diseñado como una trampa contra el pueblo en donde la misma ultraderecha se presto para llevarla a cabo? ¿por qué no se ha podido evitar el antigua hábito del sectarismo, el dogmatismo y narcisismo politico que siempre ha entorpecido que las fuerzas revolucionarias se unifiquen? ¿por qué seguir privando al pueblo de tener su propia herramienta de liberación?
Ningún revolucionario, humanista y militante patriota venezolano tiene el derecho de poner hoy sus intereses personales, grupales e ismos dogmáticos descontextualizados por encima de la tarea de frenar el empobrecimiento y la destrucción de la República, nadie tiene el derecho de colocar sus aspiraciones personales en un momento cuando lo más importante es construir una fuerza material colectiva para salvar el país de la voracidad de la lógica del capital, tal comportamiento es tan criminal como criminal es lo que está haciendo el capitalismo contra el pueblo venezolano. A nuestro entender, los revolucionarios estamos obligados a suspender cualquier posicion sectaria y egocéntrica y concentrar todas nuestras energías en encontrar principalmente todos los puntos posibles de coincidencia que haya entre todas las partes necesarias, no hay objetivo mayor a conseguir que conciliar toda la variedad, y las diferencias mantenerlas en la agenda del debate sin que obstruyan el objetivo de la unidad.
Es decir, la tarea más urgente y estratégica en este momento es juntar toda nuestras energías físicas y espirituales que conduzca a la gran unidad del pueblo, eso si seria una fuerza material capaz de acabar con la explotación y la alienación del capitalismo. Pero de continuar dispersos, cada quien en su marchita parcela creyéndose los dueños de la verdad y presos de la arrogancia y de la quimera de creerse los hacedores de la historia, entonces preparemonos para sufrir una larga tiranía.
Por nuestra parte, seguimos insistiendo en la necesidad y pertinencia de construir la JUNTA PATRIÓTICA DE SALVACIÓN, en eso creemos, mas no nos cerramos a revisar otras opciones, porque entendemos y apostamos que el problema estratégico es la liberación del pueblo. De tal manera, que debe cerrarsele el paso a los insuficientes y maltrechos motivos individualistas que puedan aflorar. El proyecto estratégico no es otro que Venezuela, donde se despliegue una sociedad de productores de vida libremente asociados.