La izquierda exquisita

Hay izquierdas de izquierdas, en el mercado político Ud. las puede encontrar, escogerla y adoptarla a su medida. Algunas de ellas son refinadas, ideológicamente izquierda sólo en apariencia, es sólo una postura, pretenden ganar indulgencia con escapulario ajeno, aprovecharse de un sentimiento renovador, para satisfacer sus egos y aspiraciones políticas.

Lejos están estos arribistas de presentar una verdadera alternativa, frente al vetusto capitalismo que por siglos impide el verdadero de desarrollo de los pueblos social, económico y humano.

Para los de la izquierda exquisita, llamarse de izquierda, sólo una es una postura, de la boca para afuera, fotos de galería, captar a incautos románticos, posesionarse del poder político e iniciar un coqueteo, que muchas veces termina en tórrido romance con el sistema y los representantes de quien dicen adversar y combatir.

Ud. puede ver, que estos ejemplares de la izquierda exquisita, una vez que logran sus fines y se incrustan en los gobiernos, lo primero que sacan es un pañuelo y comienzan a mirar de reojo y hasta realizar gestos despectivos, contra otros gobiernos progresistas.

Es la primera fase, diferenciarse, la segunda, es comenzar a criticar, sin ni siquiera atender al pueblo que los ha elegido y la tercera a congraciarse con el supuesto enemigo que atacaron hasta el cansancio en la campaña electoral que los encumbró.

Al llegar al gobierno, comienzan a desligarse de los sectores populares, empobrecidos y de los indígenes que a lo mejor hipnotizaron con sus discursos en la campaña, pero que ahora los consideran un traste y tratan de apartarlos, bien lejos, para que no entorpezcan sus planes de coqueto y romance imperial.

Empiezan limpiando las botas, a los que. supuestamente, eran durante su campaña, "enemigos ideológicos", pero terminan lamiéndoselas, para mantenerse en el gobierno. Porque ahora, a ellos, lo que les interesa no es el bienestar del pueblo, ahora, el interés, es aferrase, con sus acólitos, a la silla presidencial, a toda costa.

Y en ese aferrarse a la silla presidencial a toda costa, dejan hasta los pocos vestigios de dignidad que les quedaba. Ya del coqueteo pasan directamente al colaboracionismo, sin ningún ápice de vergüenza, ya su compromiso no es con el pueblo que en una oportunidad los apoyó sino, con los que los mantienen en el poder.

En nuestra región, esta descripción que hago de la izquierda exquisita, es prácticamente el retrato hablado de algunos presidentes que han llegado al gobierno, haciéndose pasar por izquierdosos, engañando el sentimiento de cambio entronizado en amplios sectores populares y medios, pero luego que obtienen la banda presidencial, le dan la espalda, empiezan a coquetear con los supuestos enemigos ideológicos, que combatieron de boca, en la campaña, para luego entregarse y abandonar a la voluntad popular que los eligió ( ergo, el gobierno chileno y el muñequito de torta que lo dirige).

La izquierda exquisita, seduce, arrastra incautos, pero pronto queda al desnudo, mostrando su verdadero rostro: Farsantes y Cortesanos. "El poder, es como un violín. Se toma con la izquierda y se toca con la derecha."
EDUARDO GALEANO



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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