El aparente fracaso de las políticas económicas, alimentarias, fiscales, industriales, entre otros en Venezuela, casi en su mayoría de los casos, es por la delegación de poderes creadores a personas que llevan el verbo ideológico pero un defectuoso proceder practico en valores gerenciales. Esto, me recuerda un video que conseguí en la web, denominado ‘’Mano dura al Capitalista’’, donde el protagonista es el Presidente de Bielorrusia, Tcnel Alexander Lukashenko, aquí el link: https://www.youtube.com/watch?v=arR_V47YmMI

En el mismo se refleja una inspección sorpresa a una fábrica textil con inversión del Gobierno Nacional a través del Belprom (Ministerio de Industrias) en alianza con el capital privado nacional, el cual, dentro de los programas de reimpulso interno en vísperas a levantar sin ayuda extranjera la industria Bielorrusia, le lanzaron unas alarmas de presunta ineficiencia en el arranque de dicha factoría en fase de recuperación. Para no alargar la historia y sea de fuente propia a través del video dejado, pueda ver las reprimendas, investigaciones, análisis, destituciones y cuestionamientos hacia su propio gabinete por la deficiencia del seguimiento y control de los planes esgrimidos por el propio Lukashenko, quien molesto, no titubea en tomar las riendas de lo descontrolado al no confiar por este hecho, las decisiones a su equipo.

Venezuela, para el 2012, dirigida por el Comandante Hugo Chávez le sumó al Ministerio de la Secretaria de la Presidencia, las responsabilidades de ‘’Seguimiento y Control’’, por las innumerables notas de prensas, escritos, informes, denuncias que tanto el pueblo como dirigentes oficialistas u opositores mostraban de las factorías o instituciones administrativas adscritas al Estado Venezolano para la época; uno de sus boom mediáticos de este Ministerio, a cargo de la Almirante Meléndez, fue el apagón operativo por falta de insumos y transporte de Helados Coppelia, el cual, semanas antes habría sido inaugurada por el propio Presidente. Este hecho marcó como un renuevo de la forma de hacer política del Chavizmo en general, donde se señalaría independientemente de los compromisos ideológicos y verbales, a los que estuvieran inmersos en actos de corrupción e ineficiencia operativa que afecte las finanzas y el crecimiento industrial de la revolución. Se habló de la Policía Anticorrupción, los Inspectores presidenciales, la alianza Sino-venezolana, en materia de corrupción directamente con la Fiscalía Popular Suprema de China y adaptabilidad de leyes para la eficaz lucha contra la corrupción, las RAR, pero, hasta el año 2016, esto pasó a ser un triste recuerdo que desea ser visto por TODOS los venezolanos.

En mi escasa lógica operativa dentro de la burocracia venezolana, creo que ya de por si el Gobierno Nacional asume compromisos que no puede cubrir a la hora de iniciar operaciones contundentes en cada uno de sus ministerios, porque o lo Ministros le tienen culillo a los encargados regionales o viceministeriales, de que logren eficiencia en sus carteras o responsabilidades institucionales y le pueden serruchar sus puestos, o simplemente son unos buenos para nada, que el único ojo de gestión lo ven en la democracia twittera e institucional de las etiquetas impulsadas por la #Tropa; y ojo, no se entiendan que esto es un ataque a la #Tropa, sino al faranduleo de muchos Ministros en la actualidad, donde se requiere resultados a corto plazo en todas las materias nacionales y no dependan de RT, like y mention vía twitter.

Si bien me alegró ver con mano dura el accionar de Lukashenko en este video, lo único que se me viene a conclusión, es lo que mencioné en el párrafo anterior: la sobrecarga de tareas que asume el Ejecutivo Nacional (tanto en Bielorrusia como en Venezuela) que impiden que se vigile todo para que marche bien; la lógica es que todo se deba hacer bien porque en sentido común indica que mientras mejor sea una gestión, mayor aceptación tendrá el Gobierno Nacional ante la sociedad.

Ahora, la solución es ¿crear instituciones especiales para las tareas de la inspección, con carácter nacional, o sean los Gobiernos Regionales y Locales, quienes asuman la inspección de las instituciones nacionales?; alguno dirán: pero, ¿por qué no incluir también al poder popular, que es el que a través de la Ley de Contraloría Social, el que tiene mayor incidencia, al ser el afectado directamente?

Mi respuesta es, si así como el Presidente Maduro avizoró que dejarle la distribución de los alimentos y medicamentos a empresas nacionales o privadas, seguirían agudizando el desabastecimiento y creo los CLAP y ASIC, deberíamos aplicar para la inspección de la buena operatividad, productividad y gestión, a los Comité Ciudadanos para la Inspección y Garantía de Gestión Optima (CCIGGO), los cuales a tiempo real y con lógica local y regional, sin influencias de los organismos políticos (gobernadores, alcaldes, grupos Ministeriales) para no generar compromisos de silencio ante ninguna gestión, se garantice los potenciales nacidos del Plan de la Patria. Por supuesto está, no debe hacerse con personas que no tengan conocimientos, al contrario, deben ser expertos formados dentro de los planes que el Gobierno Nacional establezca y además posean carácter jurídico a la hora de emitir un informe de evaluación. Esto garantiza, fuente de empleo, mayor dividendo por los incrementos operativos e incluso de producción, al evitar estas empresas (o más bien sus presidentes y directores) ser sancionadas por este ente, el cual pudiera procesar de manera más rápida informes de responsabilidad administrativa y así evitar raya laboral; además apartamos a los organismos de Seguridad de Estado (SEBIN y DGIM) quienes a veces desvían o se corrompen, por las altas cantidades de dinero que logran hacer engavetar o hacerlos mirar hacia otro lado a la hora de investigar.

¿Qué beneficios traerá, aparte de garantizar la producción y protección de los ingresos generados?, nuevas ordenanzas municipales donde establezcan multas por inoperatividad e ineficiencia de empresas nacionales y regionales en sus territorios, que se traducirían en dividendos a los Gobiernos Locales que pudieran ser utilizados para optimizar el CCIGGO, nuevas normativas internas en las empresas a la hora de establecer responsabilidades administrativas de carácter directo, ya que las actuales, a través de los auditores internos, no han funcionado, como lo diría el Pepe Mujica ‘’Para un carajo de nada’’, lo que impedirá pensar incluso, cometer un acto de corrupción por parte de cualquier funcionario público; además llevar, por supuesto a que la empresa generen saldo azul a favor del Gobierno Nacional por recuperar el sentido social de propiedad en sus empleados y trabajadores hacia la factoría.

¿Será esta modalidad, la que garantice la mano de hierro a través del Gobierno Nacional y se venza la inoperatividad de la Contraloría General de la República, Fiscalía General y el TSJ, en materia de investigación y sentencia para eliminar de raíz la corrupción? ; Lo único que quedaría pendiente, son las metodologías para la escogencia del personal, que lo dejo por supuesto a opiniones y debate de los lectores del artículo.