Ante las batallas electorales que se avecinan, tanto los revolucionarios como los simpatizantes del proceso de cambio venezolano y latinoamericano, debemos prepararnos para enfrentar a las potencias imperiales y sus lacayos locales, que intentan reconquistar el terreno parcialmente perdido en las diversas instituciones del Estado Venezolano.
Nuestra lucha debe centrarse en examinar las condiciones reales en que vive la mayoría de la población que nos rodea, precisar sus necesidades y generar soluciones oportunas que faciliten la toma de conciencia de la gente por construir una comunidad y un mundo mejor. Todos nuestros gobernantes y candidatos a órganos de poder ejecutivo o legislativo, debemos establecer equipos de trabajo lo más competentes y unitarios posibles en función de lograr óptimos resultados en bien de las entidades donde haya que actuar.
Los compatriotas que resultemos elegidos o elegidas, estamos en el deber de trabajar por escuchar a los electores desde los puestos que nos toque ocupar. El verdadero triunfo, es cumplir con el mandato popular, visitando constantemente a las comunidades, escuchándolas y generado respuestas que realmente satisfagan sus necesidades. Los funcionarios cometas, no son la solución, toda vez que estos sólo se recuerdan de la gente en la época electoral. Lo sensato es que los candidatos, junto con el partido y las organizaciones populares, hagan una verdadera alianza capaz de generar condiciones subjetivas y objetivas en la construcción de una verdadera patria socialista.
En cuanto a las posturas de orden ideológico, debemos recordar que el PSUV nació del Socialismo del Siglo XXI, cuyas raíces o fuentes doctrinarias se nutren del cristianismo primitivo, de lo mejor del siglo de la ilustración, del árbol bolivariano de las tres raíces, de los grandes pensadores del socialismo científico y de un conjunto de luchadores e ideólogos del siglo XX, entre los cuales están Mao Tsetung, Mariátegui, José Martí entre otros, razón por la cual nuestro movimiento no depende de ningún partido comunista, pero tampoco es una avanzada del anticomunismo.
Si antes o después del triunfo electoral, surgen diferencias entre los militantes y simpatizantes de la revolución, es necesario y urgente que se busquen vías de diálogo y conciliación que permitan poner bien en alto los principios y valores revolucionarios por encima de diferencias o ambiciones personales. Quien suscribe esta opinión, invita a todos a deponer aptitudes personalistas o egoístas, carentes de ideología revolucionaria y en su lugar estimular el debate de ideas, fruto de la lectura y la investigación sobre la política, la historia, la sociología, la filosofía y cualquier otro conocimiento teórico o práctico que nos conduzca a tomar conciencia de lo necesario que es hacer una revolución con honestidad, solidaridad y con alto sentido fraterno. Si esto es posible, tengan la seguridad que habremos ganado no sólo una batalla sino todos los combates que se nos presenten. La victoria se conquista luchando y con altísima perseverancia, esta no nos bajará del cielo... Desde mi batallón 67, Aníbal Nazoa, los invito a exclamar:
¡ Patria, Socialismo o muerte...Necesario es vencer!!
(yovic01@cantv.net)
