La crisis capitalista y el reacomodo del mundo

Desde que el sistema capitalista mundial entró en crisis, un nuevo enfoque neocolonial se puso en marcha.

Después de la caída del bloque soviético, USA surge como la potencia militar y económica indiscutible , el resto de potencias europeas ( Reino Unido, Alemania, Francia, Italia) se postran a sus pies incluido las emergentes del lejano oriente. El imperio norteamericano se siente fuerte y confiado; su patio trasero Latinoamérica con gobiernos manejables que velan por sus intereses y del gran capital mundial.

Fin de la historia, un mundo globalizado marchando al compás de la batuta de la USA poderosa.

Pero el agrietamiento del sistema capitalista ya tiempo había comenzado y solo era cuestión de años para que las grietas se hicieran evidentes. La especulación financiera voraz y desaforada rompe los diques ya debilitados, la crisis entra por Estados Unidos pero inmediatamente se propaga por el resto del mundo desarrollado y por supuesto arrastra de paso las pequeñas economías de los países menos desarrollados; este tsunami financiero lo tratan de tapar con medidas que van afectar mas a la mayoría de los ciudadanos de esos países y favorecen al gran capital. Simultáneamente han venido ocurriendo una serie de eventos como cambios significativos en los gobiernos de los países de Latinoamérica con criterios independientes y nacionalistas en el manejo de sus recursos como Argentina, Venezuela, Uruguay, Bolivia, Ecuador y otros, surgimiento de países emergentes como China, India y Brasil , y últimamente la primavera árabe con Egipto y Túnez y otros en efervescencia como Yemen, Libano, Jordania, Siria, Libia.

Ante esta nueva situación donde unas potencias pierden mercados donde colocar sus productos industrializados y unos emergentes ganan mercados y por otro lado la contraparte de los países consumidores de productos industrializados y suplidores de la materia prima se independizan del tutelaje de las potencias imperiales produce tal desequilibrio del statu quo actual que provoca reacciones brutales como la que está ocurriendo en África y especial en Libia.

El criterio actual que prevalece en la mayoría de los expertos en política y geopolítica internacional es que las potencias industriales se están peleando por el control de un recurso escaso como es el petróleo, pero esto es solo la punta del iceberg y no es suficiente para explicar que Estados Unidos y la OTAN como brazo armado de los países industrializados de occidente esté enfrascado en controlar por la fuerza a países poco “obedientes”, poco “confiables” o “enemigos” que pueden ser mal ejemplo para los países controlados política y económicamente por ellos.

Pero de que les serviría el petróleo si no pudieran vender sus armas y todas las mercancías que salen de su parque industrial?. La fuente de riqueza de estos países poderosos es producto del desigual intercambio entre los productos industrializados vendidos y las materias primas compradas a los países de poco desarrollo

Lo que está en marcha es un reacomodo neocolonial de las potencias de occidente para hacerles frente a las asiáticas incluyendo Rusia, Japón, China y la India.

Estados Unidos quiere mantener su protectorado latinoamericano que tradicionalmente ha sido un gran mercado para sus productos y proveedor de materia prima barata y petróleo . Pero también quiere compartir con los demás países de la OTAN : el Medio Oriente y el norte de África. Para los países de la OTAN les deja el control del resto del África , a si mismo compartirá el control junto con Japón de los países surasiáticos que no estén bajo el tutelaje de China o Rusia.

Uno de los objetivos tanto de Estados Unidos como los miembros de la OTAN es poder eliminar de la competencia a China, Rusia, India y Brasil porque representan un peligro para su estabilidad económica, de manera que harán todo lo posible para restarles espacios en el mercado de los países consumidores de mercancía industrial y suplidores de materia prima , además de restarle acceso de los recursos energéticos.

Noam Chomsky en su articulo Libia y el mundo del petróleo dice : lo que Occidente busca es lo que Bush anunció: el control o al menos “clientes dignos de confianza” y en el caso de Libia, el acceso a enormes áreas inexploradas que se espera sean ricas en petróleo. Documentos internos británicos y estadounidenses insisten en que el virus del nacionalismo es el mayor temor, ya que podría engendrar desobediencia.

Los casos en Latinoamérica como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, Nicaragua y oriente medio como Irán y Siria con gobiernos nacionalistas y antiimperialistas suscitan un fuerte rechazo de los países dominantes ,en especial USA, quien no escatimará esfuerzos para desestabilizarlos . Para esto cuentan con nuevas armas tanto psicológicas, mediáticas y sofisticado armamento controlados electrónicamente y utilizando toda la tecnología satelital conformando la que se ha dado en llamar la guerra de cuarta generación. La descalificación como países terroristas o narcotraficantes, estados fallidos, gobiernos autoritarios, dictatoriales, genocidas, países que atropellan los derechos humanos o que cometen crímenes de lesa humanidad son las justificaciones para invadir o intervenir militarmente bajo el pretexto humanitario de proteger a la población civil. Claro, todo esto es aplicable a los países o gobiernos desobedientes pero no para gobiernos obedientes o de confianza que comprobadamente son terroristas como Israel, autoritarios y genocidas como Arabia Saudita , Emiratos Árabes, Irak, Afganistán, Pakistán . Pero lo mas hipócrita y criminal es la fabricación de las imputaciones a los países desobedientes. En Libia por ejemplo , antes de noviembre del 2010 Khadafi era un gobernante aceptable y tolerable después que abrió el recurso petrolero a las compañías transnacionales de los países de la OTAN y USA. Pero después de esa fecha subrepticiamente Sarkozy junto con Cameron comenzaron a planear la intervención a Libia y Khadafi se convierte en un monstruo genocida de su pueblo.

Lamentablemente Rusia y China como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que pudieron haber jugado un papel de contención de la voracidad imperialista, han permitido la intervención “legalizada” a Libia como paso expedito para la intervención en otros países, o no saben que han caído en la trampa que se les puede revertir o es un trato de “dejar hacer para hacer”.

No queda otro camino sino la unión de esfuerzos de todos los países independientes de ataduras imperiales con los países emergentes , para formar un bloque sólido que impida las arremetidas imperiales para controlar el mundo.

acaraque@hotmail.com


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Ángel Casanova


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