“Reposará en la estepa la equidad, y la justicia morará en el vergel;
el producto de la justicia será la paz, el fruto de la equidad, una seguridad perpetua.
Y habitará mi pueblo en el albergue de paz, en moradas seguras y en posadas tranquilas”
Antiguo Testamento, Profecías de Isaías,
Capítulo 32, versículos del 16 al 18
Todos recordamos la actitud valiente, de soberanía y anti corrupta de la Fiscala General de la República, Luisa Ortega, al declarar: “Interpol sacó de la ‘lista roja’ de extradición a unos 17 banqueros solicitados por Venezuela”.
Recordamos también al Ministerio Público (MP), ausente desde el 31 de mayo al 5 de agosto, fecha esta última en que Julián Conrado, el cantor del pueblo colombiano, fue presentado por primera vez ante la “justicia” para “reparar” los desaguisados extrajudiciales que le impidieron el gozo de todos sus Derechos Fundamentales, por más de 66 días de ilegal secuestro-detención por el DIM y funcionarios militares venezolanos y colombianos. El mismo MP que al aparecer por primera vez el 5 de agosto, pidió en la persona del Fiscal 20o a Nivel Nacional con Competencia Plena, Daniel Guédez Hernández, detener a Julián Conrado con base en una solicitud de Interpol del 23 de julio de 2002, admitiendo que el penado sin pena (cana), “…no ha cometido delito alguno…”; pero sin rubor y con la misma arbitrariedad que exhibió la Jueza Norma Ceiba Torres, del Juzgado Vigésimo Sexto de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal de Área Metropolitana, cometen otra atrocidad judicial contra el bolivariano Conrado, mancillando su dignidad y la nuestra como pueblo bolivariano por más de 118 días, “legalizando” una detención solicitada a Interpol por la criminal oligarquía colombiana, convirtiendo una solicitud de captura de Interpol en SOLICITUD OFICIAL DE ESTADO REQUIRENTE para el asilo (obligatoria según la Ley) y la entrega de un patriota enfermo y perseguido político (prohibido según la Ley) a Colombia-EEUU.
También recordamos que el Tribunal Supremo de Justicia todavía debe decidir el Habeas Corpus (procedimiento “breve brevísimo” según los juristas), introducido el 11 de junio para la protección de Julián Conrado y las apelaciones al espurio fallo del 5 de agosto mencionado, basado en Interpol. Que ninguna Ministro competente ha respondido a la Coordinadora “QUE NO CALLE EL CANTOR” ni a FUNDALATIN, los defensores de Julián Conrado, ni siquiera a las denuncias a ellos formuladas por amenazas reiteradas a la seguridad y vida de sus voceros y directivos.
Y recordamos, entre muchas, la carta al Comandante Hugo Chávez de Istvan Meszaros y James Petras (con la firma de más de 57 Intelectuales y Organizaciones): “Los argumentos citados por el gobierno venezolano para justificar la medida (solicitud de la Interpol, acuerdos con Bogotá, etc., son inaceptables e incluso ridículos) (…) En la esperanza de que las autoridades venezolanas liberen inmediata e incondicionalmente el comandante Julián Conrado, los abajo firmados – solidarios con la Revolución Bolivariana- subrayan que las opciones democráticas y progresistas del gobierno de Hugo Chávez son incompatibles con el gesto que motiva nuestra protesta vehemente.”
También lo dicho por el Dr. Freddy Gutierrez: “…Permítame indicarle, con su venia Sr. Presidente, que el tratamiento que usted le ha dado a ambos casos, va a contracorriente de nuestra Constitución Nacional, de las leyes especiales que informan la materia, y colide abiertamente con los Tratados Internacionales que libremente ha suscrito Venezuela, e incluso, corre a contravía de costumbres inveteradas de nuestra república en cuanto a refugio de perseguidos políticos. (…)
Usted propuso mi nombre (Cmte. Chávez) para que yo defendiera los derechos humanos en este vasto continente y la Asamblea General de la OEA lo aceptó. Lo hice dentro de una Comisión tan parcializada que muchas veces se condenaba a un Estado inocente o se absolvía de responsabilidad a personajes verdaderamente culpables. Me tocó muchas veces pelear sólo y con vehemencia pero asistido por la razón jurídica y política, causas cuyos expedientes están en los archivos como memoria viva de los debates. Durante estos días he seguido con atención a la luz del derecho, los casos que anteceden, e incluso los he empalmado con otros que no es el caso distraernos ahora. Pues bien, me sigo ocupando de los derechos humanos y por esa razón, entre otras, siento mi deber decir que se ha faltado gravemente en el caso de Pérez Becerra, y advertir que no se debe cometer otro disparate mayúsculo en el caso de Guillermo Torres Cueter. Será fácilmente comprensible para mis amigos, entre ellos el Presidente, que no puedo callar ante situaciones en las cuales el silencio no es admitido, pues podría confundirse con la complicidad.”
Todos vimos y oímos en Prensa del 2008: “La INTERPOL certifica que la computadora portátil y otros medios de almacenamiento del guerrillero Raúl Reyes no fueron alterados por la policía colombiana”. Ya desechadas por la propia Corte Suprema de Justicia de Colombia.
Para finalizar esta historia de absurdos desaguisados, al parecer muy bien “guisados” por ofertas de recompensas en el caso de Julián Conrado, si ética, moral y/o patriotismo, cuyo “fundamento” ha sido Interpol, queremos recordarles el último “publirreportaje” (publicidad paga) de Interpol: “Conozca a la Interpol Venezuela, una División con 53 años de presencia activa en el país”.
Agárrense de la silla que les parecerá increíble, una burla o, lo que es mucho peor, una desfachatez del imperio avalada por un funcionario de nuestro gobierno (¿será nuestro?).
Sabemos que EEUU respalda a Interpol en por lo menos un 50 por ciento del presupuesto y su secretario general desde el año 2000 es Ronald K. Noble, quien trabajó en el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (los mismos que nos “descertifican” criminalizando a patriotas militares y dirigentes bolivarianos). Que entre los objetivos legales (¿?) de Interpol, según el soporte jurídico que le da fundamento, están:
“Artículo 2: Sus fines son: a) conseguir y desarrollar, dentro del marco de las leyes de los diferentes países y del respeto a la Declaración Universal de Derechos Humanos, (…)”
Artículo 3: Está rigurosamente prohibida a la Organización toda actividad o intervención en cuestiones o asuntos de carácter político, militar, religioso o racial”.
Ahora bien, entre otras “maravillas y virtudes” de Interpol, su coordinador en Venezuela, Norberto Simancas, luego de asegurar que “… las relaciones entre la Interpol Venezuela y el Gobierno nacional ‘son excelentes’…”, afirma el “publirreportaje” de marras refiriéndose a los “nobles” métodos de captura de la organización que dirige internacionalmente el gringo Ronald K. Noble: “Una vez incluida la alerta roja en la base de datos principal, la notificación llega a los 188 países miembros de la organización internacional.
Si Muamar Gadafi llegara a encontrarse en el país, se realizaría su detención preventiva, y se notificaría a la sede principal de la Interpol sobre el caso, para que sean ellos quienes se pronuncien al respecto… ”.
Es cierto que todo lo anterior, todos lo sabemos, pero la capacidad de sorprenderme diariamente es inagotable. Esto es conocido y mil veces denunciado, pero no pasa nada. Parece que vivimos un estado general Sicológico de Simulación Revolucionaria.
Algunos creemos ante el asombro de la realidad, que es obvio preguntarnos: ¿qué hace ese señor Simancas ahí y quien lo puso?; ¿los Ministros de competencia tienen alguna responsabilidad en todo esto?; ¿es ese mismo el criterio de la Fiscalía y el TSJ?; ¿saben Clíver Alcalá, Rangel Silva, Hugo Carvajal, Rodríguez Chacín, Freddy Bernal, Amílcar Figueroa, Ramón Madriz, “incriminados” por “narcoterroristas” y “traficantes de armas” por el Departamento del Tesoro de EEUU -lo mismo que le hicieron a Muamar Gadafi-, que están “un tantico así” del “guante” de los yanquis? -y no precisamente para llevarlos al Yankee Stadium-, al igual que Julián Conrado; ¿qué tiene que decir la Fiscala sobre lo dicho y el proceder del MP, así como el TSJ?; ¿existirá la Defensoría del Pueblo? ¿se pronunciará sobre estos asuntos el PSUV “…de mis tormentos…”?
¡Cosas veredes, Bolivarianos míos! …
Militante del PSUV-Caracas
tdelatorre2021@gmail.com