Tengo una amiga desde hace años muy interesante, la conocí en Mineápolis en el estado de Minesota. Posteriormente ella se mudó a la isla de los ricos de los Estados Unidos, Martha Vineyard, localizada en el estado de Massachusetts. Ella es profesora en una pequeña universidad en esa opulenta isla.
De cuando en cuando, ella visita la ciudad de Nueva York y tengo la suerte de ser su invitado a fiestas de personas muy adineradas que ella ha tenido la oportunidad de conocer en esa isla de millonarios. Las fiestas a las que he ido son espectaculares y gracias a mi amiga, he podido acceder en ciertos momentos a ese mundo. En una de esas fiestas que ella me invitó se encontraba el director del New Museum, el director del Museo Metropolitano y uno de los dueños del New York Times. Había una banda de tango, tocando en vivo y una gran cantidad de bailarines improvisados.
Estábamos hablando y tomando cuando observamos un grupo bien divertido de personas tomando frenéticamente. Al ver aquello, nosotros decidimos acercarnos hasta el bullicioso tumulto. Nos unimos al grupo y entre chiste y chiste y vino y vino ya estábamos casi borrachos cuando alguien preguntó mi nacionalidad. Mi compañera le respondió- Venezolano. Inmediatamente Me lanzó la segunda pregunta.
-¿Tú estuviste en Venezuela durante el golpe de estado?
-Le dije que no y añadí que para ese momento ya tenía muchos años viviendo en Nueva York.
Mi amiga que es una coquetona salvaje, lo jaló por la corbata, lo vió a la cara bien de cerca y le preguntó muy seductoramente con una enorme sonrisa que dejaban ver su hermosa dentadura.
-¿Tú estuviste en Venezuela en esos días?
El pobre piloto de American Airline, ante todo el licor que había ingerido y la mirada fija, cercana, serpentina e hipnotizante de mi bella amiga, confesó.
-Sí, fui tres veces en misiones especiales, llevé en valija diplomática explosivos y armas para la oposición. Estaba muy nervioso, nunca había cargado tan peligrosa mercancía en un avión de pasajeros.
Correa en Nueva York
El sábado, 24 de septiembre del 2011 el presidente Rafael Correa del Ecuador realizó su programa televisivo, llamado enlace ciudadano numero 239, desde Queens College del condado de Queens, en Nueva York City. Durante casi tres horas el presidente ecuatoriano habló de la problemática de su país, denunció al capitalismo salvaje de los Estadis Unidos, hechó chistes, cantó y hasta bailó. Ver a Rafael Correa, era como ver una copia del programa de televisión del presidente Chávez, Aló Presidente, pero hay que decir que los ecuatorianos hicieron cosas que nosotros no hemos hecho. Cuando el presidente Correa terminó su programa y me disponía a retirarme, el Cónsul del Ecuador quien se encontraba cargando unas cajas me preguntó por qué me iba tan rápido, indicándome que tenían una feria ecuatoriana.
Decidí ir al edificio donde se estaba llevando acabo la feria ecuatoriana y observé una gran multitud de personas y delante de ellos se encontraba el presidente Correa. La feria tenía una zona para renovar las cédulas de identidad y los pasaportes de manera casi instantánea, comida típica ecuatoriana en cantidad. Había mucha información en las áreas de educación, turismo y de los diferentes programas sociales que el gobierno ecuatoriano ofrece a sus ciudadanos. Allí supe que el gobierno ecuatoriano tiene un programa de becas para universitarios ecuatorianos residentes en Nueva York que quieran devolverse a trabajar por tres años mínimo a su país. Además de todo eso había una feria del libro ecuatoriano que era extraordinaria. Yo me compré unos libritos, unas películas, unos CDS de música ecuatoriana y satisfice mi gula.
Debo decir que en 20 años viviendo en esta ciudad ya he visto tres ferias del libro ecuatoriano pero ninguna de Venezuela (no faltará algún burócrata que utilice como excusa el hecho de que los ecuatorianos numéricamente son muchos en la ciudad de Nueva York). La realidad es que la idea de la feria del libro venezolano en la ciudad de Nueva York se la he mencionado a un pocotón de gente, al igual que la idea de regalar la biblioteca Ayacucho a ciertas universidades, especialmente progresistas en este país. (Esta idea no es mía, realmente era de Stefanía Mosca a quien tuve el grato placer de conocer).
En el 2005 cuando el presidente Hugo Chávez visitó la ciudad de Nueva York, se realizó un evento con el Presidente Bolivariano y una multitud de sus seguidores en Manhattan. Desafortunadamente, dicha actividad se realizó en una Iglesia que tenía problemas arquitectónicos y cuando se llenó la nave principal los bomberos dijeron que no se podían acomodar más personas, por que si no, cancelarían el evento. Ese día más de mil personas se quedaron afuera, a esto hay que añadir que llovió y la gran mayoría de las personas se mojaron. La próxima vez que el presidente visite estos lados y se realice una actividad semejante, sería bueno que estas cosas no ocurran. Hay que pensar que después de un largo día de trabajo (Estos eventos se realizan después de las 6 de las tarde) ya sea antes o después de escuchar por tres o más horas al Presidente, que quienes hagan acto de presencia, por lo menos, se puedan llevar algo en el estomago.
Desgraciadamente, el día en que habló Correa no había ni un sólo diplomático venezolano, creo que hubiera sido positivo para también aprender de los ecuatorianos.
El Alba y la Llamada Cumbre de las Américas
Este pasado fin de semana 16,17 y 18 de marzo, se llevo a cabo en la ciudad de Nueva York el Foro de la Izquierda o LEFT FORUM a este foro estaba invitado entre muchos otros Jorge Bolaños, quien es representante de la sección de interés de Cuba en Washington DC. Un día antes de dicho evento el Departamento de Estado le comunicó al diplomático cubano que tenía prohibida la asistencia al Foro. Los diplomáticos de Cuba tienen muy limitados sus desplazamientos en territorio norte americano. Los diplomáticos que se encuentran en la Misión de Cuba asignados a las Naciones Unidas, solamente pueden desplazarse en un diámetro de 20 millas. No sé cuál será la decisión de los países miembros del ALBA, pero para mí ésta es una gran oportunidad de actuar como bloque en defensa de la soberanía de nuestros pueblos y definitivamente ésta pereciera una buena oportunidad para hacerlo.
A bajo tienen el enlace del Foro de la Izquierda en Nueva York.
La Crisis Financiera y el Boom de las Casas de Empeño
Rara vez uno se encontraba una casa de empeño en Manhattan, era algo extremadamente extraño y entrar a una de ellas era casi una vergüenza. Gracias a la llamada crisis financiera han venido surgiendo casas de empeño por doquier, se vende de todo, computadoras, neveras, cocina, joyas, dan prestamos en dólares y en euros. Pareciera que este es un negocio muy pujante, porque en algunas cuadras hay hasta cuatro de estos locales.
Yo siempre he sido un ser paupérrimo y menesteroso y también desvergonzado así que conozco estos sitios muy bien y siempre he comprado cosas que realmente son muy viejas. Como una maquina para escribir de teclas de marca Tomas Edison de 1925, que compre hace algunos años y que pesa una tonelada, para mi es una reliquia para ellos era una baratija. Hoy me compre un ipad 3 usado en la casa de empeño que esta a casi tres cuadras de mi apartamento, no quiero pensar porque su primer dueño tuvo que empeñarla, curiosamente esta es la primera vez que compro algo moderno y casi nuevo en uno de estos locales.
w.camacaro@hotmail.com
