La República Bolivariana de Venezuela como nunca antes ocurrió en la cuarta república, en los años de revolución ha dado una lección de diplomacia no solo en América, sino también en todo el mundo.
El lunes 31 agosto, le correspondió nuevamente a Colombia hacer el papel de soledad, pues la arrogancia y el esfuerzo de mostrar una actitud enfurecida por parte de su embajador en la "moribunda" OEA, este no aguantó el talento profesional y la experiencia de nuestro embajador Roy Chaderton quien le dio jaque mate en plena reunión, que con fines propagandísticos electorales trató de imponer de manera infundada la maltrecha diplomacia de Colombia, y digo maltrecha porque esta fue, apabullada, desnudada y puesta al descubierto por la diplomacia venezolana, que con su noble actitud de paz, independencia y justicia social, ha desplegado esta bandera en todo el mundo, donde ya se le conoce por esta noble labor internacional.
Si, aquí en Venezuela solo queremos paz, pero que no se equivoquen los enemigos de este noble e invalorable deseo, también tenemos además del poder diplomático, otro gran poder, que es el de su gente revolucionaria, chavista, socialista y bolivariana.
Todos estamos con el presidente Maduro, las instituciones del Estado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y así seguiremos apoyando a todos los presidentes revolucionarios que defiendan y pongan en alto el legado de Hugo Chavéz, para demostrar al país y a todo el mundo que su esfuerzo no fue en vano, que aquí estamos y estaremos bolivarianos, revolucionarios y chavistas hasta el fin de nuestro tiempo, haciendo Patria para nuestros descendientes.
Valdría la pena preguntarle al presidente Santos, su canciller y a sus representantes en la "maltrecha" OEA, "¿cómo les quedó el ojo?", los Venezolanos revolucionarios estamos demostrando al mundo que por nuestras venas corre sangre de luchadores incansables, como lo fueron los lanceros de "Las Queseras de el Medio", somos herederos de libertadores, somos hijos de guerreros, somos Ribas, Sucre, Montilla, Urdaneta, somos Negro primero, y herederos de muchos próceres más y podemos así decirlo con orgullo, pues sobran en la historia de Venezuela héroes-próceres que no solo dieron la libertad democrática y soberana a esta tierra de gracia, sino que cruzaron los páramos andinos, para llevársela a Colombia, Panamá, Ecuador, Bolivia y Perú, este último país cuyo congreso le entregó al Libertador Simón Bolívar, la "Espada de Perú" a quien le dio su libertad. Somos y seremos siempre un país de paz, con una independencia soberana lo cual nos permite con nobleza de Estado respetar la soberanía y la libertad de los pueblos del mundo, no tenemos pretensiones imperialistas ya que no lo fuimos, ni lo seremos.
Pero si estamos seguro más que nadie en el mundo, que estamos decididos a ser libres e independientes y resguardaremos con el sudor de nuestra sangre la tierra soberana que heredamos de nuestros libertadores, y además las grandes riquezas naturales que están bajo estas tierras soberanas, las cuales serán resguardadas para bien de la humanidad y de un pueblo noble y justo.
Es que la oligarquía colombiana, a pesar de casi dos siglos de vida, todavía no acaban de entender que el Libertador es el "Padre de la Patria", yo les sugiero a los más jóvenes de Colombia leer la historia, que por los años de 1813 ya el Libertador era jefe de los ejércitos de Colombia, y no Santander; y que en 1819 ya El Libertador aseguraba la independencia de la Nueva Granada (Colombia más Panamá), con las derrotas sobre los españoles en Pantano de Vargas y en Boyacá.
Es que este pedacito de historia no les interesa, porque solo es una pequeña parte de la totalidad. Valdría entonces la pena preguntarse al aire. ¿Será que lo que les interesa, es vivir de la traición? Por eso viven y hacen política para entregar la soberanía al gobierno de los EE.UU, y para ello, mienten para mantener el narcotráfico, los paramilitares, etc. Sería lamentable, ya que, y lo digo con conocimiento de causa, en Colombia hay y viven millones de bolivarianos que luchan y quieren a su país, su soberanía, y a su gente que es trabajadora y bien preparada.
A ellos dirijo un SOS, ¡Salven a Colombia!, como lo dice el monumento en Pantano de Vargas, ¡Salve usted la Patria!, este fue el grito de entusiasmo patriota que le dio El Libertador al Coronel Rondón, en plena lucha contra los realistas españoles, esta valentía de los lanceros de Páez entregados al ejercito libertador, fue el preludio de la derrota en Boyacá. (Agosto de 1819).
Pero esta corta pero noble historia, llena de paz, hermandad y unidad, escrita con sangre de la revolución de independencia, no puede ser olvidada ni traicionada por meras ayudas del norte para mantener un poder que favorece a una minoría, en detrimento del sacrificio de la mayoría de nobles colombianos que desean una patria segura, libre de colonialismo, narcotráfico y paramilitares, que lejos de llevar libertad, lo que ha dejado por décadas es tragedia y luto para muchas familias.
Colombianos, el ridículo que hicieron sus políticos ayer en la OEA, da pena ajena, y dejó al descubierto que solo a ellos les interesa su fortuna y sus puestos políticos, el resto del pueblo colombiano que es la mayoría no está en su agenda de futuro.
¡Salve usted la Patria hermano colombiano! No permita que extranjeros mellen el suelo, que con su sangre derramada en los campos de batalla, se la legaran los libertadores para ustedes y sus hijos.
¡Viviremos y venceremos!
Patria Socialista del Pueblo Soberano, necesario es vencer.