.
Bolivia es la hija predilecta del Libertador y Padre de la Patria Grande, Simón Bolívar. Y evidentemente, los resultados de los comicios generales del día de ayer, 20 de octubre de 2019, merecen una evaluación preliminar que es importante tener en cuenta a la hora de los análisis.
El Tribunal Supremo Electoral, ente rector de los procesos electorales en el Estado Plurinacional de Bolivia, ha señalado, luego de escrutados el 89,34% de las actas verificadas, que el compañero y actual Presidente, Evo Morales Ayma, del Movimiento al Socialismo (MAS) y una coalición de movimientos progresistas e izquierda, quien opta por un cuarto mandato consecutivo, obtuvo un 45,28% (2.256.603 votos) de la votación, y en segundo lugar, el ex presidente de ese país, el candidato derechista Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, obtuvo un 38,16% de la votación (1.901.891 votos).
De acuerdo a la Constitución y el ordenamiento jurídico de ese país, de mantenerse esta tendencia, habrá segunda vuelta en el Estado Plurinacional de Bolivia dentro de un poco más de dos meses, es decir, el domingo 15 de diciembre, Evo Morales y Carlos Mesa se disputarán la Presidencia de esa nación andina.
Este escenario, que algunos consideraban improbable, ya lo advertía por informaciones que manejaba de buena fuente de la propia Bolivia este servidor, y lo señalábamos en artículo escrito el 5 de octubre de 2019, 15 días antes de esta elección, titulado: "Octubre, lluvia fresca que no cesa", y que, en mi evaluación acerca de este proceso electoral boliviano, advertía lo siguiente:
"Todos los sondeos de opinión dan a Evo Morales triunfador como candidato de las fuerzas de avanzada e izquierda, tras haberse sobrepuesto a una compleja situación jurídica que estuvo a punto de impedir su nueva postulación. Si bien es cierto que aparece como favorito en todas las encuestas hasta ahora publicadas, las últimas informaciones obtenidas por este servidor apuntan a que existe la posibilidad de que su triunfo no sea lo suficientemente amplio para evitar una segunda vuelta, la cual tendría lugar el 15 de diciembre. Esto porque el imperialismo ha venido haciendo un trabajo en ese país, además del cierto desgaste de Evo producto de más de una década de gestión al frente de los destinos de ese país". (Resaltado y subrayado del articulista).
Con el resaltado y subrayado que he realizado, podemos determinar una primera causa de por que en Bolivia se irá a segunda vuelta. El imperialismo viene haciendo todo un trabajo de despliegue de operaciones psicológicas en ese país, a través de campañas en plataformas tecnológicas y redes sociales digitales que ha venido minando y erosionando la base social de los gobiernos progresistas, de izquierda y sociales. Y varias veces Chávez nos lo advirtió, no es sólo la lucha de Venezuela, sino es la misma lucha de Bolivia, de Brasil, de Argentina, de Uruguay. Debemos estudiar y conocer las formas de operar de las OPSIC para poder neutralizarlas, sino, seguirá ocurriendo lo que está ocurriendo.
Hubo un antecedente a considerar que no fue tomado en cuenta por los analistas: Los resultados del referendo constitucional del 21 de febrero de 2016, para aprobar o rechazar la propuesta de modificación constitucional para permitir al presidente o vicepresidente del Estado Boliviano postularse a ser reelectos a una elección. En aquella oportunidad, el No ganó con el 51,3% de los votos (2.687.517) y el Si obtuvo el 48,7% (2.682.517 votos).
Este resultado, junto con el triunfo de Macri en Argentina el 25 de noviembre de 2015 y de la MUD en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre del mismo año, fueron tres derrotas terribles para la izquierda en Suramérica. Eso parece que fue olvidado.
En aquella oportunidad, la campaña por redes sociales digitales y plataformas tecnológicas rindieron sus frutos. Además de ello, el periodista Carlos Valverde explotó el caso de Gabriela Zapata, una ex pareja de Evo Morales, con quien habría tenido un hijo con el mandatario que éste no habría reconocido, en el año 2007, y que falleció poco tiempo después. Esta campaña dirigida a minar la imagen de Evo rindió sus frutos en la derrota por poco margen en ese referendo, y que luego de esa derrota, Zapata y Valverde desmintieras que ese bebé "fallecido" nunca existió.
Es decir, estamos hablando de una campaña montada sobre los "fake news" o noticias falsas como un primer elemento para el análisis.
El otro elemento tiene que ver indudablemente, porque Evo Morales se ha planteado que éste será su último mandato al frente de los destinos de Bolivia. Esto ha devenido en una fuerte disputa a lo interno del MAS, además de la burocratización de este movimiento y otros. Ahí están opciones como Álvaro García Linera o David Choquehuanca, por sólo mencionar dos opciones visibles, además del adormecimiento del movimiento popular. Estas posibles fracturas internas puede ser una de las razones también del cierto descenso de la votación de Morales en estos comicios.
Además de ello, tiene que ver con cierto etapismo que esa Revolución Democrática e Indígena ha entrado, y que al no plantearse el más allá y profundizar, sino plantearse el planteamiento de lo actual, se corre el peligro de un retroceso. Esto también fue advertido oportunamente por Hugo Chávez en el año 2007 cuando planteó su proyecto de reforma constitucional, pero no le prestamos la más mínima atención. Y esto no sólo era aplicable a Venezuela sino al resto del continente.
Asimismo, las limitaciones ideológicas vienen siendo aprovechadas por los enemigos. Nos dedicamos más a la cotidianidad, que sin duda es importante, pero descuidamos las labores informativas y formativas. Da pereza la lectura y la profundización del análisis y nos quedamos en las superficialidades.
Pero, retomando el tema de las elecciones generales en Bolivia, no podemos dejar de señalar e indicar el papel de una embajada estadounidense muy activa, que ha venido haciendo todo un trabajo con el movimiento cocalero y gremios sindicales en ese país, a fin de minar y erosionar la base política y social que respalda a Evo Morales. Ojo con esto.
El otro elemento ha sido el cierto coqueteo de Evo con factores del FMI y de no tocar, ni con el pétalo de una rosa, a la burguesía de ese país. Razón tuvo Ernesto "Ché" Guevara, de que "no se puede confiar al imperialismo ni tantico así, nada".
Esas indefiniciones ideológicas se han constituido en una profunda debilidad de nuestros movimientos en Suramérica que ameritan una profunda reflexión y revisión.
Además de ello, cierta campaña de temor se infundió dentro de la población, y de ahí el crecimiento de la votación de Mesa en casi 10 puntos que las encuestas le daban. El triunfalismo, como lo he señalado, no es buen consejero.
Y a eso hay que agregar, el elemento de que por "razones extrañas", se ha interrumpido la transmisión de los datos de los comicios en ese país hace pocas horas, para el momento en que escribo estas líneas. Esto indudablemente está siendo aprovechado por Mesa y sus aliados de la Organización de Estados Americanos (OEA) para atacar a Evo Morales y a su piso político y social de respaldo. Esto mismo ocurrió en los comicios de Honduras del 29 de noviembre de 2017, donde iba ganando Salvador Nasralla, de la izquierda de ese país, y por esa "interrupción", cuando se restableció el sistema, finalmente se impuso el candidato de la derecha y actual presidente de ese país, Juan Orlando Hernández. O en el caso de Argentina, en octubre del mismo año, y en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto de este año. ¿Intervención electrónica de nuestros sistemas electorales automatizados? Ojo con esto.
También será importante, observar cómo será el reacomodo de las otras cinco opciones que no resultaron favorecidas en estos comicios, puesto que ahora veremos una verdadera opción polarizada, y la disputa no entre dos candidaturas sino entre dos modelos políticos.
Pero, el análisis no puede ni debe ser catastrofista tampoco. Un triunfo de Evo Morales luego de 13 años de ejercicio del gobierno con casi un 46% de la votación es bastante alto, y refleja el respaldo que aún tiene Evo en importantes franjas de la población en ese país, a pesar del cierto desgaste en el ejercicio del poder, que ocurre en cualquier parte del mundo.
Realmente lo que acaba de ocurrir es una sinceración de la situación. Ya que los gringos quisieron en estas elecciones imponer a la oposición la candidatura "única" de Mesa para disputarle el poder a Morales, y eso no se concretó en esta primera oportunidad. Ahora, con las disposiciones del ordenamiento jurídico boliviano, se concretó por la vía jurídica y de los hechos esa aspiración gringa.
Sin embargo, los sondeos indican que en esta segunda vuelta, Evo perfectamente podría alcanzar el 60% de los votos. Pero, no podemos confiarnos, pues el enemigo y la derecha juegan duro, pero peor aún, juega sucio, así que habrá que mantener los ojos bien abiertos.
Otro elemento para el análisis es que, en el supuesto negado de que Mesa llegase a derrotar a Evo, no las tendrá todas consigo, puesto que en la Asamblea Legislativa del Estado Plurinacional de Bolivia (antiguo Congreso) ambas Cámaras son controladas por el MAS, movimiento afecto a Evo y a la izquierda. Por lo que no tendría del todo garantizada la gobernabilidad, y tendría que entrar en ciertas negociaciones con el parlamento. De todas maneras, habrá que esperar la totalización de los votos para determinar la composición del Poder Legislativo 2020-2025.
Igualmente, habrá que esperar dentro de tres semanas las elecciones departamentales (estados, provincias) y de alcaldías que se realizarán, y que permitirán determinar la nueva correlación de fuerzas en esas instancias del país del altiplano.
He ahí estas primeras apreciaciones de los resultados de Bolivia.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!