Chernóbil fue no solo una catástrofe ecológica sino política, pues fue uno de los detonantes de la caída de la Unión Soviética. El desastre del Golfo de México podría ser similar. Así como Afganistán condujo a la caída soviética, también podría contribuir a la del Imperio yanqui. Pero también llevan a Iraq y, según Fidel, a Irán y Corea antes de los Cuartos de Final. El embrutecido aparato industrial-militar gringo está empecinado en una conflagración generalizada, porque está también el desfachatado fraude de Santos, sus bases militares y demás acciones no por imbéciles menos criminales, como un magnicidio en Venezuela y demás procesos desestabilizadores preñados de catástrofes en que se refocila la ultraderecha internacional. Mira cómo tiene a Colombia, a México, para no hablar del Medio Oriente.
Esto del Golfo de México se produce en medio de una crisis general del capitalismo. Si Chernóbil puso en duda la salud del orden soviético y a la postre lo derrumbó, me parece que cabe la pregunta sobre la viabilidad del capitalismo, capaz de crear un desastre tan grande o tal vez mayor que el de Chernóbil, porque Chernóbil finalmente se pudo controlar, pero el derrame del Golfo como que no y nadie puede predecir sus consecuencias, incluyendo las políticas.
El aparato industrial-militar parece sostenerse simplemente porque tiene con qué aplastar casi cualquier intento de reducirlo. Hasta ahora, se entiende. El Presidente de los Estados Unidos, sea Bush, sea Obama, es un monigote patético. Da pena ajena. El pobre hombre ya ni intenta ocultar el papelón de espantapájaros a quien nadie respeta, empezando por él mismo. Hay que evitar a gente tan triste así, que no puede querer a nadie porque no se quiere ni a sí misma.
Hay procesos continuos de acumulación de tensiones en que a veces un suceso fortuito es la gota que rebasa el vaso, el copo de nieve que dispara la avalancha, el primer dominó que cae, la primera quiebra de un crack, un efecto mariposa, etc. Se llama catástrofe, es decir, una discontinuidad en un proceso continuo.
No me gusta hacer predicciones porque es demasiado fácil equivocarse. Solo señalo que están montadas las condiciones para una gran catástrofe.
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