Y no lo sabíamos. Pero la locura como la fortuna es difícil de ocultar. De que alguien pudiera ser loco, pudiera pasar por desapercibido. Fulano de tal está loco y loco de remate, bueno, pero si está a bien resguardo a pocos le preocupa. Pero si se trata de un orate que puede activar armas nucleares, todo cambia y no sólo es preocupante, sino que es terrorífico.
Así de complejo es el mundo en que vivimos, hoy estamos vivos y mañana por manías de un loco pudiéramos desaparecer porque al se le ocurriera que hay que incendiar al mundo para incentivar su ego y ansias de poder. Una escena como esta, nos recuerda la Película de Charles Chaplin, en la película El Gran Dictador. Cuando caricaturizando a Hitler, su figura de Dictador, con los ojos saltones, por la ambición de poder, le da vueltas a la esfera que representaba al mundo y la miraba como si fuera suya.
Pero así están la cosas estimados amigos que siguen estas reflexiones, El mundo da tantas vueltas, que puede en una de ellas estar en manos de un loco y esto nos pone los pelos de punta o como dicen algunos la piel de gallina. Porque el loco, en su locura es capaz de enloquecer a toda la humanidad, y más que enloquecerla, desaparecerla, mientras sonríe y se frota las manos, como Nerón, frente al incendio de Roma
Pero cuando al loco se le conocen sus intenciones y peor aún, anda suelto, los nubarrones a futuro se acrecientan y puede pasar que tormentas, huracanes y temporales se conjuguen para no solamente formar nubarrones sino, verdaderos tsunamis mortales.
La introducción o el introito, tiene como objeto, referirme a las Declaraciones del General Mark Milley, quien declaró, que el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, estaba loco. Óigase bien, no lo dice Sotillo, tampoco Diosdado, lo dice nada más y nada menos, que el Jefe Militar del Pentágono, es decir el Jefe Militar de los Estados Unidos.
Tal convicción lo llevó a tomar precauciones, como limitar la capacidad militar de los Estados Unidos, así como realizar varias llamadas a su homólogo Chino, para advertirles y asegurarles que los Estados Unidos no atacarían a su país y de esta manera evitar un ataque armado. Es como decirlo en criollo, mire colega, el Presidente Trump está loco, pero por los momentos, podemos controlar su locura, tengan paciencia.
Como decíamos al principio que la fortuna y la locura no pueden ocultarse y menos en el entorno del loco. La presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, había llamado también, al Jefe Militar, para que se tomaran precauciones ya que un "Presidente Inestable", tuvo la delicadeza de no tildarlo de loco, puede provocar un ataque nuclear.
Así amigos, de tirante estaba el Mundo y nosotros en nuestras rutinas diarias sin saber que estaban en un caldero y el loco atizando el fuego.
Pero a pesar que los altos mandos militares y políticos de los Estados Unidos, husmeaban la locura presidencial, apenas tomaban esas medidas de precaución, no lo llevaron al Manicomio, porque eso sería poner en ridículo a una potencia mundial. Prefirieron tolerar al loco. A lo mejor le metían a escondidas alguna pastillita en las comidas, pero se lo calaban y permitían que en sus delirios, el loco tomara otras medidas, que como no los afectaba a ellos directamente, no les preocupaba tanto y permitían que el loco desahogara sus instintos nocivos.
Así, permitieron por ejemplo, que el loco arremetiera contra Venezuela, reconociendo interinatos presidenciales así como trenes ejecutivos fantasmas, burlándose de la Constitucionalidad y la legalidad en nuestra nación. Así, el loco, también inundó, y se lo permitieron, a nuestro país, de sanciones y mas sanciones, sometiendo a nuestro pueblo a calamidades de las que hoy todavía sufrimos. Así, el loco, atizó, a Colombia para mantener un Estado de enfrentamiento, tercerizado, con nuestro país y financió, incluso, intentos hasta de asesinatos y magnicidios contra autoridades legítimas y constitucionales de Venezuela.
A las autoridades norteamericanas, con la salida del loco, les ha entrado un "airecito", pero no dejan de estar preocupados, porque el loco, que estimuló en asalto al mismísimo Capitolio en los Estados Unidos, luego de perder las elecciones, todavía anda suelto y amenaza con volver. Mientras tanto, las medidas del loco, contra Venezuela y otros países, continúan vigentes, las nuevas autoridades norteamericanas se hacen los locos y no las suspenden. Lo peor es que, también, algunos gobiernos europeos, las apoyan, por lo que debemos aplicarles un dicho muy popular en nuestro país: ¡LA CULPA NO LA TIENE EL LOCO, SINO, QUIEN LE DA EL GARROTE¡