Definiciones para el futuro

  • Seguir haciendo política, de la forma en que la gente y los partidos o grupos políticos decidan, independientemente de las posiciones que tengan sobre lo ocurrido en las elecciones presidenciales del 28 de julio pasado, no significa en ningún caso pasar la página, en el sentido de olvidar y convalidar lo sucedido, entre otras cosas, porque en política lo ocurrido siempre estará presente e influyendo activamente a corto, mediano y largo plazo.

  • El golpe de Estado militar del 12 de abril de 2002, acompañado de una movilización nutrida de gente en las calles, que sin embargo ignoraba lo que sucedía, ocurrió hace casi 25 años y sus efectos están más que presentes en la política actual, pese a que podría decirse que Chávez, al regresar con el crucifijo en sus manos, había decidido pasar la página.

  • La vida del país continuó luego del golpe de Estado cívico militar de 1945, sin que esa continuidad haya significado que los venezolanos pasaron la página y se olvidaron y "perdonaron" a los golpistas, ni que ese golpe no hubiera marcado la política venezolana en lo inmediato y por muchísimos años más. Otro tanto ocurrió con el golpe de Estado militar de 1948, que fue determinante para los sucesos de 1958 en adelante.

  • No existe, por lo tanto, ese "pasar la página" con el que el extremismo opositor, arrastrando a algunos ingenuos, quiere chantajear al resto de los venezolanos.

  • El llamado reciente de María Corina y sus aliados, a no participar en elecciones hasta que se resuelva a su favor la controversia sobre la elección presidencial, significa creer que los procesos políticos y el país se pueden detener, paralizar, como ocurre en esas películas en las que el tiempo se detiene y la gente queda en la posición que tenía en ese momento. Es absurdo, es un hecho imaginario que nada tiene que ver con la realidad. No importa cuánto esfuerzo hagan para detener el tiempo, éste y Venezuela van a seguir su curso inexorablemente.

  • Ese llamado abstencionista demuestra que nunca han comprendido que todo lo que hicieron en este último cuarto de siglo fue un fracaso. Siguen pensando que han sido exitosos en sus políticas. Están tan disociados de la realidad que les es imposible siquiera aproximarse a la misma. Se sienten victoriosos, pese a que es Maduro quien se sienta en la silla presidencial y son ellos quienes huyen, se esconden y son víctimas del poder hegemónico del actual régimen.

  • La oposición al gobierno de Maduro, por las razones que fuere, es un inviolable derecho de la gente, siempre que se dé dentro del marco de la Constitución y las leyes, pues son estos instrumentos los que lo otorgan. La gente puede y debe organizarse, puede y debe participar en la política y, por supuesto, puede y debe participar en los procesos electorales venideros, sin limitaciones ningunas. El verbo "poder" es un claro mensaje al gobierno, que debe entender que llamar a elecciones no es una concesión, sino una obligación y que debe facilitar la participación del pueblo y respetar su voluntad una vez expresada.

  • La confianza en el CNE, que se venía recuperando lentamente, se perdió de nuevo casi por completo por la conducta ilegal e inconstitucional del organismo, al finalizar los comicios presidenciales. Esto es un obstáculo para reasumir con normalidad las elecciones, como actividad fundamental de toda democracia. La Asamblea Nacional debe designar nuevos miembros del Poder Electoral, ajustada totalmente a lo ordenado por la Carta Magna, sin que ninguna tendencia política sea mayoritaria en la composición del organismo electoral.

  • El escenario político y electoral nacional, bajo la influencia de las ilegales sanciones de EEUU, dista mucho de ser ideal para la realización de elecciones realmente libres. Un pueblo bajo sanciones económicas no está en las mejores condiciones para expresar su voluntad, la cual se ve influida por la profundización de la crisis económica generada desde el exterior. Debemos exigir la derogación de esas sanciones, para que la gente se pueda expresar libremente.

  • Se entiende, que los procesos electorales no pueden suspenderse por la existencia de las sanciones, pues significaría la pérdida total del control nacional de nuestro destino y su manejo desde el extranjero.

  • Así mismo, la actitud represiva gubernamental, muchas veces ejercida ilegal e inconstitucionalmente, no contribuye a normalizar el escenario político electoral, para garantizar la participación y la expresión libre de la voluntad soberana del pueblo venezolano. Hay que exigir cese de la represión, respeto de los derechos políticos, civiles y humanos y apego estricto al debido proceso judicial.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1125 veces.



Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

Visite el perfil de Luis Fuenmayor Toro para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Luis Fuenmayor Toro

Luis Fuenmayor Toro

Más artículos de este autor