Fidel Castro ha tocado la campana de alarma. No se trata de un Jefe
de Estado novato, asustadizo y sin experiencia, sino de uno de los
estadistas con más horas de vuelo que existen en el concierto de las
naciones.
El llamado del comandante Castro pretende evitar una conflagración
nuclear que tiene todas las apariencias de convertirse en una pavorosa
realidad si no se toman medidas urgentes a nivel de los países donde
hay gobernantes sensatos. Por desgracia eso no incluye a los miembros
de la OTAN, socios militares de los Estados Unidos, quien, en compañía
de Israel, ha iniciado un bloqueo militar contra Irán que solo puede
terminar con una confrontación armada de consecuencias nefastas, con
repercusión inmediata entre los integrantes de diferentes alianzas
militares, económicas y hasta religiosas.
Venezuela no escapa a esta situación dada su condición de socia en
varias empresas estratégicas con el gobierno iraní a cuyo frente se
encuentra Mahmoud Ahmadinejad, quien además es amigo personal del
Presidente Hugo Chávez. Claro está que los países no tienen amigos ni
sentimientos, sino intereses y conveniencias, pero en este caso
Venezuela e Irán se identifican debido a varias circunstancias: ambos
son productores y exportadores de petróleo a gran escala, tienen
gobiernos revolucionarios, aunque no del mismo signo, pero ambos en
contradicción con las simpatías de los Estados Unidos y, sobre todo,
mal vistos por el gobierno de Israel, que ha declarado, falsamente,
que Irán proyecta su aniquilación. Finalmente tienen proyectos
conjuntos en materia industrial, consistentes en fábricas en Venezuela
con asesoramiento, capital y tecnología iraní.
A estas alturas resulta extraño que nuestra cancillería no se haya
pronunciado respecto a las advertencias de Fidel Castro, lo cual hace
presumir que quizás esté en preparación una acción conjunta de varios
gobiernos afines como los de Ecuador, Bolivia y Nicaragua, junto a
Venezuela y Cuba.
Ojalá y no planteen sus reservas, si las tienen, después de los
hechos cumplidos que son la especialidad de Israel cuando se trata de
agresiones militares sorpresivas.
augusther@cantv.net
