Hace unos 194 años se daban situaciones en nuestra América y en el mundo, lo más seguro, que hoy se repiten sin el menor empacho aun cuando los protagonistas conocen la historia de ayer y convierten a sus pueblos, de los cuales son lideres por decisión de la gente y de los aparatos mediáticos productores de presidentes, en vasallos y súbditos que esperan la migaja y el espejito del invasor, del opresor, del conquistador en pleno siglo XXI. Si en algo se parece a lo que les voy a presentar, saquen sus propias conclusiones.
De las Memorias del General Daniel Florencio O´leary se pueden leer estas consideraciones “Fue un factor sicológico y moral la causa que impelió a los criollos, antes partidarios fervorosos del Rey, a un cambio histórico trascendental asumiendo una posición francamente separatista a partir del 19 de abril de 1810”.
Los historiadores españoles con más pasión que justicia y sin querer investigar las verdaderas causas, o mejor dicho, cerrando los ojos a la verdad, se quejan de la ingratitud de las colonias con la madre patria y le echan en cara haberla abandonado a su suerte en los momentos de dura prueba. Pero son más bien las colonias las que pueden enrostrar a los españoles el haberles hecho traición, pretendiendo uncirlas al carro de Bonaparte, cuando ellos daban pruebas de fidelidad a Fernando VII.
“Fue la deslealtad de los malos hijos de España la que primero despertó en el pecho americano el sentimiento de la injusticia con que se les trataba, y entonces sintieron mas el escozor de las llagas hechas por el yugo cruel que las oprimía y que tan pacientemente habían sufrido, y avivóse su dolor cuando vuelto aquel monarca a España, sanciono aquellos crueles tratamientos, y desde entonces en odio y desprecio el amor y la veneración que habían tenido por el Rey legitimo y por la nación española”
Tan cierto era esto que por ello fracasaron las conspiraciones de Gual y España y este pago con su noble cabeza al cometer el delito de conspirar para liberar su patria.
El Precursor Miranda, en sus dos incursiones libertarias fue vencido y escarnecido sin el menor apoyo moral de sus compatriotas.
Así, el 15 de marzo y el 24 de julio de 1806, intento por Ocumare y por Coro, en la primera le fueron confiscadas las dos goletas y en la segunda se consiguió con pueblo abandonado ya que la población se había retirado con la guarnición española que defendía esa ciudad.
Y sucedía igual en Buenos Aires quienes proclamaban con las armas en la mano los mismos principios a favor de la madre patria y obtenían los mismos éxitos que en Venezuela.
O´leary escribe “sobre la impreparación de la colonia para un régimen de libertad y dice que por lisonjera que fuese esta opinión, carecían en verdad de fundamento para la independencia en 1804 y así muchos de los desastres que sobrevinieron en los años de la revolución se habrían evitado y concluida la lucha se habrían establecidos gobiernos liberales”.
En esas memorias describe a Bolívar como la bandera de la independencia americana y la expresión histórica de la dialéctica del cambio radical estructural de la América española; de la ciega lealtad a la corona. A la encrespada, irreversible y sangrienta rebeldía.
El Libertador es el Gran hombre de Jorge Plejánov “porque sus particularidades no imprimen una fisonomía individual a los grandes acontecimientos históricos, sino porque está dotado de particularidades que lo hacen el individuo más capaz de servir a las grandes necesidades sociales de la época, surgidas bajo la influencia de causas generales y particulares. El Gran Hombre es un iniciador porque vez más lejos que otros y desea más fuertemente que otros”.
Si hay alguna semejanza
con respecto a lo que pasa hoy en nuestros lares y con los líderes
mundiales, lo dejo a la consideración de cada uno.