¿Dónde nace el Socialismo?

El día 19 de Abril en la misa celebrada en La Parroquia del Roble, Estado Bolívar, una de las lecturas contenidas en la hoja dominical y que fueron leídas antes de la lectura del evangelio, narraba los Hechos de los Apóstoles (He 4,32-35), en ella se expresaba lo siguiente: “La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía.

Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles, y luego se distribuía según lo necesitaba cada uno. Palabra del señor”.

Cuando escuche estos hechos y cada palabra que se narraba me preguntaba: si los apóstoles seguían la doctrina del maestro y sus hechos reflejan lo que Jesús espera del mundo, no me queda otra conclusión que expresar que el Socialismo nace de la palabra de Jesús de Nazaret y que vivir esas palabras expresadas en las lecturas de los evangelios y los hechos de los apóstoles sentaran la base para comprender que el socialismo nace en lo interno del hombre cuando profesa la palabra del Mesías y cumple de una manera digna sus escrituras. Nadie podrá llamarse socialista si primero no asume con amor y en su interior espiritual las enseñanzas de Jesús de Nazaret; solo siguiendo sus huellas podremos poner en marcha el desprendimiento de lo Material en Pro de alimentar lo espiritual. Esta carta de los hechos de los apóstoles pasó casi inadvertida en la reflexiones del señor sacerdote; pero sonaron muy adentro de mi corazón el hecho de cómo todos fueron un solo pensamiento y una sola alma, no había dudas sobre sus actuaciones: “nadie consideraba suyo lo que tenía”, estas últimas palabras como sonarían dentro de la conferencia de CEDICE, como podrían dar repuesta a estas palabras de los apóstoles, que no nacen de ellos sino del espíritu santo que los lleno de sabiduría. No me queda duda que si los hubieran lapidados y sacados a patadas de este recinto; y lo penoso es que esta gente se hace llamar católico seguidores de Jesús (les queda grande ese nombre a estos pillos).

Esta carta resuena cada noche en mi mente, cuando enseño matemática financiera; recuerdo a un joven que me dijo: “Profesor la tasas que usted pone como ejemplo para cobrar un préstamo o para financiar compras son muy bajas y no se reflejan con las del mercado”; mis palabras fueron: Hijo la diferencia que falta para que estas alcancen la tasas del mercado es tu parte ante Dios y tus hermanos que con ese dinero podrá comprar una casa, medicinas, alimentos para sus hijos y todo aquello no banal que llenará de alegría sus hogares; esa será tu mayor satisfacción y sabrás que cuando te toque tu hora de rendir cuentas, el señor estará orgulloso de ti; el joven reflexivamente se fue a su pupitre.

Hoy las palabras del señor Presidente son un reflejo de esta carta de los hechos de los apóstoles y pone a cada quien a mirarse en su interior y a dar un paso hacia delante en si son verdaderos seguidores de Cristo o son verdaderos seguidores del que todos conocemos y que tentó a nuestro señor con riquezas; el rechazo de Jesús de Nazaret a esta propuesta es un claro ejemplo de que las riquezas son la polilla que carcome el espíritu del hombre y lo hace egoísta, naciendo dentro de ellos la insaciable búsqueda de más y más, llegando a la explotación de sus semejantes como nos propone el capitalismo.

Ser socialista comienza por seguir la ruta de Jesús de Nazaret como nos propone el Hermano Carlos de Foucauld, quien con su ejemplo supo apreciar que la verdadera riqueza del hombre nace con el seguimiento a esta carta que narran los hechos de los apóstoles, y que Carlos supo seguir al pie de la letra al abandonar sus riquezas y seguir el sendero de la búsqueda de la felicidad al lado de los abandonados y excluidos del mundo.

Señor Presidente ha fallado el Socialismo en nuestras Empresas porque el hombre no ha sabido encontrar ante todo el camino de Nazaret y créame, que este servidor sabe que en su búsqueda puede ser mirado con desprecios por muchos, hasta por los que él ama más que a su propia vida.

Saludos Camarada y que Jesús de Nazaret lo Bendiga

(*)Profesor UNEG


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Henry Carrero(*)

Asesor y docente universitario en la Universidad Nacional Experimental de Guayana - UNEG. Especialista en temas de mercadeo.

 henryantonioc@gmail.com      @HENRYACARRERO

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