Bien clarito lo dejó el Comandante, las tres R: Revisión, Rectificación y Reimpulso, con CADIVI el proceso empezó poco antes que el presidente las anunciara. Desde los últimos días de diciembre pasado comenzó el debate, por aquí mismo por Aporrea comenzaron a resonar las primeras reacciones, nadie estuvo ajeno, todo aquel que se sintió perjudicado alzó su voz, la primera R había salido a relucir, Revisión. Cada uno de nosotros puso bajo la lupa las medidas tomadas por el Rodrigo que perdió la Cabeza, Alcides y el Sr. de Cadivi, casi todos coincidimos, la excusa dada: “tendrán que pagar justos por pecadores” no era más que un vil maquillaje a la incompetencia, se nos negó el derecho al trato igualitario y fuimos dejados en las fauces de una bestia tan despreciable y sanguinaria como los empresarios especuladores que abundan en nuestras calles, ahora tendrán dominio total sobre nosotros, aquellos 400 $ que pretendían acabar con la gastadera “superflua” no eran más que un pañito de agua tibia como para decirnos “por lo menos no se los quitamos todos”.
El pueblo siempre fiel a su Comandante había hecho caso a sus palabras mucho antes que él las dijera, con un sabor a amnistía en la boca que parecía tan amargo que sabía a impunidad, continuamos revisando y no tardaron en salir algunos, que bajo las luces de las cámaras, defendían esas decisiones excluyentes, clasistas y benefactoras de los que se llenan los bolsillos delinquiendo, estos defensores esgrimieron sus argumentos, para ellos la idea era excelente, nosotros estábamos equivocados, pero no se daban cuenta que ya habíamos sacado la lupa y era fácil notar cuánta ignorancia de la situación había en sus palabras.
De todo ese movimiento de debate y revisión, compartiendo con otros compañeros afectados me fueron llegando algunas ideas que me parecieron lo suficientemente buenas como para que incorporemos la R que sigue, la Rectificación. Algunos dijeron que debíamos rectificar, porque con esta actitud poníamos por delante nuestros intereses personales y no los de nuestra nación que se desangra cada día un poco con cada dólar que se vende en el mercado paralelo, en lo último estamos de acuerdo, pero no creo de ningún modo que sean intereses personales, reclamamos por nuestro derecho, estamos cansados de ser excluidos, no puede ser que se pretenda tapar el sol con un dedo y hacernos creer que esa es la panacea, ahora bien, es necesario dejar claro que tampoco debemos permitir que por unos pocos mafiosos nuestro país y nuestra economía se vayan al caño.
Estamos obligados a aportar soluciones, para que la primera R dé su fruto y alimente a la segunda R, en un correo electrónico un compatriota llamado Gustavo me planteaba, por qué no reunimos firmas, unas 1.000 por lo menos, de esos “justos que estamos pagando por pecadores”, que usamos el cupo de manera correcta y tenemos los comprobantes para probarlo, redactamos una carta en la que se proponga revisar estos casos y que se nos reponga el cupo de 3.000 $ al que tenemos derecho. La idea no parece nada descabellada para mí, esto cambiaría el sentido al sistema de auditoría que ha utilizado CADIVI, motivaría al usuario a utilizar de manera responsable y adecuada su cupo a fin de preservar su derecho a tener acceso a las divisas el siguiente año; además, para evitar la falsificación de documentos que pudieran servir de comprobantes a esos que hayan malversado su cupo, sería pertinente que las entidades bancarias entreguen a CADIVI los listados de movimientos de los usuarios, para que luego sean comparados con los recibos presentados por el usuario y así verificar la validez de esos comprobantes. También, a fin de evitar la violación de la privacidad del usuario al requerir la información de sus movimientos, solicitar a los bancos únicamente los datos referidos a la fecha de sus consumos, monto y la empresa extranjera que recibió el pago. Así también, para lograr incluir a los que, por no cumplir con los requisitos mínimos no tienen la oportunidad de optar a una tarjeta de crédito y a aquellos que simplemente no quieren participar en el actual sistema de crédito y endeudamiento que acarrea tener una tarjeta de esas, propongo que sean los bancos del Estado los únicos autorizados para otorgar las tarjetas pre pagadas, con lo que el sistema bancario estatal pasaría a tener un rol más importante en la asignación y distribución de divisas y ayudaría a cumplir con la meta planteada por el ministro Isea de fortalecer y unificar la red de bancos públicos.
Este es uno de los muchos frutos que puede dar nuestra Revisión, está en las manos de nuestros funcionarios en CADIVI escuchar a nuestro Presidente y aplicar la RRRectificación, seguiremos revisando y esperamos construir ideas propositivas en muchos aspectos como requiere nuestra nación.
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