En el supermercado me encuentro con el Zancudo, un compañero de viejas lides. Me invita a tomarnos un café, me dice que tiene buenas noticias. Subimos al segundo piso y en un cafetín hablamos.
Después de intercambiar noticias de la familia, hablar del Magallanes y del Caracas,
―El Zancudo entra en materia- Vengo llegando del exterior, participe en unas reuniones de chavistas de todos los pelajes, han decidido unirse, entienden que lo hacen o se pierde la república. Están decididos a formar una dirección que rescate al chavismo, empezando por el PSUVCH.
―Lo interrumpo- Zancudo, qué exterior vas haber ido tú, que no tienes pasaporte y ni un centavo partido por la mitad, no inventes.
―Seguro que fui, iba acompañando a un pesado, él pagó todo, salimos por Colombia, allá nos ayudaron.
―Okey, te voy a creer, pero cuéntame de las reuniones esas
―El pesado era el invitado, yo entraba en las reuniones coleado, a cuenta de su asistente, llevaba las carpetas. En las reuniones hablaron de ponerse de acuerdo, discutieron un Plan de la Patria del Retorno. Y de la urgencia de construir la referencia chavista. Uno de los chavistas pesados, que parecía el líder de todos presentó un informe de la situación en Venezuela, ese informe lo distribuyeron impreso, consta de varias hojas, aquí tengo la introducción para que no hables paja.
―Déjame verla.
―Toma, hombre de poca fe.
Era verdad, el balurdo fue a esas reuniones, aquí les transcribo párrafos de la introducción del informe:
Está claro que el madurato se encuentra en una posición inestable, la pantomima de la toma de posición no le ha dado legitimidad, al contrario le ha acumulado desconocimiento internacional, y profundo rechazo nacional. Ahora, hacia dónde se resolverá la inestabilidad es la cuestión principal de la política.
El problema principal del capitalismo, del imperialismo, es como conseguir una transición pacífica. Ésta posibilidad se topa con la terquedad del madurato, que en el pataleo por permanecer intenta construir una realidad y una legalidad falsas, que lo debilitan más cada día, y alejan la posibilidad de una transición pacífica.
¿Cuál será la solución?
Podría descartarse la transición pacífica y la intervención extranjera, la primera por la terquedad del madurato, la segunda por el alto costo político. Nos queda el golpe como urgencia para impedir la disolución de la República. Falta dilucidar el signo de este golpe inevitable.
Puede ser un golpe de derecha, de aroma fascista, que instaure una dictadura férrea que imponga el capitalismo a sangre y fuego. En este caso la lucha política se centrará en luchar contra la dictadura a cualquier precio; de esta manera el país retrocederá a la época de peréz jiménez, de la lucha inocente por salir de la dictadura que condujo a cincuenta años de pacto de punto fijo.
Puede ser un golpe “democrático”, que después de un tiempo prudencial llame a elecciones y restituya la democracia burguesa.
Puede ser un golpe chavista, combinado el factor militar con un poderoso movimiento civil que agrupe el descontento nacional. En este caso se verá cuan profundo se sembró el espíritu del Comandante Chávez en este pueblo civil y militar, si es capaz de guiar las luchas por la reconstrucción nacional.
No sabemos, cuál será la solución a esta inestabilidad, lo que sí es seguro es que en los próximos días se decide el futuro de la Patria. Los chavistas tienen dos conductas posibles. Una permanecer congelados, hablando opinando desde las gradas, volteados de espaldas a la realidad presenciando como la República se disuelve, y el chavismo se desvanece en el ingrato olvido....
El Zancudo, envalentonado con la demostración de su asistencia a las reuniones, continúo su charla
―En la reunión final llegaron a unos puntos que permitirían unir a todos, recuerdo algunos:
· Lucha contra el madurismo, explicar que no es chavismo sino todo lo contrario.
· Lucha abierta y franca por el Socialismo.
· Un plan de emergencia económica que rescate el salario y las prestaciones.
· Revertir las privatizaciones.
· Un plan especial para rescatar a PDVSA.
· Liberación de todos los presos políticos.
Después, nuestra conversación derivó a hablar de otros temas propios de cafetín. Yo quedé muy contento, esas buenas noticias, abren una ventana a la Esperanza. Me fui a la casa con la sensación que Chávez vive en la lucha por el Socialismo, no le hemos fallado, no todo está perdido.
¡CHÁVEZ VIVE!!