Las políticas
del primer mandato de W. Bush intentaron ser corregidas en su segundo
mandato presidencial, puesto que no beneficiaban a los intereses mancomunados
del llamado Poder Mundial (Graziano, 2005) y que también,
por otro lado, habían provocado un profundo malestar en la manipulada
opinión pública mundial. El segundo mandato de W. Bush (2004-2008)
había terminado sin poder corregir aquella tendencia considerada por
los “think tank” como perjudicial y que profundizaba la perdida
la “reputación” e influencia mundial del Estado Unidos, aún más
en el contexto la crisis sistémica del capitalismo global que vio su
expresión en la explosión de la burbuja financiera-inmobiliaria del
año 2008 (Amin, 2008). El rechazo a la invasión de Irak por muchos
estadounidenses y europeos, los escándalos de abusos a los derechos
humanos (torturas y muertes) en los centros secretos de detención como
Abu Ghraib, Guantánamo, entre otros, así como el unilateralismo "con
nosotros o contra nosotros" de la administración Bush debía ser
enfrentado y remodelado con un maquillaje que simulara ser más “humanista”
y “democrático”.
Estados Unidos
perdía su influencia en el mundo. W. Bush dejaba la presidencia con
la popularidad más baja en la historia de ese país (BBC, 2009)- y
el pueblo estadounidense había caído nuevamente en la trampa preparada
esta vez por los Demócratas quienes había encontrado en Barak Obama
-el primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos- al
dirigente que, por su capacidad discursiva, elocuencia y promesas de
cambio hechas en su campaña electoral -¡Yes we can!, ¡We can change!-
encarnaba los deseos de cambios del pueblo estadounidense que cada día
viene despertando y descubriendo la mentira y sus exigencias cobrando
mayor fuerza dentro de su sociedad. Los indignados de Wall Street
es muestra de ello.
El “mérito” de Obama –si se puede denominar así- es haber transformado la vieja e inocua retórica de W. Bush en otra mediáticamente más efectiva para confundir a muchos. Pero la pregunta es ¿Hasta cuando será posible que Obama pueda mantener su “éxito” inicial? ¿Quién capitalizará el descontento en EE.UU.?
basemtch@gmail.com
(*) Miembro del
Centro de Saberes Africanos