Situación geográfica y condiciones naturales: Territorios de Jabárovsk y de Primorie y regiones del Amur, Magadán, Kamchatka y Sajalín.

El Extremo Oriente se extiende a lo largo de todo el litoral de la U.R.S.S. en el Pacífico, desde el golfo de Posiet, en el sur, por donde pasa la frontera soviética con Corea, hasta el estrecho de Behring, en el noreste, que separa la U.R.S.S. de Alaska, territorio de los EE.UU. La diferencia de latitud entre el punto más meridional y el más septentrional es de veintiocho grados, y la distancia que media en línea recta de suroeste a noreste, de Corea al estrecho de Behring, es de unos 4.500 kilómetros.

Este enorme territorio, igual a la mitad de la parte europea de la UI.R.S.S., no es compacto y está muy recortado por los mares que lo bañan: el Mar de Chukotka, al norte, y los mares de Behring, de Ojotsk y del Japón, al este.

Todas estas particularidades determinan la extraordinaria diversidad de las condiciones naturales de la zona, que comprende las subzonas siguientes: Primorie, Priamurie, el litoral del Mar de Ojotsk, Kamchatka, Sajalín y la península de Chukotka.

Primorie y Priamurie son las subzonas más pobladas y cuyas riquezas naturales se aprovechan mejor. Ambas comarcas se comunican con el resto de la Unión Soviética por el Amur y el Transiberiano. Las demás subzonas, debido a su riguroso clima, están muy poco pobladas.

Aparte del trasporte aéreo, el mar es el único medio de comunicación entre las regiones septentrionales del Extremo Oriente y su parte meridional, la más importante. Los habitantes de Kamchatka se sienten isleños y dicen: "He venido del continente" o "Voy al continente".

A excepción de la península de Chukotka, en la que predomina el clima ártico, el Extremo Oriente se encuentra en la zona de los monzones. El monzón de invierno, que sopla desde Yakutia, trae un frío seco. El monzón de verano sopla del mar y trae humedad, nieblas y lluvias.

En Vladivostok, situado en la misma latitud que Sujumi, ciudad subtropical, el invierno es más frío que en Arjánguelsk; sin embargo, en verano hace bastante calor para cultivar el arroz. Las inundaciones más fuertes no se producen en primavera, pues durante el invierno cae poca nieve, sino a fines del verano, en el período de las lluvias traídas del mar por el monzón de verano.

La influencia de climas muy distintos —el de Yakutia y el de las regiones subtropicales del Pacífico— determina la vecindad de plantas y animales propios de zonas muy diferentes: en el Bajo Amur crecen líquenes y hay renos, mientras que a orillas del lago Janka florece el loto y hay tigres.

Debido a la influencia de la corriente fría de Kamchatka y a los vientos del Océano Glacial Ártico, el clima de las partes septentrionales del Extremo Oriente es muy riguroso, con temperaturas mucho más bajas que en otras regiones situadas a la misma latitud. Al norte de la desembocadura del Amur, el período vegetativo —su temperatura media superior es de +10º— no se prolonga en ninguna parte más de tres meses, y días con una temperatura media superior a +20º únicamente se observan en las regiones costeras y nunca pasan de treinta al año. El límite meridional de la tundra desciende muy lejos en dirección sur, cruzando en Kamchatka el paralelo 60.

La agricultura, dificultada por el clima frío y el relieve montañoso, queda confinado en las depresiones de la parte sur del Extremo Oriente. Entre dichas depresiones son dignas de mención la del Zeya y el Bureya, afluente izquierdos del Amur, en Priamurie, y la del lago Janka, en Primorie. El suelo de estas importantísimas zonas agrícolas del Extremo Oriente es fértil y proporciona buenas cosechas, pero son una necesidad perentoria el desmonte y la lucha contra el exceso de humedad; además, las lluvias, que caen principalmente a fines del verano, dificultan la recolección.

Los bosques ocupan todo el Extremo Oriente, de la frontera meridional a la tundra, que se extiende en Chukotka y Anadyr. En el norte pueblan los bosques las mismas especies de la Siberia Oriental y la comarca de Ojotsk: el alerce de Dauria, el abeto del Ayán y el cedro de la tundra; en el sur predomina la llamada "taigá del Ussurí", inextricable selva en la que, envueltas en lianas, se mezclan las latifoliadas cono el tilo del Amur, el olmo, el carpe, el nogal de Manchuria, etc., etc., con el cedro de Corea.

El Extremo Oriente es rico sobre todo en minerales. Hay allí hulla y lignito (en la cuenca del Bureya, en Suchán, en Artiom —cerca de Vladivostok—, en Sajalín), petróleo (en la parte de Sajalín) y mineral de hierro (en Mali Jingán, en el Bajo Amur —cerca de Nikoláievsk—, y en la bahía de Olga). Abundan los placeres auríferos (en el sur, en Primorie, en Priamurie, etc.), los criaderos de metales raros y un ferrosos (cerca de la bahía de Tetiuje) y los yacimientos de estaño, cuyas reservas son las mayores de la U.R.S.S. Los yacimientos de hierro y de carbón están, a veces, muy cerca unos de otros (la zona de Jingán y del Bureya, la bahía de Olga y Suchán) o se comunican por agua.

A pesar de su diversidad, las subzonas del Extremo Oriente tienen los siguientes rasgos comunes: 1) la abundancia de montañas, la cercanía del mar, la influencia de los monzones en el clima, a excepción del Extremo Norte, y enormes riquezas naturales (minerales, bosques, animales marinos y de pieles finas); 2) su situación costera en el Pacífico y su lejanía de los principales centros económicos del país; 3) la gran "juventud" del Extremo Oriente, es decir, su escasa población y el insuficiente aprovechamiento de sus riquezas naturales.

Población: Las pequeñas nacionalidades autóctonas, cuyo nivel cultural era antes de la Gran Revolución Socialista de Octubre extremadamente bajo, no sumaban más de 3% de la población. La zona empezó a poblarse más intensamente después de la instauración del poder soviético. En la época soviética, el número de habitantes ha aumentado en más de dos veces. El Extremo Oriente es por tanto una zona muy "joven", que sigue poblándose. La mayor parte de sus habitantes la constituyen oriundos de otras regiones de la U.R.S.S. El territorio del Extremo Oriente ocupa una octava parte de la superficie de la Unión Soviética. La distribución de los habitantes es sumamente desiguales, siendo más densa la población en las regiones meridionales, que ocupan menos de una parte de la zona y cuentan con el 90% de la población. Pero, también allí, la población se concentra en una estrecha franja que se extiende a lo largo del Amur y el Ussurí y del Transiberiano y en la que se hallan todas las ciudades de importancia.

La economía del Extremo Oriente era unilateral y atrasada. El gobierno zarista no veía en el Extremo Oriente más que una base militar en la que invertía cuantiosas sumas, sin hacer nada para incrementar las fuerzas productivas de la zona. La zona tan solo daba materias primas —madera, pieles finas, pescado y oro—, y todas ellas se exportaban al extranjero, mientras que casi todo lo que la zona consumía —cereales, carne, metales y artículos de amplio consumo— había que importarlo. No había industria transformativa, y la agricultura no podía proporcionar alimentos para toda la población.

Al ser instaurado el poder soviético, en el Extremo Oriente comenzó una inmensa labor encaminada a desarrollar sus fuerzas productivas. Se ha reequipado totalmente y ampliado las ramas de la industria extractiva que existían ya antes de la Revolución. A la extracción se ha sumado la industria transformativa. La industria del oro ha sido reequipada y mecanizada.

Ha aumentado mucho la extracción de carbón y de polimetales. Se han montado nuevas industrias, como son la de extracción de petróleo (Sajalín), la refinación del mismo (Jabárovsk) y la siderurgia (Komsomolsk). La construcción de maquinarias y, especialmente, las construcciones navales han alcanzado considerable incremento.

Para satisfacer las necesidades de la pesca y la caza de animales marinos se ha creado una flota motorizada; funcionan también numerosas fábricas conserveras y de salazón de pescado. La pesca de cangrejos del Pacifico, organizada en Kamchatka, proporciona un nuevo artículo de exportación.

También se ha transformado la agricultura del Extremo Oriente y ha aumentado en gran medida la superficie de siembra. En la actualidad, además de los viejos cultivos "rusos" (el trigo, la avena y el centeno) y "chinos" (el arroz, la soja y el sorgo chino) se siembran nuevos para esta zona, como la remolacha azucarera.

Centros industriales y zonas agrícolas de la parte meridional del Extremo Oriente: 1) cría de renos, caza y pesca (costera). 2) madereras, con focos de agricultura en los valles de los ríos. 3) cerealista, principalmente de trigo, y de cría de ganado lechero y para carne.

Se han hecho muchos esfuerzos para desarrollar el transporte, que tiene una importancia primordial para esta "joven" zona. Después de su reconstrucción, el Transiberiano cuenta con doble vía; ha sido tendida una línea férrea de Jabárovsk a la nueva ciudad de Komsomolsk y a Soviétskaia Gavan. Una autopista comunica el ferrocarril del Amur con la comarca aurífera del Aldán, facilitando considerablemente el abastecimiento de la misma.

El transporte fluvial y el marítimo han experimentado un sensible incremento. El aumento de la flota marítima y la construcción de puertos nuevos han animado mucho las comunicaciones de la parte meridional y más importante del Extremo Oriente con Kamchatka y Chukotka, regiones periféricas del norte. Se han construido carreteras para transporte auto e hipomóvil; ha aumentado el parque automóvil. Aquí está muy desarrollado el transporte aéreo, medio importantísimo para la comunicación con el norte.

En el Extremo Oriente se han creado las industrias metalúrgica y de construcción de maquinaria, se produce, con metal propio, la maquinaria necesaria para el transporte fluvial y marítimo y para las industrias hullera, forestal y pesqueras de la zona. Gracias a esta circunstancia, en el Extremo Oriente pueden desarrollarse a un ritmo acelerado todas las ramas principales de la economía local.

El Extremo Oriente es una zona que se halla toda en plena construcción: se levantan fábricas, se abren minas, se organizan sovjoses, se construyen sistemas de riego, puertos y nuevas ciudades.

Debido a la falta de mano de obra, el nivel de mecanización de todas las ramas de la economía del Extremo Oriente es muy alto. En este aspecto, la agricultura de la región ocupa uno de los primeros lugares en la U.R.S.S.

El caso del Extremo Oriente muestra con particular nitidez que, sin un desarrollo multilateral de las principales regiones económicas del país, es imposible asegurar los intereses vitales del Estado El Extremo Oriente debe producir todo lo necesario: combustible, metales, maquinaria, cemento, madera y otros materiales de construcción, así como la mayoría de los artículos alimenticios y de amplio consumo, que tanto trabajo dan al transporte por el gran volumen de las cargas. Por supuesto, el Extremo Oriente debe recolectar hortalizas, patata y demás productos agrícolas en cantidad suficiente para satisfacer sus necesidades.

En los últimos años, el desarrollo económico del Extremo Oriente se orienta precisamente en ese sentido. A la par con el transporte, la industria pesada y la agricultura se fomentan la industria de la alimentación y la ligera, que fabrica diversos artículos de amplio consumo, como jabón, vidrio, vajilla, cerillas, muebles, etc.

El Extremo Oriente exporta madera, pieles finas, oro, conservas de pescado y de cangrejos del Pacífico: Las principales mercancías que intercambian entre sí las subzonas son:

1) cereales y otros productos agrícolas de las dos subzonas agrícolas (la llanura del Zeya y el Bureya y la depresión de Janka) con destino a otras comarcas de agricultura poco desarrollada;

2) pescado, de Kamchatka y el curso bajo del Amur;

3) petróleo de Sajalín con destino al continente.

—Después de la victoria lograda en 1945 en la guerra contra el Japón, la Unión Soviética reincorporó a su territorio la mitad meridional de Sajalín y las islas Kuriles, antiguas tierras rusas, descubiertas, exploradas y pobladas por el pueblo ruso.

Actualmente, las islas Kuriles no separan, como en tiempos, el país soviético del océano, sino que abren las puertas a él y aseguran el comercio con la China noreste, lo que puede tener gran importancia para el este de la U.R.S.S. —Siberia Oriental y el Extremo Oriente— como fuentes completaría de artículos alimenticios (cereales y ganado) y como mercado de venta para la producción de la creciente industria del Extremo Oriente soviético, cuyas perspectivas de desarrollo son extraordinariamente vastas.

Hoy día, tanto el Extremo Oriente (desde Vladivostok), como Siberia Oriental tienen ya comunicación ferroviaria directa con la China: Las partes del Extremo Oriente situadas en la cuenca del Amur y a lo largo del enorme litoral del Pacífico son tan distintas que se impone decir unas palabras de cada una de ellas. Empezaremos por la parte oeste, de donde los rusos comenzaron a explorar, siguiendo el curso del Amur, la parte meridional y más importante del Extremo Oriente.

La región del Amur está situada al este del Baikal, a lo largo del Zeya y el Bureya, afluentes izquierdos del Amur. Entre los cursos inferiores de dichos ríos hay una llanura de suelo fértil, poblada ya hace mucho, en la que se siembran principalmente cultivos "rusos" como el trigo, la avena y el centeno. Dicha llanura es una de las dos zonas productoras de cereales del Extremo Oriente (la otra es la depresión del lago Janka). En las montañas pobladas de taigá, al norte de dicha llanura, hay explotaciones forestales, placeres auríferos y yacimientos de otros minerales.

Al este de la región del Amur, en el gran meandro de este río, entre Jabárovsk y las montañas de Mali Jingán, se encuentra la Región Autónoma Judía, cuya capital es Birobidzhán.

El suelo fértil de la depresión adyacente al Amur permite practicar la agricultura. Al norte del ferrocarril y también en la parte occidental, la de Mali Jingán, predominan montañas pobladas de bosques, en las que hay explotaciones forestales y placeres auríferos.

Las orillas del Bajo Amur están, a partir de Jabárovsk, pobladas de bosques con explotaciones forestales y placeres auríferos; las tierras cultivables son muy pocas. El curso bajo del río es una gran zona pesquera.

La vida se concentra en Jabárovsk, en Komsomolsk y Nikoláievsk del Amur, cuya creciente importancia se debe al desarrollo de sus diversas industrias: metalúrgica, construcción de maquinaria, industria maderera, elaboración del pescado y también del petróleo de Sajalín.

En Primorie, subzona sur del Extremo Oriente, situada entre el Ussurí y el Mar del Japón, la parte más poblada e importante es la meridional, cerca de Vladivostok; en ella se dan condiciones favorables tanto para la industria (carbón y otros minerales) como para agricultura (depresión del lago Janka) y la pesca.

Además de Vladivostok, en esta zona hay otras ciudades importantes, con industria transformativa de productos agrícolas, como la ciudad de Vorochílov, o minera, como Suchán y Artiom (extracción de hulla). A lo largo del litoral del Mar del Japón han surgido varios poblados con pescaría e industrias forestal y minera; los principales son Tetiuje (extracción de polimetales) y Soviétskaia Gavan, unido a Komsomolsk del Amur por un ferrocarril recientemente construido.

Entre las otras partes del Extremo Oriente, las más importantes son Sajalín y Kamchatka.

La pesca marítima, rama principal de la economía de Kamchatka, se practica sobre todo en la costa occidental de la península. En la época soviética, la producción de la industria pesquera ha aumentado en muchas veces, creándose grandes empresas de conservas de pescado y de cangrejos del Pacífico. Se han incrementado también otras ramas de la economía como el acopio de madera, la caza, la industria minera y la agricultura. La zona más apropiada para la agricultura es el valle del río Kamchatka, que se encuentra entre dos cordilleras y no sufre tanto el exceso de humedad. La ciudad principal de la región de Kamchatka es Petropávlovsk-Kamchatski.

Sajalín es una gran isla que se extiende en dirección longitudinal unos mil kilómetros. A lo largo de la isla se alzan unas cadenas montañosas. Los vientos del Mar de Ojotsk enfrían la parte septentrional de la isla. El clima y la flora de la mitad meridional son muy distintos, y en ella hay posibilidades mayores, especialmente en los valles, para el fomento de la agricultura.

Las riquezas naturales más importantes de Sajalín son los bosques, los minerales (hulla, petróleo, oro, etc.) y la pesca, abunda en las aguas costeras.

Los rusos tuvieron por primera vez noticias de Sajalín a mediados del siglo XVII (la expedición de Poyarkov por el Amur). En 1805, Kruzenstern, el primer navegante ruso que dio la vuelta al mundo, izó la bandera de Rusia en la isla. Por aquel entonces, Sajalín se consideraba una península, y tan sólo en 1849 el navegante ruso Nevelskól cruzó por vez primera el estrecho de Tartaria.

Bajo el régimen zarista, Sajalín era lugar de deportación y trabajos forzados. Después de la guerra ruso-japonesa de 1904-1905, la mitad meridional de la isla pasó al Japón. De 1917 a 1925, los japoneses ocuparon también la parte norte. A partir de 1925, en el Sajalín soviético comenzó un impetuoso desarrollo económico, y la población isleña aumentó en poco tiempo gracias a la afluencia de soviéticos del continente. En la economía de Sajalín ocuparon un lugar dominante nuevas ramas de la industria: la petrolera y la hullera, desarrollándose asimismo considerablemente las industrias viejas, como los acopios de madera y la pesca. Aumentó la superficie labrada, cosa de gran importancia para los habitantes de la isla. El poder soviético dio una vida nueva a la población autóctona de Sajalín.

A partir del otoño de 1945, en que se reintegró a la U.R.S.S. la mitad meridional de Sajalín y las islas Kuriles, también en esta región comenzó un intenso fomento de la economía; mucha gente se traslada del continente a la isla para trabajar allí. La parte sur de Sajalín va convirtiéndose en la región pesquera más importante del Extremo Oriente. Los principales productos de Sajalín son madera, papel, pescado, hulla y petróleo. La capital de la región de Sajalín es Yuzhno-Sajalinsk.

¡Stalin…!, siempre.

Historiador: Nikolai Nicolaievitch Baranski.