Desde su ascenso al poder en el año 2002 Tayip Erdogan ha venido realizando una política con un proyecto claramente neoliberal adaptado a las condiciones particulares de Turquía. Con esta idea ha venido liquidando buena parte de los cimientos del estado laico implantado por Ataturk al tiempo que privatizaba las empresas públicas. Junto a esto se ha llevado a cabo también un proceso que no oculta el deseo de reislamizar a la sociedad turca, la única del mundo islámico en la que se habían alcanzado significativos logros en la construcción de un moderno estado laico, principalmente en las zonas urbanas del oeste del país.
La llegada de la agenda islamizadora ha significado un retroceso en lo referente a determinadas libertades individuales relacionadas con temas de moral y hábitos sociales
(relaciones sexuales entre jóvenes, intento de prohibir la venta de alcohol, separación de sexos en determinadas actividades, etc.). Las mujeres por su parte enfrentan una verdadera guerra en su contra desde las filas del gobierno islamista empeñado en la prohibición del aborto, dificultades crecientes para ejercer el derecho al divorcio y la imposición de prácticas contrarias al control de la natalidad y a los derechos sexuales y reproductivos. (Ver
https://www.vientosur.info/spip.php?article11408).
También para la población LGTBI el gobierno de Erdogan está poniendo trabas crecientes a su actividad pública y desarrollo lo que puede tener graves repercusiones si se tiene en cuenta que Turquía es (junto con el Líbano) el país musulmán en el que las reivindicaciones de respeto a los derechos humanos de la población LGTBI han logrado un mayor nivel de visibilización. El auge del yihadismo y de otras corrientes integristas hace muy complicado que la población LGTB de estos países pueda articular un nivel de organización como paso previo para lanzar sus propias reivindicaciones como colectivo.
En Turquía, desde hace quince años, se vienen realizando diversas actividades durante el mes de junio para unirse a la celebración del 28 de junio como recuerdo de la revuelta de Stonewall ocurrida en Nueva York en 1969. La primera movilización de calle tuvo lugar el año 2003 en Taksim, en el centro de Estambul y desde entonces la participación en la movilización ha crecido de forma importante teniendo en cuenta los parámetros de un país islámico con unas 30 000 personas el último año.
Nada de actos indignos durante el Ramadán
Este año, embarcado en una creciente oleada represiva que alcanza a múltiples sectores de la sociedad, el gobierno de Erdogan decidió prohibir los actos programados para la decimotercera edición del Orgullo Istambul. La justificación oficial hablaba de la necesidad de mantener la seguridad y el orden público aunque pronto se oyeron voces de sectores integristas y ultranacionalistas que condenaban la celebración por coincidir con el Ramadán y considerar que esas manifestaciones fomentan la aparición de individuos desnudos por las calles así como de actos indignos en lugar las actitudes de recogimiento y purificación que implica el Ramadán. Con esta decisión se anunciaba la utilización de medios represivos para evitar las manifestaciones.
Tradicionalmente el Istambul Pride se conforma con diversas actividades culturales, festivas y de movilización en la calle. Este año su realización se ha visto afectada por la prohibición oficial. El pasado 19 de junio estaba convocado en Estambul elTrans Pride en la plaza de Taksim, en pleno centro de la ciudad. Las fuerzas antidisturbios intervinieron para evitar la manifestación requisando banderas del arco iris, deteniendo a algunos activistas al tiempo que disparaban botes de humo y gases lacrimógenos. Esta actuación fue el prólogo para la celebración oficial, elIstambul Pride, previsto para el último domingo del mes de junio como en ediciones anteriores.
Por primera vez en sus trece ediciones el aparato de Estado se volcó para generar un clima de miedo e imponer la prohibición. En días anteriores se produjeron varias agresiones islamistas, una de ellas contra un establecimiento en el que se presentaba el último disco de grupo de rock Radiohead. Los asaltantes denunciaron el acto alegando que en interior del local se estaba consumiendo alcohol. Aunque se produjeron dos detenciones entre los asaltantes, pronto fueron puestos en libertad. Al mismo tiempo se hizo pública desde la Oficina de Seguridad Antiterrorista la detención de miembros sospechosos de pertenecer al ISIS que se creía que estaban preparando un ataque suicida contra la manifestación.
La organización de la marcha decidió mantener la convocatoria aún a sabiendas de que su realización sería imposible al mantenerse la prohibición.
En esta ocasión se aspiraba a marchar por la principal arteria de ciudad, Istiklal kadesi, y contaban con la presencia de algunos representantes extranjeros, entre los cuales se hallaban dos diputados alemanes, uno de ellos Volker Beck implicado en la defensa de las políticas de respeto a la diversidad sexual. Como en la semana anterior la policía abortó la manifestación con un fuerte despliegue represivo que incluyó esta vez la retención temporal de los dos diputados alemanes. Los organizadores apenas pudieron leer un comunicado ante la prensa en medio de la actuación policial.
Un movimiento en ascenso en medio de grandes dificultades
Aunque en lo referente a las reivindicaciones legales el movimiento LGTB no logrado cambios sustanciales, la visibilidad que ha adquirido en los últimos años ha logrado un impacto notable en la sociedad turca. Organismos como la ILGA(Internacional de Gis y Lesbianas) o Amnistía Internacional denuncian la inexistencia de seguridad para las personas LGTBI, el reconocimiento del derecho al matrimonio igualitario, el fin de las detenciones y los casos de abusos y torturas. La situación social está cambiando en algunos aspectos pero se caracteriza por su lentitud en medio de una creciente hostilidad gubernamental. Sin embargo el impacto del activismo hace que algunos cambios sean perceptibles como lo ocurrido con la revuelta del parque Gazi donde se creó en la acampada un Bloque de activistas LGTB que tuvo una gran acogida y popularidad que no es ajena al crecimiento en las movilizaciones de las últimas ediciones.
Lo que al comienzo fue un pequeño grupo de activistas urbanos a finales de la década de los ochenta se ha convertido hoy en una red más amplia, con complicidades sociales en diversos ámbitos políticos, sociales y culturales. La legalización de Chaos GL como colectivo y revista en 1994 abrió el paso a otros grupos como Lambda Istambul, al grupo trans Voltrans, a los intersexuales deSalala, a los familiares de lesbianas y gais de ListaG, al tiempo que surgían diversos grupos universitarios en Estambul y Ankara y en ciudades como Esmirna, Eskisehir y Diyarbakir en el territorio kurdo (Hebûn lgtb)
Quizás un síntoma de este cambio se pueda intuir en la actuación del propio Erdogan quien, en medio de la escalada represiva, sorprendió a los medios de comunicación al anunciar la invitación a una cena oficial de la cantante transexual Bulent Ersoy, personaje público muy popular en el país, junto con su esposa Emine y otras personalidades. Conocida como cantante de música tradicional de inspiración otomana, su figura alcanzó relevancia al hacerse pública su cirugía de reasignación en la década de los ochenta. Desde entonces su figura se ha agrandado en el país y ha contribuido de forma importante a visibilizar la transexualidad. En el evento citado Erdogan señaló su importancia como artista aunque a nadie se le escapa que se trata de un gesto que busca rebajar el impacto que pueda tener la prohibición de las celebraciones del Orgullo. En todo caso quedó claro en la intervención oficial que se trataba de honrar a una artista y no a una activista.