La reacción ante la propuesta de Reforma Constitucional ha develado la lucha de clases que se desata en lo externo y en lo interno de la revolución. En esta batalla campal, las ideas personifican las clases enfrentadas.
Unidad y lucha de contrarios. La realidad de una social solo puede explicarse a través de la dialéctica. Fue Engels, el compañero de Marx, quien mejor explico este concepto. Él dijo: ”Para la filosofía dialéctica no existe nada definitivo, absoluto, consagrado; en todo pone de relieve lo que tiene de perecedero, y no deja en pie más que el proceso ininterrumpido del devenir y perecer, un ascenso sin fin de lo inferior a lo superior, cuyo mero reflejo en el cerebro pensante es esta misma filosofía."
Toda revolución pretende la transformación de lo viejo; de las viejas relaciones de producción; de la vieja sociedad; de las ideas, por lo nuevo. Pero ninguna transformación podrá emprenderse al margen del Estado, ni destruyéndolo.
La errada concepción de la realidad como la equivocada interpretación de las ideas, traen consigo el peligro del extravío. El actual eslogan de muchos “socialistas”: “Democracia Directa”, nos plantea una gran desviación. Expliquemos.
Estos “Socialistas”, utilizando medias verdades, definen al Estado, simplemente, como un instrumento opresor perteneciente solo a la burguesía y que su naturaleza reaccionaria le imprime su realidad corrupta, burocrática y ajena a los intereses del pueblo, razón por la cual debemos, según ellos, destruirlo. Nada más alejado de la razón. Para nosotros, es el Estado la máxima organización de la sociedad. Gramsci la definía “como la forma concreta de la sociedad humana… un sistema y un equilibrio de instituciones concretas, en las cuales la sociedad adquiere conciencia de su existencia…y únicamente a través de las cuales existe y se desarrolla”. En el fondo ellos proponen la segregar nuestra sociedad, disfrazando este absurdo cometido con las banderas del Poder Popular para desvirtuar el significado revolucionario de esta última.
No son verdaderos socialistas los que atenten contra el Estado, son anarquistas y anarcosindicalistas. Su propaganda es utópica y peligrosa. Decía Gramsci “en la dialéctica de las ideas, la anarquía es la continuación del liberalismo (ideología de la pequeña producción artesanal), no del socialismo; en la dialéctica de la historia, la anarquía se ve expulsada del campo de la realidad junto con el liberalismo. Cuanto más se industrializa la producción de bienes materiales menos adeptos tienen estas ideas”.
En resumen, podemos decir que: los Socialistas apostamos por la transformación del Estado Burgués, el verdadero enemigo de la sociedad, por un nuevo Estado Socialista, que es muy distinto a pretender destruirlo. “En la naturaleza nada se destruye todo se transforma”. A. Lavoisier... (Continuará)
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