La crisis de modelos progresistas y la asunción en EEUU de Donald Trump, marco una nueva era de modelos derechistas, que han fortalecido los modelos neoliberales, para retornar a nuevos ajustes macro económicos en la región, la presidencias de Macri en Argentina, el golpe a Dilma palaciego, le dio a Temer la presidencia apócrifa en Brasil, Perú de la misma manera con Kuczynski y ahora en Chile con el empresario derechista Piñera, sin olvidar a Santos en Colombia y Pérez Nieto países narcos y neoliberales, han creado un nuevo ciclo de violencia, crisis, desempleo, hambre y terrorismo, en el continente Latinoamericano.

Estos hechos señalados de manera sintética, ha mostrado la necesidad de crear nuevas propuestas que incluyan el desarrollo de corrientes populares, los avance del progresismo se basaron en un auge económico, en el uso de los recursos naturales para crear planes sociales, pero se descuidó el desarrollo de la producción agrícola, el desarrollo de la ganadería vacuna, ovina y porcina, usando capitales para importar alimentos, medicinas, descapitalizando a la naciones y dando espacio a un modelo no desarrollista, lo que ha creado nuevas crisis sociales y alimentarias, solo naciones como Bolivia y Nicaragua, han logrado sistematizar avances económicos, y en el caso de Morales autónomas del FMI y del Banco Mundial (BM).

En este sentido hemos hablado mucho del socialismo, como un modelo de desarrollo, pero nos hemos podido crecer en un modelo económico y social, el fracaso del modelo soviético se sustentó en un estado burocrático, con un partido soviético de cuadros, pero con fallas en la economía y en el desarrollo de propuestas sociales, se vieron afectadas por el burocratismo y la corrupción. La propuesta en Venezuela del presidente Hugo Chávez, de retomar el modelo hacia el socialismo, creo un modelo continental, con propuestas integracionista de intercambio, a través de la renta petrolera, logro la creación de importante modelos de unidad, como la CELAC y Unasur, con la búsqueda de un MERCOSUR unido, mostraron importantes iniciativas, el mismo proceso de CARICOM con el petróleo venezolano, creo una integración del Caribe, Sudamérica y Centro América.

Hoy el debate debería situarse en la reflexión y los errores para construir una opción alternativa al neoliberalismo, que debe estar sustentada en modelos económicos sustentables, donde las comunas sean realmente un espacio Poder Popular, que creen una unidad y un crecimiento de la economía, que las fabricas sean administradas por trabajadores, pero para lograr esta realidad se debe construir un modelo social humanista, donde los valores y la ética, venzan a burocracia y la corrupción, para lograr crear un verdadero modelo, formando en círculos de estudio, para conocer e interpretar, los modelos socialista de la historia y aprender de sus errores.

América First, provocación para América Latina

Nos parece importante citar a investigadores sobre la temática Trump y sus acciones sobre Latinoamérica, señalando al investigador Klaus Bodemer, investigador del Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos, señala que, aunque la política de América First de Trump ha sido una provocación para América Latina, ha generado distintas reacciones.

Bodemer cita el caso de Chile, cuyo gobierno habla de enfrentar la situación como una oportunidad para orientarse hacia otras regiones del mundo, privilegiando una estrategia de libre comercio sin restricciones, que no incluya temas que puedan ser un freno para la inserción internacional, como los derechos laborales o la protección al medio ambiente. "Esa sería una victoria de Trump en la región, y un golpe a los valores de la Unión Europea".

Bodemer centró su análisis en la vieja rivalidad entre México y Brasil, las dos mayores economías de la región, con modelos de desarrollo muy diferentes.

"Mientras que México tiene un margen de maniobra limitado por su cercanía con Estados Unidos, Brasil tiene un margen de maniobra mayor, aunque ahora está sumido en una profunda crisis política y económica". Por otro lado México tiene un gobierno que tiene un 15% de aceptación y que no sabe cuál será el desenlace de las negociaciones sobre el NAFTA, que también para la Unión Europea son muy importantes.

Brasil, entre el BRICS y la OECD

Por su parte la socióloga Adriana Abdenur, investigadora del BRICS Policy Center, explicó que Brasil vive un período de profunda incertidumbre con divisiones en el gobierno sobre el camino a seguir desde la llegada de Michel Temer al poder. "Mientras que con Lula había claridad de que el camino era la solidaridad con otros países en desarrollo y la cooperación sur-sur, desde que Michel Temer asumió la presidencia hay dos campos de lucha dentro del gobierno y dentro de los ministerios, unos quieren que Brasil sea miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), el campo contrario afirma que eso sería poner a Brasil en manos del grupo de países ricos.

La investigadora afirma sin embargo, que ningún gobierno brasileño osaría sacar a Brasil del grupo de los BRICS.

Arturo Magaña Duplancher reitera que el camino de México con o sin NAFTA debiera tener la mira en Asia. La región Asia-Pacífico puede ser el motor de integración de América Latina, según el investigador.

"Es muy importante diversificar opciones tanto en materia comercial como en política exterior. El Estado mexicano podría hacer más para gestionar los flujos comerciales como lo han hecho otros países, establecer preferencias y facilidades para que el empresariado exporte hacia otras regiones del mundo en donde se está desarrollando el concepto de sustentabilidad".

Estas tendencias si bien marcan un salida en el marco del capitalismo, muestran algunos de los mecanismos que intentan imponer el presidente Donald, buscando desplazar a la Unión Europea y abriendo el camino por su parte al modelo Asiático principalmente China y Rusia, como modelos alternativo de inversión, con mayor flexibilidad de EEUU y Europa.