No son pocas las veces que gobiernos de países subdesarrollados salen enormemente beneficiados de las acciones perversas que ejecutan los gobiernos imperialistas, porque se produce un efecto totalmente contrario al planificado y deseado por los impostores. Cuando los imperialistas se comportan como la danta o como el avestruz –creyendo que lo están haciendo con la inteligencia del delfín- suelen cometer esos errores que les merman muy negativamente sus relaciones o políticas diplomáticas. El caso del camarada Evo Morales lo testimonia.
Algunos gobiernos, como buitres, de países imperialistas (Francia) o de cierto nivel de desarrollo capitalista (Italia y Portugal), todos obedeciendo dictamen del jefe de todos los jefes imperialistas –Obama-, cometieron el crimen frustrado de negarle permiso de vuelo en sus territorios al avión donde viajaba el camarada Evo Morales. El ridículo argumento es que allí llevaba de compañía a Snowden, denunciante del espionaje gringo hasta a sus propios compinches de tropelías. Y es un argumento ridículo porque posteriormente el “socialista” Presidente del Gobierno francés –que no vale la pena ni siquiera nombrarlo- hizo emitir un comunicado solicitando disculpa alegando que no fue la verdadera intención negar el permiso porque, no lo dijo pero sí lo pensó, lo que ansiaba era que el avión donde viajaba el camarada Evo se fuese a pique y muriese de una vez para salir del indio ese que jode mucho. Obama, por su lado, suele callarse cuando el plan se le cae y ha sido demasiado descarada su intención. Dios fue injusto con la humanidad porque Obama ha debido ser un catire magistralmente ario y no negro. Jamás pensaron que el camarada Evo volvería con vida a Bolivia. ¡Viva Evo! ¡Abajo los imperialistas!
Muchos gobiernos han protestado contra la infamia. Lo han hecho en términos políticos de la diplomacia internacional. Incluso, se han dicho palabras duras y valederas. Algunos gobiernos perversos han reculado y han intentado lavarse las manos como Pilatos quien no “quiso” sentenciar a muerte a Jesucristo pero nada hizo por evitarlo.
Nosotros creemos que el caso del camarada Evo no pasará más allá de las palabras, blandas o duras, de protestas contra la infamia. Todo se resolverá con palabras –en algunos casos- de disculpa o –en otros- de mal entendimiento. Seguramente, en poco tiempo, veremos algunos presidentes europeos visitando países de Latinoamérica o del ALBA donde se le harán los respectivos protocolos de buen recibimiento. Así es la diploma en el contexto capitalista y romper con esos protocolos provoca reacciones de los “fuertes y poderosos” contra los “débiles y subdesarrollados”. O, tal vez, presidentes latinoamericanos o caribeños visitando Roma, París, Lisboa firmando acuerdos económicos o mal llamados “culturales” que en el fondo más beneficios generan al capitalismo desarrollado que a nuestros pueblos. Queremos tecnología avanzada y no que nos vengan a presentar bailes, canciones, obras de teatro, películas o charlas que en nada o casi nada enriquecen el conocimiento integral de nuestras poblaciones en relación con el trabajo productivo. No es que estemos negando los intercambios artísticos pero es mucho más importante tecnología, más tecnología y siempre tecnología mientras se llega ese momento en que con audacia, más audacia, siempre audacia el proletariado sin fronteras se lleve por los cachos a todos los gobiernos imperialistas y capitalistas.
Es imprescindible que el frente o bloque de los pendejos (que somos los pueblos subdesarrollados y somos muchos pero muchos) nos tracemos políticas comunes en defensa de nuestro sueño de redención; tomemos decisiones por todos y hagamos que se materialicen pero, al mismo tiempo, estemos dispuestos a responder con la misma metodología si los impostores osen agredirnos. Ese es el camino de la política internacional de quienes crean que el socialismo es la única alternativa para salir de los marasmos en que nos metieron los imperialistas para saquearnos y gobernarnos en función, casi exclusiva, de sus malvados intereses económicos.
Nosotros creemos, sin estar exigiéndoselo a ningún Gobierno ni de Latinoamérica ni del ALBA, que mientras no se toquen los intereses económicos de los monopolios extranjeros, en la diplomacia capitalista y, especialmente, la imperialista, nada va a hacer cambiar esas posiciones macabras y perversas de esos gobernantes que nos tratan como si fuésemos de categorías de muy baja calaña y que sólo nos toman en cuenta porque desean rapiñar la riqueza en materia prima que existe en nuestras naciones. En el mundo actual –fundamentalmente- imperialista ya casi no se captan las diferencias entre los gobiernos conservadores, socialdemócratas. Democratacristianos y socialistas. Ciertamente, tienen sus contradicciones y ojalá se agranden del tamaño de la parte ancha del embudo para que más fácil sea la lucha política para derrotarlos.
El Pueblo Avanza (EPA, aunque seamos una organización política muy pequeña, nos solidarizamos, en primer lugar, con el camarada Evo Morales, el Gobierno boliviano y el pueblo de Bolivia; en segundo, lugar con los gobiernos del ALBA que protestan contra la falacia y el plan de crimen frustrado materializado por gobiernos europeos que negaron el permiso de vuelo en sus territorios al avión donde viajaba el camarada Evo; y, en tercera instancia, con todos los gobiernos del mundo que han alzado su voz de protesta contra la infamia de esos gobiernos que se niegan a entender que el mundo gira hacia el gran estallido de rebeldía internacional para derrocar al capitalismo y construir el socialismo. Eso, por más negación de vuelo que determinen en contra de presidentes de naciones que rechazan las políticas imperialistas, es un camino inevitable.
¿Por qué le damos las gracias a los imperialistas?: porque si Evo tenía un poco complicado el panorama para ser reelegido como Presidente de Bolivia, con los que le hicieron, alborotaron los sentimientos de todo casi todo el pueblo boliviano que en este momento se puso al lado de su Presidente para condenar y rechazar la tropelía imperialista. ¡Viva Evo!
Por una verdadera integración revolucionaria: debe empezar a tocarse intereses económicos imperialistas en nuestra región latinoamericana y caribeña ante cada política perversa que ejecute el imperialismo contra nuestros pueblos.