“Algún día el yunque, cansado de ser yunque, pasará a ser martillo”
M. Bakunin….
"Soy un amante fanático de la libertad, considero que es la única condición bajo la cual la inteligencia, la dignidad y la felicidad humana pueden desarrollarse y crecer; no la libertad puramente formal concedida, delimitada y regulada por el Estado, un eterno engaño que en realidad no representa otra cosa que el privilegio de algunos fundado en la esclavitud del resto; no la libertad individualista, egoísta, mezquina y ficticia ensalzada por la Escuela de J.J. Rousseau y otras escuelas del liberalismo burgués, que entiende que el Estado, limitando los derechos de cada uno, representa la condición de posibilidad de los derechos de todos, una idea que por necesidad conduce a la reducción de los derechos de cada uno a cero. No, yo me refiero a la única clase de libertad que merece tal nombre, la libertad que consiste en el completo desarrollo de todas las capacidades materiales, intelectuales y morales que permanecen latentes en cada persona; libertad que no conoce más restricciones que aquellas que vienen determinadas por las leyes de nuestra propia naturaleza individual, y que no pueden ser consideradas propiamente restricciones, puesto que no se trata de leyes impuestas por un legislador externo, ya se halle a la par o por encima de nosotros, sino que son inmanentes e inherentes a nosotros mismos, constituyendo la propia base de nuestro ser material, intelectual y moral: no nos limitan sino que son las condiciones reales e inmediatas de nuestra libertad."Fin de la cita. Mijaíl Bakunin.
La restricción de los derechos civiles y políticos fue una línea en todos los gobiernos del extinto socialismo real.
En sus inicios no se reconocían esas limitaciones y luego ante las claras evidencias, pasaron a justificarlas argumentando que eran necesarias aplicarlas para protegerse del ataque imperialista.
Lo cierto es que todos los políticos de corte estalinista siempre le han temido al verdadero poder popular (pueblo) y de ahí que siempre intenten limitarle los derechos al mismo.
Los aparatos burocráticos que se instalan en los sistemas “socialistas reales” representan para sí mismo una verdadera clase que ostenta el poder para su exclusivo uso, la cual se opone y se resiste, con todas las herramientas a su alcance, a ceder esa cuota de poder a quienes supuestamente sirven: “El Pueblo”. Esa es la realidad por muy amarga que se les presente y para que muchos que les cuesta reconocerla (el eterno enroque de los mismos funcionarios en las instituciones del estado, alternadas con cargos de dirección en el partido). La experiencia histórica de las revoluciones socialistas en el pasado, no crearon los mecanismos de defensa para evitar el inmenso poder personal de sus líderes, y sobre todo el de garantizar derechos tan básicos como el derecho a la huelga. Siempre en nombre de la revolución, muchos derechos relacionados directamente con la capacidad de acción de las masas populares fueron mutilados con el único objetivo: asegurarse para siempre el poder obtenido.
En Venezuela debe evitarse repetir la triste historia de la EX –URSS, porque aquí hay muchos cachicamos trabajando para las lapas. A veces el silencio de las ovejas, cuando caen en el abismo solo es sonoro con el aullido de los lobos feroces, que siempre están preparados para el festín.
¿Si nos preguntamos quienes son los nuevos ricos en la Rusia de la actualidad? Sino son los mismos dirigentes que desde las filas del PCUS. Mantenían discursos supra revolucionarios tocando siempre los extremos. Muchas veces desde abajo vemos a cierta “dirigencia” buscando su pedazo de la torta, y a los que tratan de enfrentarlos son de ipsofacto, calificados de contrarrevolucionarios y que supuestamente debilitan el avance de la revolución bolivariana. Sabemos que la lucha es larga. ¿Pero hasta cuándo?
El socialismo de cuartel/estalinista, fue el final del camino, hacia el largo camino a la economía de mercado capitalista…. Algo así como las leyes de Darwin al revés.
La República Bolivariana de Venezuela, no es un Estado configurado desde la óptica ideológica soviética del “Estado socialista”, sino bajo la concepción revolucionaria del Estado Democrático y Social, Participativo y Protagónico, de Derecho y de Justicia. No se trata de la ideología soviética, sino de la doctrina bolivariana. Para lograr una revolución, sin confusiones ni contrabandos ideológicos. El socialismo es sinónimo de democracia y libertad. Se debe entender el socialismo con la profunda participación popular, y con la libertad de ideas y opinión.
Percasita11@yahoo.es