Durante 70 años del acuerdo Bretton Woods, el modelo unipolar de relaciones comerciales y financieras de él surgido, devino en acciones de sometimiento e intervención que sólo benefician a los Estados Unidos de América y sus aliados directos de la Unión Europea. Las decisiones de organismos multilaterales y financieros como el FMI y BM, G-8 y G-20, son dictadas por el Congreso de los Estados Unidos en beneficio propio y del eje europeo Londres-Bruselas. Decisiones estas que condujeron al mundo a la actual crisis económica global. Al descontento de países ricos en materias primas y de economías emergentes.
El desconocimiento de estos países con economías emergentes, por parte de los Estados Unidos, Londres y Bruselas en las decisiones del FMI y BM, y su importancia en la geopolítica mundial, llevó a dichos países; Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, a la conformación de un bloque de ámbito global conocido como los BRICS, hoy Argentina muestra su interés en la participación activa (¡BRICSA!)
Los objetivos BRICS buscan conformar un banco de fomento y una reserva financiera para hacer frente a políticas de desarrollo internas y eventuales desajustes en la balanza de pagos. Posteriormente se entendería a otros países sin las condiciones anti soberanas y de intervención del Congreso estadounidense o la Unión Europea. Su accionar en el ámbito global, más allá de los países miembros, constituye la creación de un nuevo orden económico y político mundial. ¡Un orden multipolar!
Estas decisiones soberanas, en la economía y geopolítica mundial, son vistas por Washington y sus aliados como una amenaza a sus políticas intervencionistas, hegemónicas. Desde entonces el accionar belicista se ha hecho presente. Los Estados Unidos de América y sus aliados europeos invadieron Libia y tratan de someter a Siria, como consecuencia todo el medio oriente y gran parte de África sufre desde hace unos cuatros años la mayor intervención bélica conocida. En la región Cachemira, frontera de India con Pakistán, se promueve con fuerzas terroristas de Al Qaeda y el Estado Islámico, una eventual confrontación. Al norte de Europa, próximo a la frontera Rusa, promovieron el derrocamiento y nacimiento de un gobierno anti Ruso en Ucrania. Desde allí se actúa sobre Rusia y su economía. También se actuó durante el de año pasado con protestas callejeras anti Chinas en Taiwán, ¡en un movimiento separatista!. ¿Quién falta? ¡Oh, oh, Brasil!
No son ajenas a este accionar intervencionista las manifestaciones de calle en Brasil, previas al mundial de futbol en 2014, tampoco lo son ahora, mucho menos las acciones contra PETROBRAS y la economía brasileña. De mantenerse Dilma en el poder, a mediano y largo plazo, el relevo seria para un nuevo periodo de Lula Da Silva, quien definitivamente consolidaría la integración de los bloques extra regional y regional. En un paralelismo de Sudamérica con el resto del mundo, la importancia e interés del gobierno de los Estados Unidos de América en tomar por la vía de la fuerza y antidemocrática el control político, económico y militar en Venezuela tiene como objetivo final la intervenir en la vida política y económica de Brasil.
Los ataques coordinados, directos o indirectos, contra los pises que conforman el BRICS es sin duda el objetivo a mediano y corto plazo del Gobierno de los Estados Unidos y sus aliados europeos. No pueden ni deben estos países de economías emergentes consolidar su unión y mucho menos una nueva realidad. ¡La creación y consolidación de un mundo multipolar!