Si el cuatrienio Trump significó el fin de la diplomacia, que fue sustituida por la arrogancia y el desplante, el discurso neofascista y el irrespeto a las naciones y pueblos soberanos; la presencia de Nicolás Maduro en la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela ha sido garantía del respeto al derecho internacional y los Derechos Humanos, promoviendo relaciones internacionales armoniosas y solidarias, y el diálogo como práctica política por excelencia.
Tres exitazos se anotó el Presidente Maduro en el marco de la conmemoración del Bicentenario de la Campaña de Carabobo:
1) Los Movimientos Sociales. La convocatoria del Congreso Bicentenario de los Pueblos provocó un registro inusitado de la ciudadanía en casi cuarenta sectores que representan el abanico de las diversidades movimientales de la sociedad venezolana. Millones nos organizamos en función de darle al Bicentenario contenidos desde lo concreto cotidiano y trascendental del pueblo. Expresiones organizativas en todos los niveles territoriales y temáticos se tradujeron en decenas de miles de actividades creativas, formativas, comunicacionales, constructivas de valores y promotoras de virtudes como exige la Doctrina Bolivariana. También convocó a miles de amistades de nuestra causa en más de ciento cincuenta países que se interesaron en acompañarnos en el Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo. Diplomacia de la gente que se identifica con ese otro mundo posible que soñamos en la fraternidad y el Equilibrio del Universo. Exitazo total.
2) La Diplomacia Bolivariana. Sorprendió a la opinión pública nacional e internacional la magnífica sesión de la ALBA-TCP que demostró el poder de renovación que tienen las fuerzas progresistas de Nuestra América y el Caribe. Sorprendió gratamente el alto nivel intelectual, la claridad política y el valiente compromiso de los jefes de Estado presentes en el encuentro, que combinó la visita de varios y el mensaje vía internet de otros. Sabiduría histórica vertió el Comandante Daniel Ortega; dignidad incólume la representación cubana por su Canciller Bruno Rodríguez; categórica posición boliviana del flamante Presidente Luís Arce; ejemplarizantes declaraciones de grandeza por los hermanos caribeños Roosevelt Skerrit y Ralph Gonsalves; engalanada junta de liderazgos invaluables con Evo Morales y Rafael Correa aupando a sus compañeros. Y Nicolás dando cátedra de internacionalismo con el testigo de Chávez en su corazón. Hay poder de resistencia a los restauradores de la Doctrina Monroe y sus serviles. Exitazo total.
3) La Política: el Partido. Simultáneamente a los actos conmemorativos del Ciclo Bicentenario, Nicolás y la Dirección del PSUV convocaron a una consulta interna en las células de la organización para definir candidaturas a las elecciones estadales y municipales previstas para el 21 de noviembre. Un hecho inédito en la historia nacional. Millones de militantes se movilizaron el 27 de junio en las UBCHs expresándose en forma transparente por sus preferencias. Muchas miles de opciones resultaron propuestas desde las bases chavistas en cada rincón del país. La democracia participativa y protagónica de la Constitución Nacional permea por primera vez la vida interna de los partidos políticos en Venezuela en la selección de liderazgos legitimados con las masas. Exitazo total.
La conducción del barco revolucionario está en buenas y experimentadas manos. El Bicentenario de Carabobo brilla como el sol al nacer en nuestro Esequibo, y hasta en las horas más oscuras de la noche, relampaguea como el eterno rayo del Catatumbo.
¡Viva la Patria Bolivariana!