1. He sostenido anteriormente la necesidad de conformar un gran bloque social contra el neoliberalismo articulando en un solo haz a todos los afectados por el sistema. Para lograrlo creo es fundamental crear espacios de convergencia de las luchas antineoliberales puntuales en los que, salvaguardando la especificidad de cada actor social o político, se puedan asumir tareas comunes que potencien la lucha.
2. En este sentido, a mi entender, un espacio muy interesante en este sentido es el de las consultas populares o plebiscitos. Estos permiten movilizar en una tarea concreta de convencimiento y de educación popular casa por casa, a tanta gente y tantos jóvenes que están despertando a la política, que quieren contribuir a construir un mundo mejor, que muchas veces no saben cómo hacerlo, y que no se sienten dispuestos a militar en la forma tradicional, porque existe en muchos de ellos un rechazo a la política y a los políticos.
3. Además, ese trabajo casa por casa los lleva a relacionarse directamente con los sectores populares de escasos recursos y sus penosas condiciones de vida. Y no pocos se radicalizan en contacto con tanta miseria.
4. Un reciente ejemplo de esto es el referéndum que tuvo lugar el 8 de diciembre recién pasado en Uruguay para decidir la derogación o ratificación de una ley que permitía la asociación de la petrolera estatal ANCAP que mantiene el monopolio de los combustibles desde cuando fue creada en 1931 con capitales privados extranjeros. La nueva empresa sería dirigida y gerenciada por el socio extranjero.
5. El rechazo a la privatización de la petrolera estatal triunfó ampliamente (62.02% de los votos) y por un porcentaje mayor que el previsto por las encuestas (50,2%).
6. Esta ley había sido aprobada en el 2002. Comprobadas las irregularidades cometidas por la nueva dirección de ANCAP, la coalición política de izquierda Frente Amplio y organizaciones sindicales y sociales afines decide impulsar la recolección de firmas para exigir un referéndum en contra de dicha ley. Se requerían alrededor de 700 mil firmas.
7. En medio de la recolección de firmas ocurrió la crisis financiera de mediados del 2002, el precio dólar se duplicó en pocos días, hubo gente que perdió los ahorros de toda su vida, muchas cuentas quedaron congeladas, hubo cierre masivo de empresas y la desocupación trepó del 13% máximo histórico al 20%, algo inaguantable para un país como Uruguay. El malestar social se acrecentó. La posibilidad de darle a la consulta popular el carácter simbólico de un acto de rechazo a la política del gobierno fue lo que permitió que la campaña creciera, tomara fuerza y entusiasmara a la gente.
8. Aunque los medios de comunicación de masas eran completamente hostiles y trataron de ignorar la existencia de dicha iniciativa, el recorrido hecho por el país en busca de firmas casa por casa pudo más que el bloqueo informativo por ellos implantado. El punto fuerte de la campaña fue, una vez más, el trabajo de base, el mano a mano, el hablar con la gente en sus lugares de residencia y el uso de las modestas radios locales con las que se contaba.
9. El peso inicial de la campaña estuvo más en las organizaciones sociales que en el instrumento político, un poco frenado por sus vacilaciones iniciales. Pero cuando el Frente Amplio se incorporó, mostró una vez más su claridad para los debates y el gran potencial de militancia barrial, sindical, y propagandístico.
10. La iniciativa tuvo el respaldo de todas las tendencias de la central sindical PIT-CNT; de FUCVAM, la Federación Unitaria de Cooperativas de Ayuda Mutua, que viene desarrollando una movilización de masas importante en todo el país; del movimiento estudiantil (FEUU) que se sumó, aunque con poca fuerza, a la campaña.
11. Al principio la derecha asumió la iniciativa, incluso había logrado copar los muros de Montevideo con ataques a Tabaré Vasquez, el próximo candidato presidencial del FA, y textos a favor de la Ley. En unas semanas se recuperaron miles de muros y la derecha desapareció de la calle. A partir de eso momento (agosto- septiembre del 2003) se empezaron a producir resquebrajamientos en los Partidos Tradicionales: el intendente blanco de Paysandú (ciudad grande del litoral con Argentina, ex centro industrial hoy arruinado) pasó a pronunciarse a favor de derogar la ley. Eso ocurrió con muchos dirigentes locales del interior del país y algunos nacionales de mediano porte.
12. Aunque a la derecha le cuesta reconocerlo, un triunfo electoral de este tipo y con tanta diferencia en el número de votos, es un anticipo quizás limitado, pero muy elocuente de lo que serán las elecciones presidenciales de fines del año 2004.
13. Otro ejemplo, por sólo hablar de los más recientes, es la consulta sobre el ALCA que tuvo lugar en Argentina en noviembre del 2003 y que logró recoger más de dos millones de votos. Fue organizada por la Autoconvocatoria NO al ALCA, un espacio amplio y diverso que reúne en Argentina a un conjunto creciente de movimientos y organizaciones sindicales, profesionales, culturales, de mujeres, del campo, ambientales, de derechos humanos, religiosos, políticos, barriales, cooperativistas y empresariales.
14. Aunque consultas como éstas no tienen efectos legales, sí suelen lograr importantes efectos políticos. Una prueba de ello son las declaraciones del jefe de Gabinete argentino. Alberto Fernández expresó que el resultado de la consulta debería ser tenido en cuenta por el gobierno a la hora de tomar decisiones sobre el ALCA.
15. Esta experiencia posibilitó, por otra parte, que miles de militantes de diversas procedencias participaran juntos para llevar adelante dicha consulta popular. La participación de ese espacio tan amplio y diverso es lo que permitió que la propuesta llegara a distintos sectores del campo popular que habitualmente se encuentran separados entre sí tanto geográficamente como socialmente. ◄
BIBLIOGRAFÍA DE MARTA HARNECKER SOBRE EL TEMA:
La izquierda después de Seattle, Siglo XXI España, 2002.
La izquierda en el umbral del Siglo XXI. Haciendo posible lo imposible, Publicado en: México, Siglo XXI Editores, 1999; España, Siglo XXI Editores, 1ª ed., 1999, 2ª ed., 2000 y 3ª ed., 2000; Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, 2000; Portugal, Campo das Letras Editores, 2000; Brasil, Paz e Terra, 2000; Italia, Sperling and Küpfer Editori, 2001; Canadá (francés), Lantôt Éditeur, 2001; El Salvador, Instituto de Ciencias Políticas y Administrativas Farabundo Martí, 2001.