Perdí a mí amada Madre hace 4 años y todavía creo que siempre está a mi lado, siempre tendré un momento en el día, para hablar con ella y pedirle un consejo, recordar su ternura y darme fuerza para enfrentar la vida. Hoy el compañero Aristóbulo, tiene un pesar muy hondo, que solo conocemos los que hemos vivido ese momento; a él mi más sentido de solidaridad y mi consejo: “La Madre nunca muere, solo se alejo un poco de nosotros, pero siempre estará en nuestro corazones y nos dará un bello consejo”. Lo que si no puedo compartir es que se gasten 15 paginas enteras en un diario de circulación nacional, para decir como hace la oligarquía burguesa y el modelo capitalista, que lo sentimos mucho Aristóbulo; esa vaina me parece una patada a todas las madres de nuestros barrios que se alejan de sus hijos, para luego reencontrarse en un mundo más humano y hermoso.
Se que Aristóbulo es el primero en condenar este acto que no es ejemplo de revolución, hasta cuando se hablara de inclusión y lo que demostramos con hechos es otra vaina.
Para aquellas madres que han muerto y que sus hijos no pudieron pagar ni dos líneas ni siquiera en un periódico regional para recordarlas; para ellas, mujeres heroicas del silencio, vaya mi aprecio y mi deseo de que desde ese hermoso paraíso siempre estén cuidando a sus hijos.
Profesor
Universidad de Guayana henryantonio@cantv.net