Global Research
Traducción por Ivana Cardinale
Una política de asesinatos políticos y “ejecuciones extrajudiciales” ha estado en la pizarra de la inteligencia estadounidense por más de medio siglo.
Según informes no confirmados, un plan francés-saudí para asesinar al presidente sirio Bashar al Assad fue iniciado por el ex presidente francés Nicolas Sarkozy. El presidente saliente francés "pasó sus últimos días en el cargo tratando de convencer a Obama para que tomara parte en el ataque (…) contra el palacio de Assad, su familia y miembros del gobierno sirio” (Ver The Deccan Herald, 12 de mayo 2012).
Pero el presidente estadounidense no estaba preparado para “prestar” su poder de fuego militar para ayudar a la misión francesa-saudí que dependía de ataques aéreos e intenso bombardeo al bastión de Assad en Siria.
Vale la pena señalar que a mediados de julio, el gobierno sirio fue atacado. En un ataque con bomba cuidadosamente planeado, fueron asesinados el ministro de Defensa Daoud Rajha, el viceministro de Defensa Assef Shawkat, y el asistente al vicepresidente, el General Hassan Turkmani. No hay evidencia de que Francia estuvo detrás de esta operación.
Mientras que el asesinato político es parte de una actual agenda de inteligencia, la opción de asesinato del presidente sirio está ahora en el dominio público, un “punto central” detrás de las cerradas puertas diplomáticas.
En unas declaraciones, el ministro de Relaciones Exteriores australiano Bob Carr insinuó de manera inequívoca que "una mayor deserción militar y un asesinato del presidente parecen ser pre-condiciones de un movimiento hacia la paz en Siria, según informó The Australian el 9 de octubre.
“Pienso que sabríamos que el conflicto se ha equilibrado si hay una deserción importante en el gobierno de Assad, especialmente una deserción que tiene parte de sus fuerzas armadas con el” dijo.
“Esto suena brutal y cruel, tal vez un asesinato combinado con una deserción importante, tomando una gran parte de sus fuerzas armadas, es lo que se requiere para conseguir un alto el fuego y las negociaciones políticas”.
El canciller australiano, quien está al tanto de las opciones de política exterior de EE.UU. y la OTAN aclaró sin embargo que él “no tenía información de inteligencia que sugiera que esto está por ocurrir pero parecería ser una pre-condición para el movimiento hacia la paz y cese al fuego”.
El asesinato se anuncia como un instrumento para "hacer la paz", según el ministro de Exteriores de Australia, “una pre-condición hacia la paz”.
Lo que está sobreentendido desde el punto de vista de la OTAN es que "la paz y la democracia” en Siria requiere de la “ejecución extrajudicial” del jefe del gobierno de Siria.
