El desarrollo del socialismo del siglo XXI, más que una teoría elaborada en un laboratorio a partir de hipótesis cargada de la imposición racional científico técnicas que implica el pensar y luego hacer, invierte el proceso para ubicarlo en su dimensión espacio temporal, y va de la praxis a la conciencia, al conocimiento y por ende a una ciencia, mesurable, sistematizada y de profundo arraigo en la realidad concreta.
Es por ello, que esta propuesta de cambio, cala en todos los pueblos del mundo, pues al partir de las condiciones objetivas del devenir histórico cultural particular de cada una de las naciones, el socialismo del siglo XXI propuesto por la Revolución Bolivariana, se erige como una verdad colectiva, social y a nivel de las exigencias de un mundo marcado por las consecuencias nefastas del capitalismo salvaje impuesto en el planeta luego de la declaración imperial del fin de la historia.
Ahora bien, a casi 20 años de la caída del Muro de Berlín, el derrumbamiento de la URSS y la declaración de la muerte a toda teoría social a favor de los pobres del mundo, la propuesta del Socialismo Bolivariano del siglo XXI, despierta a los pueblo y toma las riendas del poder político, sobre todo, en los pueblos mas golpeados del tercer mundo, derrocando por la vía pacífica a las clases dirigentes que durante todo el siglo XX se plegaron al mandato de USA.
En ese sentido, hemos visto como rápidamente los pueblos liberados que han asumido al socialismo del XXI, están pasando de la inopia de la historia de la modernidad del pasado reciente, a la construcción de nuevos espacios que involucran lo ético, moral y cultural autóctono, para el logro de una integración con el mundo que trascienda lo meramente económico dando paso a lo social.
En consecuencia, mas allá de la globalización, el libre mercado y la enajenación cultural de lo autóctono, el socialismo del siglo XXI, plantea la integración de los pueblos y para ello propone el desarrollo de la multi polaridad, o lo que es lo mismo, el desarrollo de bloques continentales que permita elevar las posibilidades de crecimiento social, económico colectivo explotando de manera racional y conjunta los recursos naturales y humanos que posean los países que los integren.
Es importante destacar que esto solo es posible en el marco del socialismo, pues su carácter eminentemente social, va mas allá de los saldos monetarios que se logra en las ventas de mercancías, razón por lo cual se distancia del mercado para ubicarse en el intercambio de su potencial material y humano, lo cual conforma una excelente oportunidad para la conformación de polos de desarrollo real.
La multi polaridad es para el planeta una vía con la cual alcanzar altos niveles de participación de la humanidad sin distingo de raza, credo o cultura. Ya Venezuela ha dado los primeros pasos, con el gasoducto Transoceánico, Tele Sur, Petrocaribe, Universidad del Sur, Banco del Sur, el Alba, entre otras alianza que a diario se incorporan al conglomerado estratégico de integración de los pueblos del sur el Caribe, que abarcan lo político, social, cultural en el marco del respeto a las autonomías nacionales de sus integrantes.
Por último, podemos asegurar que de seguir por esta vía, la derrota del imperio y sus secuaces esta garantizada en este siglo, pues al desmontar el paradigma de la explotación irracional del planeta en nombre del progreso, se potencia la vida.
(*) Dr. Profesor Investigador de Políticas Públicas y Desarrollo Económico
Decanato de Postgrado UNERG
Analista Internacional
angeltortolero@gmail.com