Los días que hoy vivimos, o padecemos, son aleccionadores. Difícil opinar, hay problemas graves y muchos sentimientos producto de muchas necesidades. Pero dejar de opinar o negarse a expresar las ideas es más que abandonar el cargo, es dejar de existir.
Hace minutos escuche y vi la rueda de prensa del Ing. Carlos Slim, multimillonario mexicano. Sexto hombre más rico del mundo, según Wikipedia. Según los comentaristas de CÑÑ, es inusual que Slim ofrezca ruedas de prensa con trasfondo político, pues el hombre es bastante reservado. Y lo es, respuestas cortas, casi sin argumentos, pero certeras. Entre tantas frases y respuestas me llamo la atención esta, refiriéndose a Trump, a quien no calificó de "Termineitor" sino de negociador, dijo Slim: "el supone un regreso al pasado, una utópica posición…y debe darse cuenta de que el cambio no va por ahí… pensar en regresar al pasado glorioso de la industria norteamericana ya no funciona…está enfrentando el cambio civilizatorio hacia atrás y no hacia delante. La nueva civilización es tecnológica y de servicios".
La opinión de Slim coincide con una visión social. Slim dijo que la globalización empezó cuando el deshielo, tal vez para contextualizar que la migración es una característica inherente a humanidad, sin embargo, no creo que nadie se atreva a refutar que la verdadera causa de la sociedad de hoy tiene origen en la revolución industrial, un hecho tecnológico que condujo a la conformación de grandes conglomerados humanos alrededor de las ciudades, la organización de sindicatos y organizaciones empresariales que modificaron las estructuras del poder político. Tanto catalizó el cambio, que la mismísima revolución industrial, iniciada en el siglo 19 desembocó en las dos grandes guerras del siglo 20. Una especie de reacomodo entre el imperialismo como estructura política. No se puede olvidar que la causa de la primera guerra fue la pretensión de expansión de fronteras de los imperios, el astro húngaro y el japonés, y la segunda un coletazo debido al nacionalismo exacerbado y la escasa humildad del vencedor para con el vencido. En resumidas cuentas, prácticamente el concepto de fronteras físicas es válido políticamente y económicamente, pero difiere al concepto de feudo, pues las ciudades amuralladas, y menos los países amurallados, podrán detener la migración de las personas.
Slim dijo: "la mejor barda son inversiones, actividad económica y oportunidades de empleo". Que cosas, la frase explica por si sola la causa de la inmigración, pues si un país, superpoderoso, se destruye la economía de otro país, el resultado es una inmigración. EEUU se cansó de intervenir Centroamérica, y jamás permitió a un México que mirara hacía en caribe y Suramérica, como OTAN acabo con buena parte del medio oriente y ¿cuál es el resultado? la migración de la que hoy se quejan, Así que Slim da en el clavo, pues se entiende que si se le permite el desarrollo a un país, ese país, por simple ley de la gravitación universal mantendrá su atmosfera pegada a si.
Ver las declaraciones del multimillonario Slim, me reforzó las ganas que desde hace varias semanas quería comentar, se trata de una vieja película mexicana, de 1963, se llama el BRACERO DEL AÑO, la pueden ver en https://www.youtube.com/watch?v=TvAx-Kmb8v4&t=129s. se van a divertir. El tipo, se convierte en mojado, trabaja y alcanza la fama por la manipulación propagandística característica de USA, pero al final de todo regresa sin nada. Al final reflexiona, y dice algo así: si la tierra es igual allá que aquí, hay que trabajar lo propio para que los frutos sean propios…no cuento más.