Opinión, Política i Antropología

El simio que ganó la presidencia i los simios que lo seguimos, bananos gratis para todos


“No hay pasión más ilusa i

fantástica que el odio”

Lord Byron

“Las injurias son los argumento de

que se valen los que no tienen razón”

Rousseau



No me sorprende que en la patria de Pablo Neruda i Gabriela Mistral, glorias universales de la letras, i patria adoptiva del gran venezolano Andrés Bello, que les hizo leyes, gramática i universidades, salga un abogado –Gonzalo Arenas Hödar− de los brutos bien parecidos, peinado coquetamente al estilo de Fernando Alonso, el campeón de fórmula uno, i trajeado como esa cosa (avergüenza nombrarlo) que habla en la televisión peruana, con lentes i pollina hasta empezar a tapar los mismo i labios retorcidos, ambos personajes mui bien trajeados, con ropa de hombre, en vez de falda, tacones altos i blusa de escote que, en vez de ser como los venezolanos hijos de Bolívar, él no lo es de O’Higgins, sino hijo o nieto de Pinochet, el dictador cobarde que ya viejo, se orinaba solo por el mundo, escapando a la justicia, i también Gonzalito, posible admirador de los que asesinaron a Allende. Este abogado, como muchos profesionales de la abogacía, de la medicina, la ingeniería, i muchas otras más, debe ser de los que llamamos “pura pinta”, pura apariencia como el asno que en las Fábulas de Esopo, se disfraza de león con una inmensa piel, pero al enfrentar a un león de verdad sale corriendo i rebuznando alarmado, en busca de auxilio. Por allí cerca, tiene un médico de condiciones parecidas, que para más calificación de dictador i golpista, tiene el apellido del Caudillo de España.

Pues bien, este abogado que pertenece al grupo de los analfabetos culturales –ignora que el también pertenece al orden primate− que incluye obviamente a los simios. Que va desde los Platirrinios de comienzo, hasta los Hominios que en una larga evolución de pre-primates, llega a los Primates, desde el Hominido primitivo i después al Hombre (Homo Sapiens) que pasó por varios Antropomorfos (por cierto tengo un cuadro de eso en mi Biblioteca) cuyo más próximo antecesor es el Homus Erectus hasta el Hombre Moderno. De manera, señor Gonzalo, que usted no escapa en la escala i evolución biológica, de ser también un SIMIO. El hombre, dice Schwalde, eminente antropólogo, es el último de los animales emparentados con los simios, que en la ciencia i la filosofía contemporánea, distinguimos, no solamente como homo sapien, sino como homo loquens, homo faber, i el zoo politikon o animal político. Convénzase de que usted también es un simio evolucionado i que en nuestros tiempos hasta el concepto de raza, se ha abandonado. Empero, porque usted tuvo en suerte, en la lotería de la vida, de ser blanco, por su comportamiento presumo que sea negro o mulato por dentro, ya que es pitiyanqui, imperialista i terrorista mediático. ¿O acaso se considera ario? Le agradezco me haya hecho recordar estos conocimientos que se aprenden desde el bachillerato i que el suyo no fue mui bueno, así usted pasara por la Universidad. Usted, ante todo, es un racista de medio pelo, como aquel candidato presidencial en los Estados Unidos que vociferaba ¿Qué yo soi racista? ¿Qué yo no soporto mulatos? Especialmente: ¿Qué yo no puedo ver a los negros? ¡Si al contrario, siempre he solicitado que cada persona pudiente se compre uno! No sé si conoce, como quedó luego de un atentado.I a la venezolana Alejandra Rivas Leone que lo respaldado con tanto amor, dígale que se quede en Chile para siempre. Aquí i en Chile igual, como decía un humorista venezolano, “todos somos café con leche, uno con más café que leche i otros con más leche que café”. Quienes se fijan en eso, o son brutos o son falsos.

Usted ha llamado simio al Comandante Hugo Chávez Frías, queriendo ofender, al mejor presidente que ha tenido Venezuela (que incluso escribe con minúscula) desde la Independencia hasta al presente; me consta, porque le conozco i he compartido con él hasta en conferencias universitarias, que es mucho, muchísimo más inteligente i buena persona que usted, con su estampa amanerada e inteligencia menguada. Así se empieza, i luego usted se volverá adicto a los bananos. Aquí, en estas elecciones, somos por lo menos 8 millones i medio de venezolanos, recios como la herencia que nos dejó el Libertador Simón Bolívar, i no solamente comemos bananos, sino que parece ser que es un alimento que produce muchas ideas de avanzada, de libertad, de justicia i de amor. ¡Cómo desearía la juventud chilena, tener un Chávez allá! Percátese que los bananos i las frutas chilenas, no esté contaminados por los rayos ultravioleta que deja pasar, como sabemos, el hueco de la capa de ozono, cuyo remedio según un senador norteamericano es que usen sombreros amplios (como charros mexicanos) i lentes negros, lo que sería trágico para usted por taparle el coqueto peinado, i los ojos escrutadores de pieles oscuras. Le repito una frase de José Ingeniero, argentino que vivió al lado de Chile, patria a la cual su odio de paranoico, ha ofendido también. La frase es:”NADIE PUEDE SER OFENDIDO EN SU DIGNIDAD, SI ANTES NO SE HA OFENDIDO A SÍ MISMO”.

robertojjm@hotmail.com


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Roberto Jiménez Maggiolo


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