Lo hemos dicho, y es necesario repetirlo incesantemente. El denominado: “Conflicto del Medio Oriente”, desde hace mucho tiempo ha dejado de ser un problema focalizado en esa región del planeta para extenderse hoy a todo el orbe; que el conflicto es de índole mundial, producto fundamental de la crisis mortal que enfrenta el capital, y que su definición correcta, a nuestro criterio sería: El Conflicto de la Humanidad, y no el termino imputado por el imperio: “Guerra de Civilizaciones”.
Muchos temen a que el enfrentamiento de ideas, y las denuncias que de manera frontal y valiente esgrime el gobierno revolucionario bolivariano en la voz del Comandante Chávez contra el imperio norteamericano y el sub.-imperialismo del Estado fascista y racista de Israel, importaría el conflicto a nuestro país. Pues se equivocan. Desde el inicio de la revolución 1992, y mucho antes (indirectamente, por medio de los gobiernos lacayos de la 4ta. República) los demonios imperialistas, los cancerberos del infierno capitalista envisten contra nuestra patria.
Las posiciones dignas y coherentes con las convicciones profundamente humanistas y revolucionarias del Comandante Chávez, más que provocar una envestida directa del imperio, lo desnuda frente al mundo provocando el replanteamiento de su diplomacia hacia el país, abre los ojos de los pueblos del mundo frente a la realidad (nos enfrentamos al Diablo), influencia e induce a los pueblos –especialmente al pueblo norteamericano- y a algunos “tímidos” lideres de varios países a romper el miedo y denunciar decididamente al demonio que se encuentra dentro de casa.
Ejemplo insólito el de Pakistán, su presidente, Pervez Musharraf, reconocido pieza del imperio para los planes regionales, denunció en una reciente entrevista llevada acabo por los medios informativos del imperio que Estados Unidos amenazó con bombardear a su país y regresarlo a "la edad de piedra" a menos que cooperara con la guerra contra el terrorismo, luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001. ¡Increíble pero cierto! Osar desnudar al Diablo en su casa le ha abierto al imperio inimaginables frentes de batalla.
Vladimir Acosta, venezolano internacionalista, investigador y conocedor a profundidad de la cuestión árabe, en un reciente foro realizado en las salas del Teatro Teresa Carreño expresó la siguiente idea que a nuestro parecer es fundamental para toda revolución: “En Venezuela se está haciendo verdadera revolución por que se está despertando la solidaridad de nuestro pueblo hacia el mundo, y de otros pueblos del mundo hacia Venezuela, toda verdadera revolución, por esencia, debe ser internacionalista”.
En conclusión, la revolución no importa el conflicto, todo lo contrario, lo combate, distrae al Imperio abriendo nuevos frentes de batalla con la solidaridad de los pueblos del mundo hacia nuestro país.