Durante el año 2010 y 2011 estuvimos escuchando el anhelo de las “Bases de Paz” en América Latina y el Caribe, al igual que en el medio oriente, y particularmente en Palestina ocupada, Libia invadida y destrozada y Siria e Irán asediadas militar y económicamente con una guerra que ya implicaría directamente al poderío nuclear de EEUU, Israel, Pakistán, China y Rusia.
Dos han sido los consecuentes líderes mundiales que más han alertado sobre esta patética realidad, Fidel y Chávez. Tiene perfecta “calibración” de las implicaciones de la “cuña” imperialista que ha implicado, sobre todo para la paz mundial, el Estado Sionista de Israel. Poco, o nada, en esta nota puede agregarse a las conocidas consecuencias de la tragedia humana de esos pueblos. La votación en la ONU a favor de Palestina, a finales del año pasado, es solo una pequeña muestra del resquebrajamiento de la falsa “conciencia internacional imperialista” que sigue pretendiendo presentar ante la opinión pública mundial al Estado Israel como un baluarte “divino” de paz frente a “terroristas desalmados”, visión esta sostenida gracias a un Consejo de seguridad que a lo sumo sólo a sus integrantes representa -cuando no exclusivamente los de EEUU-, para aguantar la cínica y peregrina tesis de que el Estado de Palestina permanezca excluido de Naciones Unidas, bajo el infeliz argumento de que debe “negociar” el pueblo palestino con el invasor sionista, que ocupa de facto su territorio, para alcanzar el “reconocimiento oficial”. Igual pasa con los otros pueblos de la zona, sólo la fuerza imperial campea, imponiendo sus “razones de Seguridad Nacional”, literalmente a sangre y fuego, frente a la ardua y heroica resistencia de los pueblos.
Lo sorprendente de Fidel y Chávez no es la capacidad de escudriñar, denunciar, hasta desenmascarar esa realidad del Medio Oriente, no es la virtud de hacer lo obvio, expresando la abierta y simple solidaridad con esos pueblos, nunca abandonarlos en combate tan desigual.
Lo sorprendente de Fidel y Chávez es que, siendo dos Gigantes de la comunicación para la solidaridad y movilización de los pueblos libertarios, siendo Latino Americanos y Caribeños, hablen también de la necesaria “ZONA DE PAZ” o “BASES DE PAZ” en su región, nuestra región de la Patria Grande, sin asumir que lo mismo que pasa con el Estado Sionista de Israel, pasa en Nuestra América con el NarcoTerrorista Estado de Colombia. Colombia es la “cuña” imperialista en nuestro caso, con más de sesenta años de guerra oligarca imperialista, con un pueblo que fue de los que más soldados aportó para nuestra primera independencia, y hoy sigue aportando con cientos de vidas para la segunda y definitiva independencia hacia el socialismo .
En Colombia hay hoy, según cifras oficiales, más de cinco millones de desplazados y refugiados; producto de las lluvias del 2010, según Santos, quedaron más de tres millones y medio de damnificados, deambulando por pueblos, carreteras y calles de la ciudades densamente pobladas; con las lluvias de este pasado fin de año, también según Santos, se han sumado más de cuatro millones. Si protestan o reclaman por falta de ayuda o atención oficial, son acusados de ser “terroristas”, o judializadas sus movilizaciones, el ejército formal y el de paracos y soplones es la respuesta a cualquier petición o protesta en demanda de “ayuda”. Si a ello sumamos los bombardeos sistemáticos, a pueblos y caseríos; las “fosas comunes”, con hornos crematorios incluidos; los desaparecidos; los “falsos positivos”; los 7.500 presos políticos o de conciencia; los cientos de expatriados y exilados aun así perseguidos; los combatientes, de ambos lados, muertos en enfrentamientos armados; el sicariato y ajustes de cuenta del narcotráfico, podemos concluir que el pueblo colombiano sufre una real diáspora por décadas. Una tragedia humanitaria, que se desparrama, con sus consecuencias de violencia, en los países vecinos.
A lo anterior se suma: el Plan Colombia con sus siete bases militares de EEUU conocidas; el más grade presupuesto militar per cápita del continente; la “asistencia” militar de USA, que ha llevado a Colombia a ser el tercer país que recibe más ayuda militar en el mundo, luego de los criminales ejércitos de Israel y Egipto; convenios de “asistencia” e “inteligencia con el despreciable y temible MOSAD.
No creo que Fidel y Chávez desconozcan estas realidades. Lo que si desconozco son las “razones” para emprender una prédica de “ZONA DE PAZ” o “BASES DE PAZ” en Nuestra América, sin intentar transformar la guerra colombiana en paz verdadera, no la “pax romana” de los cementerios, donde hasta el DIH y los DDHH se relativiza -al igual que ellos mismos, Fidel y Chávez, lo denunciaron en la ocasión de la cruel desestabilización e invasión a Libia-; y el derecho de Asilo se vulnera en función de los guerreristas en el continente, resucitando el Plan Cóndor. Ellos no ignoran que un fascista como Santos dice que lo mejor que se puede hacer para la paz en Colombia es no hacer nada, y con la misma desfachatez dice el criminal colombiano, que la llave de la paz la tiene el en su bolsillo.
La palabra y acción debe ser de los pueblos para alcanzar la paz. No basta rezar…
tdelatorre2021@gmail.com