El siglo XXI venezolano emerge desde la literatura evocando los años sesenta con la novela de Alberto Barrera Tyszka (1960), "Patria o Muerte" (2015), (1) Premio Tusquets Editores de Novela.(2)
El título de la novela y el contenido de la narración engarzan dos momentos bajo un mismo simbolismo y dos contextos históricos diferenciados en las luchas revolucionarias Sudamericanas. La narración nos muestra un país sumergido en una compleja trama política-ideológico por donde transcurre su cotidianidad, en el marco de una profunda polarización política entre su población, dentro de un contexto Internacional marcado por la confrontación entre potencias imperialistas que hacen la guerra por el reparto del mundo.
Venezuela, un país fracturado donde la realidad local es consecuencia de los embates de lucha entre potencias imperiales. Coyuntura internacional que sitúa al país en uno de los principales centro de los acontecimientos, dado el carácter de país poseedor de riquezas minerales-petroleras, por un lado, y la cercanía geográfica con el primer centro de poder imperial del mundo actual, por el otro.
Tyszka es un escritor venezolano, nacido en los años sesenta,egresado de la escuela de Letras de la Universalizad Central de Venezuela, en donde imparte clases de Crónicas. Es guionista de televisión en serie de ficciones de Argentina, Colombia y México. Tiene una significativa obra entre las cuales destaca "Patria o Muerte", novela de la cual nos ocupamos. Entre sus obras encontramos También El corazón es un destino (2001), La enfermedad (Premio Herralde de novela2006) y Rating (2011). Libros de cuentos, Edición de lujo (1990) Perros (2006) y Crimenes (2009). Poemarios Coyote de ventanas (1993) y Tal vez el frío (2000)
Patria o muerte es una novela donde su autor, más que mostrarnos un clásico personaje en torno al cual se teje una trama, nos muestra la cotidianidad del siglo XXI en una ciudad como Caracas, pero que también puede ser cualquier capital latinoamericana. Capitales de países signados por la impronta de su destino de pueblo paria frente al mundo mundo desarrollado.
La narración de los hechos de la cotidianidad de esa población habla por sí misma; es decir, el sentido vital de los hechos sociales trasciende las intensiones del autor. Hecho que nos recuerda a Unamuno, lector del Quijote, que nos decía que éste iba más lejos que Cervantes en sus reflexiones sobre la locura. Estamos pues inaugurando un un nuevo siglo en plena gestación un devenir desconocido que desborda las expectativas de todos nosotros.
En la narración se nos muestra a Caracas, con su especificidad de ciudad polarizada política e ideológica en el marco de una revolución, cuya cotidianidad se expresa en sus sujetos urbanos, principalmente de clase media, con sus necesidades específicas. La diferencia con otras capitales latinoamericanas, a pesar de vivir una situación común, es el acento puesto en el discurso político ideológico con que se la describe la realidad, independientemente del sector de donde provenga el discursos, bien de sectores "progres" o de derecha.
La realidad se nos muestra en dicha novela a través de dos ciento cuarenta y seis páginas, agrupadas en treinta capítulos, donde transcurre la vida de los personajes, con sus relaciones y problemas, como ya hemos indicado, en el marco de una estructura social subdesarrollada. El personaje principal será, pues, la ciudad, caracterizada por los problemas comunes que vive la población caraqueña, enlazada a un futuro incierto
tras la potencial muerte del caudillo que maneja el poder, haciendo de nuestro devenir un horizonte incierto.
La trama que se nos narra se desarrolla a partir de los hechos de vida de personajes comunes y corriente de toda ciudad, tales como, como inquilinos de un edificio de apartamentos habitado por una pareja y un niño, cuya dueña que ha regresado de EE.UU tras el fracaso en sus negocios tiene que regresarse al país y no tiene donde vivir, dada la protección que da la ley a ciertos inquilinos.
Un administrador del condominio de profesión médico jubilado, cuya mujer es una furibunda antichavista que raya en la enfermedad. Un sobrino perteneciente al ámbito del gobierno que posee algunos vídeos hechos desde desde su lecho de enfermo en Cuba en un teléfono celular donde se revelan las reacciones del caudillo enfermo y su terror a la muerte; el cual busca vender a una periodista estadounidense, viviendo el clima de tensión en medio de los agentes cubanos de seguridad.
Una madre soltera que vive aislada con su hija adolescente en un apartamento, cuya única ventana con el mundo es un televisor a través del cual se entera de las noticias de la ciudad. Su destino es ser asesinada por delincuentes en un robo en moto, cuya muerte da paso a una historia de niños que se encuentran virtualmente, tras vivir escondidos de la violencia de la ciudad; de allí nace una relación a través de Internet bajo el signo de la virtualidad de la vida. Un periodista desempleado, que fuera reportero de sucesos en un diario capitalino, siendo despedido por que la política era reducir las noticias violentas para evitar complicaciones al gobierno. Como alternativa de supervivencia decide escribir un best-seller para salir de abajo; tras tanto temas gastados, la editorial le sugieren escribir sobre Cháves y su enfermedad.
Abordemos ahora algunos de los elementos significativos de la novela, más allá del hecho estrictamente literario, en tanto que, anuncio y denuncia de la realidad social actual venezolana. Detengámonos en el título de la novela.
Una primera lectura del título de la novela nos remite a un momento particular de la insurrección armada latinoamericana tras el surgimiento de la revolución cubana en 1958 y que se expresaba en la consigna "Patria o Muerte". Su empleo en tiempos actuales no parece ajustarse al sentido político actual del tiempo y del proceso de la revolución bolivariana. La implicación del compromiso revolucionario, comparativamente entre una revolución y otra, a una distancia de medio siglo de ambos procesos, parece señalarlo. En la primera, la fuerza y el riego en la acción marcaban la actitud militante; en la segunda el discurso ideológico y el funcionariato gubernamental en remplazo de la militancia, marcan la acción en un proceso político progre..
El autor mantiene el interés del lector en la narración relacionando la pequeña trama del ciudadano y la del caudillo con su expectativa de muerte. Recurso que atraviesa de manera transversal toda la narración, donde resalta el proceso político que trasciende de lo real a lo mítico encarnado en un hombre. Signo que emerge constantemente en nuestra realidad Sudamericana.
La aspiración a conquistar la libertad implicaba la muerte sino no la alcanza. Esta ha sido, más que una tesis un hecho histórico. Allí se pone en evidencia el sentido de la política al asumir la vida como utopía y la honestidad intelectual como consecuencia del accionar político.
Notas.
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(1) Patria o Muerte. Alberto Barrera Tyszka. 1ra edición 2015.Editorial Planeta Colombia, S.A. Tusquets Edtores, S.A. Barcelona España.
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