Las señales son claras, el futuro se augura terrible, como nunca antes se vio. ¿Qué tiene que pasar para que despertemos?, o seguiremos dormidos hasta que ya sea tarde. Se comprende la parsimonia, estos peligros nunca los habíamos vivido, es difícil aceptar que avanzamos hacia el abismo.
¿Vamos a entregar el sueño, sucumbirá la Patria sin ni siquiera un grito de protesta?
¿Quién, quiénes dirán presente en esta hora de la Patria doliente?
Alguien aparecerá, algo pasará, siempre ha sido así. Cuando creían que la colonia era infinita, más allá no había nada, sucedió el 19 de Abril, surgió Bolívar y la Independencia. Cuando no había esperanzas la dictadura del pacto de punto fijo sería para mil años, surgieron los jóvenes del 4 de febrero. Cuando el mundo se perdía en los abismos de la iniquidad capitalista surgió Chávez y gritó: ¡El Socialismo vive!
La situación es terminal, la masa sin rumbo, sin líderes sólo atina a huir, a divagar por un mundo hostil que mata las esperanzas. No tiene razones para quedarse, no tiene a quien seguir, no encuentra el camino al futuro.
El camino existe, los líderes existen… Falta la acción, que sintetice el pensamiento, el sentimiento del futuro, que muestre a los líderes y señale el camino. Esa acción, esa peripecia, será como un rayo, una puerta que se abre en la oscuridad, un revivir de la Esperanza.
Será obra de unos hombres, pero puede ser el gesto de uno solo, será un símbolo, un latigazo. La historia está llena de ellos. Sera una acción, pero puede ser una frase: doscientos años de calma no bastan. “Por ahora”. “Vuelva al Cabildo”. Puede ser un gesto como el de la banda marcial de Miraflores que se negó a tocar el Himno a carmona.
Las condiciones objetivas están dadas, vivimos una guerra contra la sociedad, padecemos un verdadero ejército invasor: desmanteló las líneas de suministro; liquido la estructura social, no hay ley, no hay economía, no hay salud, educación, la sociedad está en desbandada. Y lo que es peor se perdió el apresto espiritual, se extraviaron las razones sagradas de la vida social. La idea, el sentimiento de Patria, de pertenencia a la Humanidad ha sufrido duros golpes.
Esa acción, esa epifanía, será el factor espiritual que impulsará las luchas redentoras. Después de ella todo cambiará, habrá razones para quedarse, para luchar, el futuro está aquí, la Patria renacerá.
Ese día, esa madrugada de luz, todo cambiará, caerán las mentiras, surgirán las certezas, volverá el sentido de pertenencia a la sociedad, a la Humanidad. Volverá el orgullo de ser venezolano, de pertenecer al pueblo que vuelve a marchar a la vanguardia hacia el futuro, que enfrenta a imperios y los vence con el coraje, con la verdad.
Los días pasan…
La Patria espera.
Estamos seguros, que la acción se producirá, y ese día se estremecerá lo mejor de este pueblo heredero de Bolívar, y el pueblo identificará a sus líderes y juntos retomarán el ejemplo que Chávez dio.
¡CHÁVEZ, ACCIÓN!