Quien me conoce sabe que no soy amigo de las lisonjas. De hecho, he pagado un precio muy alto por ser frontal, por decir cómo veo las cosas y lo que mis análisis me dicen que ocurrirá. Esta vez no es distinto, porque mi olfato me dice, con respecto a las elecciones internas del chavismo, que ya todo está cocinado; y que, además, Nicolás está jugando una carta muy peligrosa, porque le está confiando su destino a las masas. Digamos que se la está jugando con ellas. Pero soy un viejo político. Es uno de mis karmas, que comparto con tres aficiones igual de amadas: la música, la historia y la literatura. Y por encima de todas, conocer a los seres humanos. Me encantan las personas, criticar sus estupideces y apreciar sus genialidades, ver sus virtudes y sus defectos, verlos caminar sin destino, sin rumbo, sin siquiera saber por qué caminan o hacia dónde caminan, y para qué caminan. Solo caminan sin saber a dónde van. Es un estigma terrible.
No quiero pensar que este pueblo será engañado de nuevo y que ya su destino está decidido. Pero conociendo el cebo de mi ganado, es seguro que ya están hechos los números, que no repetirán casi ninguno de los gobernadores, ni de los alcaldes, ni de los diputados y concejales, por lo que, sin duda, habrá una oportunidad para todo ese liderazgo que está oculto porque lo tienen bajo la sombra. El problema está en que ya está decidido quienes irán, o por quién sustituirán a los que se van. Y de seguro que ya la lista está hecha.
De cualquier manera, es fundamental entender que estamos viviendo uno de los procesos históricos más difíciles en la vida de esta hermosa nación. Comenzando por las casi mil sanciones impuestas por el Big Brother y terminando por el comportamiento de algo que en principio pudo llamarse una oposición política, pero que terminó siendo una manga de cuatreros y de bandidos, planificando cómo asesinar al sheriff del pueblo y a sus alguaciles.
Y en esa vía, debemos reconocerle a Nicolás, que ha sido no solo un batallador político, sino un estratega, que ubica al enemigo primero y luego embate con una gran capacidad. Definitivamente es a él a quien debemos la permanencia de este proceso político. Fue su análisis el que dio al traste con todas las estrategias del enemigo, porque eso es, un enemigo y no una oposición política. Todos forman parte de la banda, aunque ahora pretendan decir que no, todos le aplaudieron, a la calladita, en espera de que La Interfecta tuviera éxito en su arremetida contra el proceso político y esa pérfida campaña, para desgraciarle la vida a los venezolanos. Todo eso lo enfrentó el hombre de Miraflores, a quien por cierto los imbéciles han tildado de cobarde. En más de una conversación con camaradas, he dicho que para nada quisiera estar en el pellejo del pana Nicolás.
Nunca he entendido porqué un diputado quiere ser tal, o un concejal, o un alcalde o un gobernador. Cualquiera de ellos tiene trabajo en exceso, porque no olvidemos -generalmente lo olvidan- que están allí en representación de una comunidad. Y lo primero que deberían saber es de qué tamaño es su comunidad, cuántas universidades tiene, cuántas escuelas, liceos, hospitales, CDI, Barrio Adentro, cuántas zonas industriales, qué tipo de industrias, qué tipo de empleos generan, cuál es su población, cuántas mujeres, hombres, niños y personas de la tercera edad viven en ese territorio, cuántas instalaciones deportivas, piscinas, canchas, etc. Incluso cuántos atletas tiene esa comunidad. Cuántas calles, avenidas, árboles (cuáles son frutales y cuáles ornamentales) cuántos parques de recreación, cuántos policías por habitantes, si el transporte funciona o no, y una larga cadena de etcéteras. Es lo primero que debe saber un funcionario de esta categoría y que aspire a cualquiera de esos cargos. Y por ello, lo primero que debe hacer, es instalar una oficina pública, con asistentes, empleados del Parlamento, cuyo trabajo es precisamente ese. Y si lo hiciera, con toda seguridad que ese parlamentario, gobernador o alcalde, no tendría tiempo para ninguna otra cosa.
Por qué alguien quiere un cargo de estos, si no tiene idea de hacia dónde va. Esa ausencia de objetivos, es lo que genera los actos de corrupción, la burocracia y la incapacidad de enfrentar a sus electores.
Aún no estoy seguro de que aparezcan nuevos actores en este panorama, dentro de este proceso que todos se empeñan en llamar revolución, pero que nunca lo ha sido. Mucho menos podemos llamarlo socialismo. Sistema que ninguno de nosotros vera, porque los procesos políticos son largos y muy complejos, y ninguno más complejo que el venezolano.
Pero no hay duda de que hay un entusiasmo impresionante con esto del poder popular y de lanzar candidatos -lo que nunca ocurrió, porque todo siempre fue a dedod-, y de la elección por las bases, y de los proyectos, y del emprendimiento. Razón por la que la gente está lanzando a sus candidatos, cosa que se ha debido permitir hace años, porque no hay mejor monitor que el pueblo mismo.
Tengo muchos camaradas por quienes siento mucho respeto y mucha admiración. Algunos son incluso amigos, con quienes he recorrido un largo trayecto en esta batalla de todos los días, porque la acción revolucionaria termina traspasando los límites de la solidaridad y se convierte en afecto, que es cuando se hace presente la hermandad. Hay muchos en Carabobo que gozan de mi afecto y de mi infinito abrazo. Pero como soy un postulante, cuatro camaradas deben estar en el Parlamento, porque reúnen tres condiciones sine qua non para estar allí: tienen formación política, son trabajadores de 24 horas y no están metidos, ni lo han estado, en hechos de corrupción. Dos son educadores, uno es ingeniero y el otro es economista. Los profesores Ofman Bolívar y José Gregorio Hernández; el ingeniero Luis Barrios y el economista Julio Fuenmayor. Con los cuatro he convivido por largos tiempo. A los cuatro los he visto pelar bolas en serio. A Ofman le quitaron a punta de fusil la camioneta y nunca pudo recuperarla, vive en un barrio de Valencia y es profesor en un liceo del sur. Es el jefe de Alexis Vive en Carabobo y por años ha sido pateado por el poder “chavista” para que se muera de hambre junto a los camaradas que conforman la comuna El Panal 2021. Es un lector incansable, con una gran claridad ideológica de lo que es el proceso y hacia dónde debe mirar.
Por otra parte, he visto a Cheo esperar a que le paguen 50 para completar para comprar un repuesto para su carro, un carrito que se cansa de que él le exija y le exija, pero nunca le dé. Cheo es doctor en historia y una de las cabezas pensantes más inteligentes que conozco. Profesor universitario venido de los más bajos niveles de pobreza de la Valencia de mediados de siglo pasado.
Luis es un batallador con altos conocimientos de ingeniería y planificación. Presiona a su gente todos los días para que lean un libro. Mantuvo a raya a los comanditos de La Interfecta el 28 y 29, para contener la violencia en el sur de Valencia, donde los disparos estaban a lo orden del día. Es un incondicional de este proceso. Viene de llevar palos y gas lacrimógeno en sus tiempos estudiantiles de educación media y universitarios, cuando Salas mandaba a matar a la gente.
Y también soy postulante de Julio Fuenmayor, quien fue alcalde de Valencia y una pérfida jugada que pretendió asquearlo, lo sacó del cargo. Julio viene de las batallas estudiantiles universitarias. Hijo de comunistas, economista y para muchos valencianos el mejor alcalde que ha tenido la ciudad. Recuerdo que hace dos años, un amigo muy circunspecto, duramente criticado por su cara de perro, pero un ser humano excepcional, para quien un revolucionario debe ser una especie de Dios, por lo que a todos les encuentra defectos, me dijo, con su voz ronca bordeada de humo de cigarrillo: “yo no había visto un tipo que le echara tantas bolas a una ciudad como este tipo. No hay un problema que no haya atendido. Merece ser gobernador, pero lo van a descoñetar”. Hace como dos meses lo vi y solo me dijo, “Olmos, uno de nuestros graves problemas en esta revolución del coño, es que cuando alguien sirve, de una vez surgen los enemigos. Te dije que este bandido no lo iba a dejar llegar”.
Si es como yo creo, que ya todo está decidido y que irán al Parlamento los que están en la lista, espero que estos cuatro nombres estén sin ninguna duda. Serán con seguridad grandes parlamentarios y harán un trabajo excelente en función del desarrollo del proceso y del crecimiento de los venezolanos en busca de la justicia social. Parafraseando a mi gran camarada, Lina Ron, con ellos me resteo.
Caminito de hormigas…
Increíble. En el reciente operativo de la Misión Nevado para vacunar a los perros y atenderlos, los veterinarios se cogían las vacunas para negociar con ellas. “Mira Olmos, las puso el estado para los más necesitados y este montón de escuálidos de mierda, se la roban y la ofrecen a un precio mayor por el simple hecho de ir a tu casa a ponérsela a los animales. Son unas ratas”. Este cronista lleva 5 meses sin gas en el sitio donde vive. No aparece por ningún lado ningún funcionario que dé alguna explicación al respecto. Cómo no va a arrecharse uno.