Los 70 años del final de la Segunda Guerra Mundial es una celebración que sobrepasa lo interesante, pues es una clara demostración de que existe el perdón sin el olvido. Muchas son las cosas claramente emergentes en esta peculiar celebración del 8 de mayo, día de fiesta nacional en casi toda Europa, exceptuando, obviamente, a Alemania e Italia, yo quiero referirme a solo dos.
Lo primero, hoy existe una nación llamada Ucrania que se debate entre oriente y occidente con una guerra civil de connotaciones internacionales. Un pueblo dividido entre sentimientos y resentimientos de pertenecer a una Unión Europea luego de haber pertenecido a una extinta Unión Soviética. En cualquiera de los dos casos pareciera que es un pueblo que necesita "pertenecer a algo". Desde lejos se aprecia eso, un país que no tiene pies propios.
Desde aquí es muy difícil saber la verdad. Percibir la realidad es casi imposible pues los medios no difunden información sino mensajes. Tal vez esa sensación de "no entender que pasa allá" sea la misma sensación que cualquier persona o pueblo perciba en otro país de la situación de Venezuela. Incertidumbre de la que debemos cuidarnos, producto de una mensajería elaborada para ponernos a pelear entre nosotros, con la gravedad de que no solo impide el acuerdo sino que ocasiona el atraso y nos condena al papel segundón en el mundo.
La independencia de un país es tan importante que no vale la pena tener un gobierno si no se es independiente de potencia extranjera alguna, pues el día que esa tutela quiebre el país queda a merced de la incertidumbre con las consecuencias que la Ucrania de hoy padece. Ahora bien, esa independencia cuesta, es cara, no es fácil. Mas si esa independencia no es solo física o política sino cultural, tecnológica y educativa. El hecho de que hoy nos sorprenda ver una celebración rusa del aniversario de lo que ellos sabiamente llaman "guerra patria" es debido a que por demasiados años vimos películas en donde los héroes eran los norteamericanos que en junio de 1944 desembarcaron en Normandía para acabar en 11 meses con el Fúhrer. Nos sorprende enterarnos hoy que los soviéticos sufrieron la pérdida de 27 millones de personas y que fueron ellos los que llegaron hasta Berlin para vencer cuerpo a cuerpo al ejército alemán, hasta Roma para hacer huir a Musolini, y hasta China para devolver la región de Manchuria a la China, evitando así la continentalizacion del imperio japonés. Vean ustedes como la segunda guerra fue sucedida por otro tipos de armas comunicacionales.
Lo segundo tiene que ver con la indiscutible revolución de la Internet, a la que no dudo en calificar como frontera de una nueva era de la humanidad tan o mas importante que la invención de la escritura misma. Una revolución que hace que de repente la historia deje de ser lo que era y sea otra, debiendo ser reescrita. Confieso que ahora comprendo mejor el verso de Ali Primera que dice: "hoy hagamos la historia y que otros la escriban en un mundo mejor". Por eso la revisión de los acontecimientos pasados pueden renovar o remover las convicciones. Imposible entender el mundo de hoy sin revisar las circunstancias de los acontecimientos de hace 70 años. Pensemos y contextualicemos en: Una Rusia con 28 millones de cadáveres en solo 4 años de guerra. (1941 al 1945); Una China con una guerra interna de 40 años, una invasión japonesa sobre un tercio de su territorio y con las grandes ciudades sometidas al opio; Una India colonizada por Inglaterra, con un pueblo hambreado y sumiso por una milenaria cultura mística, a veces demasiado mística; Una Sudáfrica esclavizada y dividida por el color de la piel de sus ciudadanos; Una Brasil, gigantesca pero feudal, con millones de personas sin tierra, en formación pero sin forma, receptora de una inmigración producto de las guerras en Europa, lo que produjo colonias y hasta pequeñas naciones que solo fueron unidas bajo un adjetivo de federativa.
Hoy son el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Son los mismos que no tenían mucho que aportar entre los años 1944 al 1948 en aquellos tratados que convirtieron a Nueva York en la cede de la ONU y al Dólar como moneda de reserva internacional hace 70 años. Mañana 9 de mayo, en el desfile estarán en la Plaza Roja, comerán caviar y brindaran con vodka, y luego, dentro de pocos meses estarán juntos otra vez, fundando un banco y promoviendo una nueva moneda de reserva internacional….Un nuevo tratado entre nuevos poderosos.